Un conflicto entre los recuperadores, que tienen que recorrer 700 metros con bolsones, volvió a poner en evidencia un problema denunciado en 2021.
La problemática del desborde de los predios de basura aqueja a múltiples municipios de la provincia de Buenos Aires, por malas gestiones gubernamentales y también por el incumplimiento y el desinterés de la ciudadanía al momento de desechar correctamente sus residuos. En Tandil, el conflicto en el relleno sanitario lleva ya varios años de malas noticias y en los últimos días volvió a quedar en evidencia.
Un conflicto entre los recuperadores que acceden al lugar desató otra vez negociaciones contra reloj del gobierno comunal conducido por el intendente Lunghi, denunciado en 2021 por falta de planificación ante la caótica situación experimentada en ese espacio.
El panorama en Tandil es similar al que se vive en Mar del Plata, donde la situación se volvió trágica en las últimas semanas, y también al que se experimenta por ejemplo en Miramar, con un video registrado meses atrás que muestra la triste realidad del predio de disposición final de residuos.
Luego de que en 2023 se elaborara una nueva ordenanza, en el distrito serrano los recuperadores del turno noche del relleno sanitario reclaman poder operar en el lugar, critican a su compañeros de trabajo y demandan soluciones ante las autoridades municipales.
“Queremos empezar a pelear por nuestros derechos, queremos que se reconozca el horario de entrada. Hoy el basural se quedó sin espacio, se está yendo cada vez más lejos” graficó Daiana Canzini, una de las integrantes de un grupo de 15 familias que trabajan en torno a la basura.
En diálogo con el diario local El Eco, Canzini contó que la basura se ha extendido tanto que tienen que recorrer “más o menos 700 metros para acarrear los bolsones” en donde retiran diversos elementos de utilidad para sus ingresos económicos.
“Lo que estamos peleando hoy es que los vehículos puedan entrar por lo menos hasta la mitad de un sector del predio” explicó la trabajadora.
Además, el problema de los recuperadores del turno noche es que trabajan en un horario en el que no cuentan con vigencia del seguro que proveen las autoridades, vigente solo hasta las 18 horas. “Después de tantos años no somos reconocidos”, afirmó la mujer.
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