La noticia sobre la detención de Máximo Ariel Cantero tuvo un fuerte impacto en la sociedad santafesina, por tratarse de uno de los líderes de la banda narcocriminal Los Monos, cuyos miembros son los enemigos públicos número uno de la seguridad provincial. El parte oficial sorprendió porque dice que lo detuvieron vestido como un indigente y que sólo hubo un disparo policial con munición de goma. La primera versión dijo que se había tratado de un enfrentamiento a tiros, una escena que parecía más acorde con la fama de El Ariel, como lo llaman familiares y amigos. La detención se produjo a un mes del juicio abreviado en el cual 14 integrantes de la banda fueron condenados a penas de entre tres y nueve años de prisión. La pregunta ahora es si el ayer detenido tendrá o no el juicio oral que se pedía para todos, porque iba a servir para establecer posibles conexiones con sectores del poder político y policial. Hay 17 policías imputados que irán a juicio escrito, el viejo sistema procesal penal de la provincia.

Cuando se conoció el fallo, en abril de este año, el titular de la Procunar, Adolfo Villate, lamentó que esa causa contra la narcobanda se haya resuelto en un juicio abreviado porque “de alguna forma ha quedado todo tapado”. En su opinión “hubiera sido deseable que una causa de tanta importancia en la cual se investigaba también la presunta connivencia policial se hubiera ventilado en un juicio oral y público, donde podrían haber podido surgir elementos desconocidos”.

Villate sostuvo que el juicio “no es sólo para que los hechos se ventilen en forma oral y pública, sino que también muchas veces son jugosos e interesantes en cuanto surgen nuevas pruebas que no se conocían”. El titular de la Procunar analizó así el acuerdo de juicio abreviado al que llegaron los fiscales y los abogados de 14 miembros de la banda, que tiene varias decenas de integrantes identificados. Algunos de los condenados estaban acusados por ser integrantes de una asociación ilícito y por homicidios con distintos grado de responsabilidad, delitos por los que algunos podrían haber recibido prisión perpetua.

Villate, en su crítica, recordó que se trata de “una organización muy conocida y muy peligrosa de Rosario, que tiene ramificaciones que aún están vigentes”. Puntualizó que “no era un hecho menor como para darle una solución por esta vía” porque lo que deben evaluar los fiscales, en un juicio abreviado, es “la pertinencia del juicio en cuanto a si no es mejor que los hechos se develen en un proceso oral y público”.

Una causa paralela, todavía por resolver, tiene en situación de detenido al ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, quien está imputado por el supuesto encubrimiento de un narcotraficante. Tognoli fue titular de la fuerza durante los primeros diez meses de gestión del gobernador Antonio Bonfatti, y antes había sido jefe de la División Antinarcóticos, durante la gestión de Hermes Binner. Otros policías investigados son el ex jefe de Inteligencia Cristian Floiger y el subcomisario Guillermo Cardini, ex jefe de Sustracción de Automotores.

La actividad de las bandas dedicadas al narcotráfico en la provincia de Santa Fe tuvo uno de sus picos cuando fue tiroteada la casa del gobernador Bonfatti, quien luego recibió una amenaza por medio de un mensaje de texto recibido por la jueza María Luisa Pérez. El mensaje era escueto y contundente: que se cuidara porque “lo iban a poner” cuando transitara por la autopista Rosario-Santa Fe.

Además, fueron amenazados periodistas, jueces, fiscales y varias personas que presentaron denuncias contra narcotraficantes. Una mujer, Norma Bustos, fue asesinada por desconocidos luego de hacer una denuncia contra narcos que actuaban en el barrio Tablada de la ciudad de Rosario. La detención de uno de los miembros de la cúpula de Los Monos plantea interrogantes sobre cómo va a ser juzgado. El Guille Cantero, detenido con anterioridad, recibió una condena a sólo nueve años. La pregunta es si su padre, El Ariel Cantero, irá a juicio oral o si habrá también para él un juicio abreviado.