La asunción de Cornejo y el ascenso de Nosiglia cambian el vínculo con el macrismo
Los almuerzos de los martes en la Casa Rosada no serán tan amables como hasta ahora y tampoco habrá unanimidad en los debates sobre la estrategia, mucho menos en torno a las candidaturas.
La asunción de Alfredo Cornejo como nuevo titular del Comité Nacional de la UCR y la inclusión de los históricos Federico Storani y Enrique "Coti" Nosiglia prenuncian un cambio en la relación con Pro dentro de la coalición oficialista Cambiemos. No sólo es vox populi puertas adentro del centenario partido: también en el Gobierno descuentan que habrá, de ahora en más, otro tono en las discusiones, diferente al que primó bajo la presidencia del santafecino José Corral.
"Cornejo es un duro. Viene de Franja Morada, va a defender al partido y a sus referentes y candidatos", coinciden dos importantes dirigentes de la UCR. Desde el macrismo tienen la misma impresión: el tono con el que el gobernador de Mendoza destrató al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , cuando se enteró de la suba de impuestos al vino y en presencia del presidente Mauricio Macri , es para Balcarce 50 una pequeña pero ilustrativa muestra de que los tiempos de la concordia terminaron.
En el Consejo Nacional de Pro señalan que Cornejo no tiene posibilidad de reelección como gobernador y, por eso, "de acá a dos años tiene que ver hacia dónde va". Dicen que la relación con Macri es buena y que se conocen desde los tiempos en que ambos eran intendentes (uno de Buenos Aires, el otro de Godoy Cruz), pero reconocen un retroceso. La relación con el Presidente no mejoró tanto como sí ocurrió, por ejemplo, con el jujeño Gerardo Morales, reconocen en la Casa Rosada. "Hay que ver, de todos modos, si los mendocinos aceptan tener un gobernador part-time", chicanean desde el partido de Macri en referencia al tiempo que le demandarán a Cornejo los asuntos provinciales. Y confían en que José Cano, el ex diputado tucumano que sonaba para ser presidente del partido y que finalmente se quedó con la secretaría general, sea el interlocutor diario de macristas y "lilitos" en la convivencia oficialista. Hay quienes, en la UCR, atribuyen la caída de Cano a la mano invisible de "Coti" Nosiglia, otra vez activo luego de años de perfil bajo. Tras apoyar a Martín Lousteau y cerrar un acuerdo con Daniel Angelici para seguir al frente de la UCR porteña, Nosiglia fue elegido secretario político del partido. Carrió puso el grito en el cielo, pero el acuerdo se selló igual.
Candidaturas
Desde Pro ya se preparan para negociar sin concesiones las candidaturas a gobernadores e intendentes "en los distritos donde no gobernamos", según afirmó a LA NACION uno de los miembros de la nueva conducción de Pro que encabeza el misionero Humberto Schiavoni. Para analizar la situación electoral de los distritos, el jueves Schiavoni se reunirá en la Casa Rosada con Fernando de Andreis, Federico Salvai, Francisco Quintana y Juan Maquieyra. El plan de la UCR es exactamente el mismo: posicionar durante 2018 a los candidatos a legisladores que ganaron en octubre como virtuales candidatos a gobernadores en 2019. Habrá, en algunos casos, una pelea anticipada: Héctor Baldassi en Córdoba y Carlos Javier Mac Allister en La Pampa serán, por dar sólo dos casos, apuestas del macrismo, mientras la UCR insistirá en Ramón Mestre y Francisco Torroba, respectivamente. Tampoco es seguro que Pro acepte que el radical Corral, de gran vínculo con Marcos Peña, sea el candidato de Cambiemos en Santa Fe sin tener que atravesar una interna.
Desde el radicalismo afirman que el plan de "Coti" va más allá: "La idea es posicionar un candidato a vicepresidente para 2019", susurra un correligionario. Piensan en Cornejo. Aunque haya voces como la de Juan Manuel Cassella que piden aún más dureza en el trato con Pro "porque si no desaparecemos como partido", el retroceso de los "moderados" dentro de la UCR es claro. Y no sólo por el reemplazo de Cornejo por Corral. Ernesto Sanz, el arquitecto de Cambiemos y precandidato a presidente en 2015, estuvo ausente en las negociaciones por la nueva conducción. "La suya es más una decisión personal que política", afirman cerca del ex senador mendocino, uno de los radicales a los que Macri solía prestar mucha atención antes de ganar en octubre.
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