El ex presidente tendrá una aparición singular cuando la candidata de JxC vaya esta noche a la Facultad de Derecho. Prevén una charla pendiente entre ambos para despejar las tensiones. Santa Fe y Misiones, en la agenda macrista
Por Ricardo Carpena
Patricia Bullrich llegará esta noche a la Facultad de Derecho de la UBA acompañada por Mauricio Macri, pero el ex mandatario la saludará en la entrada y no se quedará a presenciar el segundo debate presidencial. Será la fórmula (¿consensuada entre ambos?) para mostrar el fuerte apoyo macrista a la candidata de Juntos por el Cambio, pero, a la vez, evitar que ella pierda el protagonismo en el nuevo intercambio que tendrá con Javier Milei, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Myriam Bregman.
Nadie duda de que Bullrich, ya recuperada de la gripe que la tuvo a maltraer hace una semana, se mostrará más aguerrida que en Santiago del Estero, pero, más allá del balance final del debate, se prevé una charla con Macri para aclarar la polémica por los dichos del ex presidente sobre Javier Milei al dialogar con estudiantes de Harvard y definir su rol en los últimos 15 días de campaña.
Hasta ahora, está confirmado únicamente que el fundador del PRO, que llegó en las últimas horas de su viaje a Estados Unidos y Guatemala, viajará este martes a Santa Fe para una recorrida proselitista con Federico Angelini, el titular interino del PRO, y al día siguiente volará a Misiones con planes similares organizados por el senador del PRO Humberto Schiavoni. En ambos casos lo hará sin Bullrich, algo que sigue generando malestar en el entorno macrista: no entiende por qué la candidata de JxC no suma de manera orgánica al ex mandatario para asegurar los votos antes de las elecciones.
Mauricio Macri habló con estudiantes de Harvard y originó una polémica con Patricia Bullrich
Es más: allegados a Macri aseguran que le ofreció a Bullrich compartir una visita a Pergamino, pero que nunca le contestaron. Algo similar sucedió hace dos semanas, cuando el ex presidente le propuso a la ex ministra de Seguridad viajar juntos a Córdoba para atraer los votos perdidos en esa provincia tradicionalmente favorable al PRO, pero Macri decidió recorrer solo la provincia porque pidió la agenda de actividades 48 horas antes y nunca se la proporcionaron. “Así no trabajo”, fue el mensaje que le hizo llegar a la postulante de JxC para justificar su decisión y viajar sin compañía alguna.
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Aun así, Macri cumplió el pedido que le hizo Bullrich para hacer campaña en Córdoba: que se alejara de “la casta” y tomara contacto directo con los vecinos en la calle para escuchar qué les pasa y convencerlos de que voten a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio. El ex mandatario estuvo 48 horas recorriendo Jesús María, Villa Allende, Villa Carlos Paz, Oncativo, Villa María y Córdoba capital repartiendo volantes como si fuera un militante raso y pidiendo el voto para Bullrich.
Por eso cerca de Macri no entienden por qué Bullrich no lo integra de manera decidida a la campaña. Es cierto que en la noche de las PASO causó irritación el discurso del ex presidente en el búnker de JxC porque habló de un “cambio de era” y, tras felicitar a la ganadora de la interna opositora, resaltó que “sumando los resultados de Javier Milei y los nuestros es enorme esta mayoría de argentinos que planteamos un cambio profundo como no existió en décadas”. De esa forma no sólo le dio entidad al triunfo del candidato de La Libertad Avanza sino que incluso agigantó la figura del rival de Bullrich con un llamado para felicitarlo (el único que tuvo ese gesto, según dijo con picardía Milei).
Patricia Bullrich llegará acompañada por Mauricio Macri al segundo debate presidencial (Foto REUTERS)
Para colmo, 6 días después de las primarias, cuando el ex presidente estaba en viaje a Marruecos para participar del Mundial de Bridge, Milei anunció en una entrevista radial que, si ganaba las elecciones, Macri “tendría un rol destacado como representante de la Argentina”. Lo desmintió ese mismo día Fernando de Andreis, la mano derecha del ex mandatario, pero el propio Macri recién lo descartó tres semanas después y ante una consulta específica de Infobae: “No voy a formar parte de ningún Gobierno; si no, me hubiera presentado yo en las elecciones”, sostuvo.
Mientras estaba en Marruecos, Macri tuvo una charla telefónica tensa con Bullrich, en la que la candidata le reprochó que no hubiera sido más contundente en negar cualquier acercamiento a Milei. Para el fundador del PRO, no hacía falta y la crítica al libertario lo podía beneficiar. Como informó Infobae, la relación quedó afectada hasta tal punto que, con cierta acidez, Bullrich declaró luego que en Juntos por el Cambio estuvieron “siempre presos de qué iba a hacer” Macri y resaltó: “Tenemos que liberar a todo JxC y que Mauricio se acomode como él crea que se debe acomodar”.
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Esas definiciones, a su vez, irritaron a Macri, pero gracias a mediadores en común pudieron mantener luego una videollamada en la que aflojaron las tensiones y consensuaron lo que iba a decir el ex presidente cuando fuera entrevistado el 11 de septiembre en TN. Bullrich le pidió que quedara muy en claro el apoyo a su candidatura y que tomara distancia lo máximo posible de Milei.
El candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei
Fue lo que hizo Macri: ratificó que la ex ministra de Seguridad es su postulante presidencial (“decir que tengo dos candidatos es no conocerme”, dijo) e incluso se animó a criticar a Milei, a quien le atribuyó “intolerancia a la crítica” y “ponerse violento cuando alguien piensa distinto” de él. Incluso cuestionó al libertario en una de sus tantas referencias elogiosas a Bullrich: “Hay alguien que va a conducir en equipo, sin mesianismos, sin locuras, sino con firmeza en un cambio profundo”.
En ese clima distendido, Macri y Bullrich se mostraron juntos en la presentación del nuevo libro de la candidata de JxC en la Facultad de Derecho de la UBA. Desde entonces, todo transcurrió sin grandes tensiones, más allá del cortocircuito por la visita a Córdoba, pero la semana pasada se reavivó el clima de fricción cuando, de viaje en Estados Unidos, el ex presidente habló ante estudiantes de Harvard y, pese a que respaldó a Bullrich y criticó a Milei, dijo una frase polémica ante una pregunta: “Pienso que vamos a ganar las elecciones, pero en caso de que no sea así, espero que nuestra coalición apoye cualquier decisión razonable de reforma en el Congreso para que Argentina pueda salir de este complicado sistema en el que estamos como una trampa durante tantas décadas”.
Dicen que, molesta por esa definición, pero sin haber sido informada de todo lo que había dicho Macri, se despachó contra el ex presidente: “Estamos en el medio de una pelea electoral y no me parece que en este momento podamos discutir eso porque justamente nuestra fortaleza en esta contienda electoral es nuestra capacidad parlamentaria“, dijo a la radio Urbana Play. Y agregó: “Discutiré con Mauricio por qué hace una definición de este tipo en un momento en el que estamos en una lucha diferente. Lo voy a debatir hoy con él porque me parece algo inconveniente”.
Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, juntos en "la Patoneta" con Néstor Grindetti, Cristian Ritondo y Diego Santilli
Bullrich llamó a Macri ese martes por la tarde y, según afirmaron en el bullrichismo, “aclararon el episodio y lo dieron por terminado”. El ex presidente le explicó en detalle lo que había dicho en Harvard y la candidata aceptó sus argumentos. Pero, 24 horas después, Macri habló durante un encuentro sobre infraestructura en Guatemala y repitió sus elogios hacia Bullrich y sus críticas a Milei, pero, insólitamente, no contestó de manera explícita una pregunta sobre si apoyaría al candidato de La Libertad Avanza en caso de que llegue a la Casa Rosada. Cuando el moderador le hizo notar que no le había respondido, Macri quiso salir del paso con una frase: “Uno nace de un solo equipo”.
Es cierto que cada declaración de Macri es desmenuzada desde la política y el periodismo hasta encontrarle algún matiz favorable a Milei que confirme la tesis del coqueteo, pero también que a veces el ex presidente habla como si fuera un panelista de TV y no un dirigente muy influyente cuyas definiciones (como ya lo comprobó demasiadas veces) inciden en el tablero electoral.
En el equipo de la candidata miran con ilusión la última encuesta de la consultora Fixer: si bien Milei reúne el 34,3% de intención de voto, Bullrich queda tercera con 25,4%, pero a muy poca distancia del 26,1% de Massa, quien perdió 2 puntos en un mes afectado por la creciente crisis económica y aún falta medir el impacto del escándalo de Martín Insaurralde y su paseo en yate por Marbella.
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¿Le conviene a Bullrich dejar en evidencia su malestar con Macri por lo que interpreta que son coqueteos hacia Milei? Muchos piensan que no porque tiene que asegurar los votos duros de JxC, aunque algunos bullrichistas incondicionales creen que así demuestra autonomía y que, en caso de ganar las elecciones, no repetirá el doble comando de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
En Juntos por el Cambio nadie se olvida de que, en la campaña de las PASO, Horacio Rodríguez Larreta perdió 4 puntos en las encuestas cuando criticó a Macri (dijo que Bullrich proponía “el mismo modelo” de “antinomias y peleas” que había fracasado en el gobierno del ex presidente). La lógica indica que Bullrich debería tomarlo en cuenta y no cuestionar a Macri, al menos en la campaña.
Quizá por eso la candidata de JxC llegará al debate acompañada por el ex mandatario y una comitiva que integrarán, entre otros, Larreta, Maximiliano Pullaro, Néstor Grindetti, Jorge Macri y Federico Angelini. Macri no entrará a la Facultad de Derecho porque apunta a no quitarle protagonismo en una instancia decisiva y, sobre todo, a no cruzarse bajo ningún punto de vista con Milei, ese candidato que, como él mismo vaticinó en abril pasado, se encamina a meterse en la segunda vuelta. Lo que nadie predijo entonces que es Juntos por el Cambio iba a crujir y sufrir tanto por culpa del líder libertario.
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