El mediador de la ONU logró que Al-Assad y los rebeldes acuerden celebrar en paz una fiesta religiosa
Brahimi, que transmitió desde El Cairo el acuerdo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a través de una videoconferencia, señaló que la tregua era un "pequeño paso" hacia la resolución del conflicto, aunque advirtió que el alto el fuego no podrá mantenerse tras la celebración de la fiesta religiosa.
El enviado de paz explicó que el acuerdo entre las partes había sido fruto de un arduo trabajo de campo en Siria y de un diálogo constante con los jefes rebeldes y los funcionarios del régimen. El veterano diplomático argelino pidió al Consejo que respalde sus esfuerzos de paz y advirtió que un fracaso podría exacerbar el conflicto, que se prolonga ya durante 20 meses.
El año pasado, un cese del fuego acordado por el predecesor de Brahimi en el cargo, Kofi Annan, se rompió después de unos días.
Horas después del anuncio de Brahimi, el régimen sirio dio su visto bueno al acuerdo a través de Rusia, uno de los pocos aliados internacionales con los que cuenta Damasco.
"Hemos tenido indicaciones de que el gobierno sirio acepta la propuesta del señor Brahimi", dijo el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, tras la reunión celebrada por el Consejo de Seguridad.
El régimen había sembrado dudas antes sobre su posición, al señalar que la cúpula del ejército estaba aún considerando el alto el fuego. Una indecisión que desató las críticas de los opositores. "El régimen no es honesto", dijo George Sabra, vocero del Consejo Nacional Sirio (CNS), el órgano político que aglutina a los insurgentes. Otro miembro del CNS, Halit Hoca, declaró que muchas ciudades sirias fueron cercadas y atacadas ayer por milicias del gobierno, y advirtió que sin la vigilancia internacional no es posible una tregua. El año pasado, las tropas leales a Al-Assad continuaron los combates incluso durante la fiesta religiosa de Eid al-Adha.
A pesar de las reservas de algunos dirigentes rebeldes, Brahimi hizo hincapié en que la mayoría de los líderes opositores con los que se reunió aprobaron la propuesta de la tregua. Sólo un grupo vinculado a la red terrorista Al-Qaeda, el denominado Frente Al-Nusra, anunció a través de Internet su rechazo al cese del fuego. El grupo radical islámico se adjudicó varios atentados en Siria.
El anuncio de Brahimi tuvo una buena recepción en Washington. "Apoyamos el llamamiento para que los sirios puedan celebrar la paz", dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que subrayó que Estados Unidos busca el fin de la violencia en Siria, para lo que, a su juicio, es indispensable la salida del poder de Al-Assad y el comienzo de una transición en el país. En el último debate entre los candidatos presidenciales a la Casa Blanca, tanto el presidente Barack Obama como el candidato republicano, Mitt Romney, estuvieron de acuerdo en que no se puede solucionar la crisis siria mediante el uso de las armas.
Ayer continuaron los combates en el país. Según fuentes de la oposición, por lo menos 124 personas murieron en enfrentamientos entre fuerzas rebeldes y el ejército. En la provincia de Idlib, cercana a Turquía, tropas del gobierno volvieron a atacar zonas controladas por los rebeldes. En Duma, cerca de Damasco, se produjo una masacre que habría dejado unos 20 muertos, entre ellos mujeres y chicos, según activistas, mientras que la agencia de noticias estatal Sana responsabilizó de esa acción a "grupos terroristas".
Agencias AFP, ANSA y Reuters
Hezbollah, bajo presión
La oposición pide su salida del gobierno del Líbano
Un nuevo gobierno
El principal bloque opositor del Líbano, el Movimiento 14 de Marzo, del ex presidente sunnita Saad Hariri, culpó ayer al régimen sirio por la muerte de un alto funcionario de los servicios de inteligencia, y exigió la renuncia del gobierno libanés, una coalición en la que tiene gran influencia el partido-milicia chiita Hezbollah, aliado del régimen de Bashar al-Assad
EE.UU., por el cambio
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, llamó a todos los partidos del Líbano a apoyar los esfuerzos del presidente Michel Suleiman para formar un "gobierno responsable", y advirtió que un fracaso del proceso podría generar un vacío de poder que sería aprovechado por el régimen sirio o sus aliados. "No queremos más inestabilidad ni una mayor violencia", dijo Clinton.
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