La administración de Daniel Scioli se fue de la provincia de Buenos Aires batiendo un récord: siete años sin informar cuánta deuda pública acumulaba el Estado bonaerense. Sus sucesivos ministros de Economía ignoraron este deber público: desde el histórico contador de la familia Scioli, Rafael Perelmiter, pasando por el histriónico Alejandro Arlía y la obediente Silvina Batakis. Y hoy los bonaerenses se enteran de que deben más de 122 mil millones de pesos, lo que equivale a un tercio del presupuesto provincial.

Los datos, entre los que se destaca que sólo en 2015 se emitió un 35% más deuda que en 2014, fueron publicados por el Ministerio de Economía, ahora bajo la conducción del macrista Hernán Lacunza. Se entiende: la información legitima el discurso vidalista de la “provincia quebrada”.

Con las cuentas públicas en llamas y un pedido de endeudamiento de la administración de María Eugenia Vidal en el Presupuesto 2016 aprobado en una calurosa jornada de enero pasado, la lógica indica que el año electoral pesó y mucho en este incremento, que deja hoy a la provincia en el tope de las más endeudadas, con un rojo de 122.084,8 millones de pesos al 31 de diciembre pasado.

De ese monto, el 57,9% está en monedas extranjeras (mayoritariamente dólares y euros) y el 32,1% restante, en pesos.

De todo ese monto, poco más de $18.300 (un 15 por ciento) vence este año; mientras que unos $53.717 millones (un 44% del total) vencen después de 2021 y unos $50.054 millones (un 41% de la deuda pública bonaerense) vencen entre 2017 y 2021.

MÁS DEUDA. Con un presupuesto aprobado de 354.244.282.441 pesos y un endeudamiento previsto en esa ley sancionada el 14 de enero pasado por $60.000, sólo resta esperar que esa deuda se incremente, ya que también se le suman colocaciones de bonos y letras provinciales.

La frialdad de los números marca que la deuda significa más de un tercio del presupuesto anual de la administración bonaerense. Y también que este informe trimestral de Deuda Pública es el primero que se publica desde 2009, casi toda la era sciolista.

“Con la publicación de este informe ponemos fin a más de 7 años de opacidad en el manejo de las estadísticas de deuda pública de la provincia de Buenos Aires. La transparencia es un eje central de la nueva administración provincial", afirmó el subsecretario de Finanzas bonaerense, Guido Sandleris.

Teniendo en cuenta que cerca del 80% de la recaudación propia bonaerense procede del impuesto a los Ingresos Brutos -uno de los más regresivos que se aplican en todo el sistema tributario- por ahora resta saber cuándo se encarará un plan de desendeudamiento que permita un desahogo a las cuentas públicas y un descanso para los bolsillos de los contribuyentes. Con una inflación proyectada del 40% y la economía estancada, esa meta parece hoy inviable.