"No hay que sacarle la vista a ningún distrito", avisa un dirigente de Cambiemos en referencia a la elección de 2019 en la provincia de Buenos Aires. Es que si bien el resultado de los recientes comicios dejó el sabor dulce de la victoria, el oficialismo ya trabaja con la mira puesta en revalidar laureles en algunos partidos y en otros con la obsesión de una victoria que se viene negando.
Los números están sobre la mesa. Si bien Cambiemos gobierna en 69 municipios, en las elecciones legislativas se alzó con el triunfo en 113 de los 135 municipios. Matemática básica mediante, consiguió ganar en 44 comunas más, en donde no es oficialismo. "Tenemos la expectativa de ganar las intendencias en esos municipios", explica un estratega electoral en suelo bonaerense en diálogo con ámbito.com.
Como para ganar tiempo, Cambiemos está por sumar por estos días a un nuevo intendente a sus filas para llegar a los 70. Se trata de Guillermo Britos, jefe comunal de Chivilcoy. Es una buena noticia para el oficialismo, porque ese distrito es tierra de Florencio Randazzo, pero también del actual viceministro del Interior, Sebastián De Luca, por lo que el pase aclara el panorama. El excomisario se inició en la política de la mano de Francisco De Narváez, para recalar más tarde en el massismo. "Britos tiene que ver más con nosotros que con la lógica de Massa. Tenía todo para venir pero no venía", analiza otro articulador del oficialismo.
Sabido es que las Primera y la Segunda secciones electorales son clave, no solo para ganar en la Provincia sino para inclinar la balanza a nivel nacional, algo que estará en juego en 2019. Es por eso que en el mapa de táctica y estrategia, Cambiemos ya tiene marcados con chinches los partidos en donde buscará colocar intendentes propios, además de sumar votos a la causa de Vidal y Macri.
Armadores de la primera hora cuando la candidatura de Vidal sonaba a una aventura sin futuro, rememoran que "hace cuatro años nos costaba tener dirigentes, pero ahora tenemos nombres para mostrar en cada distrito y están bien definidos los liderazgos territoriales". En ese sentido, la gobernadora, sigue con atención los movimientos y define los pasos a seguir con su jefe de Gabinete, Federico Salvai, a quienes se suma Alex Campell, subsecretario de Asuntos Municipales, y hombre de confianza en la relación con los intendentes.
En la Primera, en donde Cambiemos ganó con el 40,59% de los votos en la categoría de Senadores (casi 116 mil votos de diferencia), los distritos apuntados son San Martín, Ituzaingó, Tigre, Hurlingham, Escobar y San Fernando. Allí, parte de la responsabilidad del armado político recae en el diputado provincial César Torres, quien además tuvo a su cargo la fiscalización en las últimas elecciones, y además en dupla con el senador Walter Lanaro también articula en la Tercera.
El rompecabezas se va armando. En San Martín, si bien el PRO tiene al menos tres corrientes, Santiago López Medrano, ministro de Desarrollo Social bonaerense, saca algo de ventaja y aparece como el candidato de la unidad. En Tigre, donde Cambiemos ganó, inclusive relegando al propio Sergio Massa, aparece el actor Segundo Cernadas quien encabezó la lista vencedora de concejales. En Hurlingham, Lucas Delfino, subsecretario de Asuntos Municipales de la Nación, venció en la categoría de concejales, y es el candidato firme para 2019.
En la Tercera, Cambiemos terminó más que conforme con el segundo lugar conseguido con el 34,74%, uno poco más de 331 mil votos por detrás de Unidad Ciudadana en la categoría de senadores. Por supuesto que allí fue fundamental lo hecho en La Matanza, en donde el diputado nacional electo por la provincia Hernán Berisso es el responsable del armado de Cambiemos. La estrategia fue definida: presencia territorial y presencia del Estado provincial y la Nación con programas sociales y obras en los barrios postergados.
Ver la foto final de las elecciones pasadas en comparación con las de 2015, arrojan datos que son base de sustentación hacia el futuro. En primer lugar, se cumplió con el objetivo de superar la barrera del 28% pedida por el espacio, pasando del 24,7% de las PASO a 30% en las generales en categoría senador nacional. Eso fue posible gracias a que en el Primer Cordón se duplico y en algunos caso se triplico la cantidad de votos hacia Cambiemos con respecto a el 2015. En el Segundo y Tercer Cordón, se paso de un 10% de votos promedio del 2015 a un 20% promedio ahora.
De cara a 2019, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, fue el facilitador elegido por Vidal, y aparece como el candidato natural para pelear por el sillón municipal. La semana pasada, el diputado nacional electo, Héctor "Toty" Flores hizo público el respaldo a una posible candidatura de Finocchiaro y ya piensa en proyectos sociales para apuntalar la presencia de Cambiemos en La Matanza.
También en la Tercera, Cambiemos ve posibilidades en Avellaneda con la ahora electa senadora Gladys González. En Lomas de Zamora el panorama presenta algunas incógnitas porque están en carrera Gabriel Mercuri (algunos en Cambiemos creen que "el apellido le juega en contra") y Hernán Lewin, subsecretario de Innovación y Experiencia Ciudadana, reconocido por la pelea que dio contra los barras cuando fue presidente de Temperley. Aparece además un tapado cuyo nombre aún se conoce: un empresario local con lazos con el PRO de la ciudad de Buenos Aires.
Otras apuestas son en Almirante Brown con Carlos Regazzoni y Esteban Echeverría, con el subsecretario de Tierras, Urbanismo y Vivienda bonaerense, Evert Van Tooren. Una poco más allá, en Cañuelas aparece como un "número puesto" el concejal del PRO Santiago Mac Goey.
La confianza de los dirigente de Cambiemos radica también en la potencia electoral que aportará Vidal en una campaña en donde descuentan irá por la reelección en la Provincia. "Las elecciones para el Ejecutivo son más difíciles de ganar, pero en 2019 el candidato a intendente que pongamos va a ir con María Eugenia Vidal. Ahí tenés un factor muy importante que es la gobernadora recorriendo los partidos y consolidando la gestión", dice entusiasmado un dirigente bonaerense.
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