Las refresqueras afirman que las bebidas saben igual sin importar el empaque: misma receta, mismos ingredientes y el mismo proceso de fabricación... pero
Por: Carlos Martínez.
Aunque las compañías refresqueras buscan que sus bebidas tengan un gusto uniforme y que el contacto con los materiales del empaque no altere su sabor, no se puede negar que tomar un refresco en botella de vidrio, plástico o aluminio si cambia la experiencia. Pero, ¿es un tema de percepción o en realidad el sabor cambia?
De acuerdo a un artículo de la química en alimentos Sara Risch, publicado en Popular Science, es posible que el sabor efectivamente sea distinto. Esto porque los materiales de los empaques reaccionan distinto con la bebida.
Por ejemplo, el polímero que recubre las latas de aluminio puede absorber pequeñas cantidades del sabor soluble en el refresco, este recubrimiento es para evitar que el metal contamine a la bebida. Aún así la lengua es muy sensible al sabor del metal y al abrir una lata es posible que el sabor a metal esté más presente.
En el lado opuesto de la balanza, la botellas de PET contienen bisfenol que puede mezclarse con el líquido —aunque esta contaminación es mínima ya que es regulada por el gobierno, sí es suficiente para alterar el sabor—.
¿Por qué el refresco de vidrio sabe distinto al de lata y PET?
Empresas como Coca-Cola afirman que la bebida sabe igual sin importar el empaque: misma receta, mismos ingredientes y el mismo proceso de fabricación cada vez, “su percepción del gusto puede verse influenciada por muchas cosas, como qué tan fría está la Coca-Cola o si la bebe directamente de la lata o la vierte en un vaso”, describen en su sitio web.
Sin embargo, muchas personas consumidoras sostienen la bebida cambia.
Refresco en plástico
La experta dice que el acetaldehído de las botellas de plástico podrían pasar al refresco y afectar su sabor aún en cantidades mínimas, incluso la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) regula estos contactos químicos.
Otros especialistas agregan que el plástico es más permeable al CO2 que el vidrio o aluminio, es decir, la efervescencia de la bebida se escapa más rápido. Además, si el recipiente está tibio, se liberará más CO2 al abrirlo.
Refresco en lata
El interior de las latas de aluminio está revestido con un polímero que puede contener BPA o Bishfenol A, con lo cual se evita el contacto del refresco con el metal.
Refresco de vidrio
En este caso, el vidrio es la mejor opción para saborear pura e inalteradamente un refresco, afirma Popular Science, pues es el material más inerte en el que se sirve; sin embargo, también es posible percibir cambios en sus características, pues se pueden ver afectadas por:
- Exposición a la luz.
- Tiempo exhibidas en las estanterías de las tiendas.
Así que un escenario ideal para beber un refresco es en vidrio, almacenado lejos de la luz y poco tiempo después de su producción.
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