También colaboraron partidos provinciales. Evolución radical dio cuórum, pero votó en contra, como el resto de JxC, que denunció un pacto entre el ministro de Economía y el libertario.
Por Mauricio Cantando
La Cámara de Diputados aprobó este martes el proyecto para eximir del pago del impuesto a las Ganancias a trabajadores y jubilados que ganen menos de 15 salarios mínimos (1.770.000 pesos brutos mensuales), presentado por el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, quien estuvo en el recinto para festejar. La iniciativa obtuvo 135 votos a favor, a partir de una alianza variopinta que logró el Frente de Todos con la izquierda, partidos provinciales, La Libertad Avanza de Javier Milei y la dupla del socialismo, que el viernes había anunciado su rechazo, pero al final se volcó a favor. Juntos por el Cambio no respaldó y acusó un pacto Massa-Milei, pero no pudo evitar otro capítulo de su interna, cuando un sector de Evolución radical, la bancada identificada con Martín Lousteau, ayudó con el cuórum.
La sesión se desarrolló con una ruidosa manifestación de dirigentes sindicales en las inmediaciones del Congreso para celebrar un proyecto que, de aprobarse, permitirá que sólo haya 90 mil contribuyentes de Ganancias, entre trabajadores y jubilados. Es universo hoy llega a 800 mil. Se prevén dos actualizaciones anuales (en enero y julio, cuando sube el salario mínimo) y escalas de entre 27 y 35%. Massa arribó por la tarde al Congreso, junto al director de Aduana, Guillermo Michel, y al director de la AFIP, Carlos Castagnetto. El ministro ingresó al recinto minutos antes de la votación y se ubicó en un palco junto a los sindicalistas Héctor Daer (sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Pablo Moyano (Camioneros), quien hizo la señal en V y provocó la reacción de Juntos por el Cambio, que casi abandona el recinto. "¡No puede ser! ¡Está violando el código electoral!", gritó Juan Manuel López de la Coalición Cívica. Invitó a sus pares a irse, pero sólo desde el PRO amagaron a seguirlo; recién después de la votación se fueron casi todos.
El Frente de Todos tenía el cuórum garantizado este lunes, con una alianza de partidos provinciales de Río Negro, Misiones, tres miembros del interbloque federal (Alejandro Rodríguez, Natalia de la Sota y Graciela Camaño) y tres monobloques: el de los gobernadores electos Claudio Vidal (Santa Cruz) y Rolando Figueroa (Neuquén); y el riojano Felipe Álvarez, exaliado del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. A cambio, este grupo presentó y pidió tratar más adelante un proyecto de ley para que el 30% de la recaudación del impuesto al cheque se gire a las provincias (hoy va todo a la ANSES), que permitiría recuperar lo que pierden por la merma de la recaudación de Ganancias, que es un impuesto coparticipable. Lograron atraer al socialismo, representado en Mónica Fein y Enrique Estévez, pero no al trío de bancas referenciado con el gobernador Juan Schiaretti.
Aún con el número garantizado para sesionar, la jornada tuvo sorpresas. Temprano, Milei anunció que daría cuórum y votaría a favor junto a sus dos aliadas (Victoria Villarruel y Carolina Piparo). Y así fue: ingresó al recinto poco después de las 13, la hora de convocatoria. Casi al mismo tiempo ocuparon sus bancas cuatro miembros de Evolución radical: Emiliano Yacobitti, Dania Tavela, Marcela Antola y Gabriela Brouwer de Koning, interesada en la aprobación del proyecto que crea la Universidad de Río Tercero, su ciudad. La iniciativa ya se había caído dos veces en diciembre y había mucha presión local para que no volviera a pasar.
La rebeldía de Evolución -que después votó en contra del proyecto- significó una nueva interna en Juntos por el Cambio, donde la mayoría de la UCR quería abstenerse, pero aceptó el rechazo por pedido del equipo económico de la candidata presidencial, Patricia Bullrich. Por si acaso, este martes por la tarde, volvieron a chequear con la exministra por si había cambiado de opinión. No hubo abstenciones en JxC pero si 17 ausencias, entre ellas las de los gobernadores electos Claudio Poggi (San Luis) y Marcelo Orrego (San Juan). Tampoco estuvieron Facundo Manes (UCR) y María Eugenia Vidal (PRO).
El debate se llevó a cabo en un clima de campaña, en el que JxC denunció un acuerdo de Milei con Massa para despotricar contra un proyecto que consideraron un incentivo a la hiperinflación, porque estiman que el 0,24% del PBI que resigna el Tesoro (según la proyección de la Oficina de Presupuesto) sólo podrá recuperarse con emisión monetaria.
Los oradores oficialistas ignoraron a Milei (el jefe de la bancada oficialista, Germán Martínez, celebró "un acuerdo amplio", sin excepciones) y aseguraron que para no financiar la reforma de Ganancias con emisión, la oposición puede aprobar una serie de medidas fiscales incorporadas en el Presupuesto 2024, en un apartado llamado separata, que propone quitarle beneficios a multinacionales, propietarios de campos en el exterior o empresas tecnológicas radicadas en Tierra del Fuego. "Hay un potencial de recaudación del 4,72% del PBI. El argumento del déficit fiscal no es válido, no se puede caer siempre el peso a los niveles más bajos de la sociedad", sostuvo Carlos Heller.
Polarizar con Milei
Para disimular su interna, JxC trató de polarizar con Milei y denunciar una connivencia con Massa y con los sindicalistas que celebraron la baja de Ganancias, un línea discursiva que, comentaban en los pasillos, pronto incorporará Bullrich a su campaña electoral. Lograron al menos que el libertario tomara el micrófono para responder.
Quien abrió ese juego fue Alejandro Cacace, de Evolución radical. "Estamos entre dos populismos. Uno regalando como Papó Noel y rifa las finanzas. Y también otro que habla mucho de responsabilidad fiscal, pero acá vota y apoya una medida que hunde las finanzas del Estado. Entre ellos dos, JxC elige la responsabilidad para con los ciudadanos y el futuro de la patria", desafió.
Redobló la apuesta Luciano Laspina, del PRO. "Un candidato anarcolibertario dice que la justicia social es inmoral y, si por justicia social entendemos lo que estamos votando hoy, tiene razón. En este cuadro de situación, darle un alivio tributario, que en otro contexto económico sería bienvenido, al 15% de los trabajadores de mayores ingresos en Argentina, es inmoral".
Milei ya había enviado un comunicado para calificar de "demagógica" la reforma de Ganancias, porque el Gobierno "tuvo cuatro años para dejar de robarle a los laburantes y se acuerdan en plena campaña" En el recinto, ratificó su decisión de aprobar el proyecto de todas maneras porque "el Estado es una organización criminal que se financia recaudando impuestos". "Tenemos que bajar los impuestos y el déficit. Me llama la atención el planteo de la oposición amarilla que hablan tanto de la irracionalidad. Quizás no los quieren sacar (al oficialismo). Los necesitan de socios para mantener los negocios de la casta", dijo.
Rodrigo De Loredo, de Evolución, no usó metáforas. "Agradezco esta infame sesión que exhibe con excesiva claridad que el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner es el de Javier Milei. Estamos acá para advertirlo e impedirlo". Le siguió su coterráneo Mario Negri, jefe de la UCR. "Que casi todo el arco político, desde la izquierda a la ultraderecha, apoye el proyecto de un ministro candidato que duplicó la inflación en un año, es llamativo. JxC no va a especular electoralmente cuando hay riesgos serios de hiperinflación".
Respondió el jefe del oficialismo, Martínez, ya con Massa y los sindicalistas en el palco. "Le metieron la mano a 2,5 millones de trabajadores cuando fueron Gobierno, cobrándole Ganancias. Ahora queremos bajar los impuestos y nos dicen que nos tomemos tiempo", chicaneó.
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