Reelecciones indefinidas en Buenos Aires: nadie las apoya, pero nadie las descarta

Reelecciones indefinidas en Buenos Aires: nadie las apoya, pero nadie las descarta

Cambiar la ley de 2017 que pone tope vuelve a ser parte de la rosca. ¿Se cuela en la discusión del Presupuesto? Teléfonos humeantes en el conurbano. Nominados.

 

Por Juan Rubinacci

La modificación a la ley que pone tope a las reelecciones indefinidas en Buenos Aires vuelve a tomar cuerpo justo antes del debate final que se dará en la Legislatura bonaerense por el Presupuesto 2025 de Axel Kicillof. Si bien casi todas las fuerzas dicen rechazar un cambio a la normativa, nadie se atreve a cerrarle la puerta en el marco de una mega discusión.

Es que, como contó Letra P, día a día van sumándose proyectos a un temario imposible de pensar para una sola sesión, como está previsto que Diputados realice el próximo 19 de diciembre. Aprovechando la ocasión, un sector del intendentismo bonaerense empezó con los llamados a miembros de la Legislatura que no tienen chances de volver a postularse el año que viene, para conocer qué posición tomarían en un eventual debate por el tema.

La ley 14.836 prohíbe más de una reelección consecutiva para cargos ejecutivos y legislativos (intendencias, bancas en el parlamento y en los concejos deliberantes y en las consejerías escolares. Excepto los bloques que tienen la firme postura de no modificar la norma impulsada en 2016 por el Frente Renovador de Sergio Massa durante el gobierno de María Eugenia Vidal -la tropa de la gobernadora acompañó-, el resto de los espacios tiene fisuras internas respecto de la posición a tomar.

Sergio Massa y María Eugenia Vidal. En 2016 empujaron el fin a las reelecciones indefinidas.

El rechazo del PRO, la UCR, LLA y la oposición dialoguista

El último antecedente del caso, que podría repetirse este año, es la discusión de 2021, cuando se modificó el texto original con el argumento de que era incorrecto legislar de manera retroactiva, por lo que se permitió a funcionarios presentarse a competir por un mandato más. Nadie descarta que ahora pueda volver a encontrarse un argumento reglamentario para volver a dar marcha atrás. Sería un debate incómodo.

El primero en cruzar públicamente la iniciativa fue el PRO, que puso a Kicillof como impulsor del proyecto, aunque éste no tenga origen en su despacho en La Plata. A la embestida se sumó el bloque libertario dialoguista, encabezado por los diputados Fabián Luayza y Gustavo Cuervo, quien sostuvo que “es una burla para la sociedad que, en medio de la crisis económica y social que atraviesa el país, la dirigencia quiera enquistarse en el poder”.

El radicalismo, que no hizo público ningún comunicado, también rechaza otra modificación a la ley, lo mismo que el Frente Renovador, integrante de la coalición Unión por la Patria, justo de donde surge la propuesta de volver a revisar lo sancionado en 2017. La Cámpora, el kicillofismo y el peronismo del interior no empujan el cambio: para descifrarlo, hay que mirar al conurbano bonaerense.

Si bien los legisladores evitan el tema ante la consulta periodística, nadie descarta que se pueda colar en el debate de fin de año, cuando oficialismo y oposición discutan Presupuesto, Ley Fiscal Impositiva, endeudamiento, eliminación de las PASO, nombramiento de magistrados, recambio de autoridades en Diputados, reforma jubilatoria para empleados del BAPRO, empresa de medicamentos, régimen penal juvenil y fondos para obras municipales, entre otros proyectos.

Los pesos pesado que arman la valija

El 60% de los municipios de Buenos Aires tendrá nuevo apellido en 2027. Son 81 nombres, sobre los 135 que gobiernan intendencias, que no tienen chances de competir por otra reelección. Los más destacados por el tiempo que hace que gobiernan son Miguel Lunghi (Tandil) y Miguel Gargaglione (San Cayetano), que dejarán sus sillones tras gobernar 24 y 20 años respectivamente de manera ininterrumpida.

Los intendentes radicales Maximiliano Suescún (Rauch) y Miguel Lunghi (Tandil).

En el peronismo se anotan varios pesos pesados: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza) y Mario Ishi (José C. Paz), todos muy cercanos a Kicillof. En el conurbano, además, dirán adiós Juan José Mussi (Berazategui), Gustavo Menéndez (Merlo), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela) y Fabián Cagliardi (Berisso).

En esta tropa también se alista la intendenta de Moreno con credencial del Movimiento Evita, Mariel Fernández, Federico Achával (Pilar), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Mayra Mendoza (Quilmes) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).

Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Fernando Espinoza (La Matanza).

Opositores sin chances de reelección

Tampoco podrán postularse, por el radicalismo, Maximiliano Suescún (Rauch), Martín Randazzo (Lamadrid), Esteban Reino (Balcarce), Esteban Santoro (Madariaga), Emilio Cordonnier (Ayacucho), Osvaldo Di Nápoli (General Belgrano), Jorge Castro (Monte), Arnaldo Harispe (Lezama) ni Matías Rapallini (Maipú), entre otros.

El PRO alista a Guillermo Montenegro en General Pueyrredón (Mar del Plata), Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino) y Sebastián Abella (Campana). Salvo Montenegro, son todos modelo 2015. Lo mismo ocurre con Diego Valenzuela (Tres de Febrero), que tampoco podrá postularse, pero que ya milita en la tropa milei-bullrichista.

Sin embargo, los primeros que deberían armar las valijas son los legisladores a quienes se les vencen sus mandatos en 2025. Es una cantidad considerable, con un par de nombres que resuenan fuerte, ya sea por trayectoria en la cámara o por el peso político. Esa lista la integran Cuto Moreno, Teresa García y Luis Vivona, por UP; y Matías Ranzini, Adrián Urreli y la bullrichista Daniela Reich, esposa del intendente Valenzuela. Todos llegaron a la Legislatura en 2017.

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