Se reaviva el debate sobre la normativa de 2016 que limita la reelección de intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares en la Provincia. Un grupo de senadores explora la vía legislativa e incluso la judicial.
Por María Belén Robledo
La ley que limita las reelecciones de intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares en la provincia de Buenos Aires volvió a la escena política esta semana cuando, en el marco de las discusiones por el Presupuesto 2025 y la Ley Fiscal Impositiva, el tema se coló en las negociaciones.
Los intendentes fueron los que elevaron la voz contra la normativa en vigencia , que fue sancionada en 2016 durante la gestión de María Eugenia Vidal y reeditada en 2021. Es que la mayoría de los mandatarios comunales bonaerenses, del peronismo, pero también algunos de la Unión Cívica Radical, empezaron a renegar de la idea de no poder volver a competir en 2027.
Desde los albores de este año, un grupo de intendentes de Unión por la Patria comenzó a tender puentes con la Legislatura y empezó el camino de exploración de una marcha atrás de esa ley.
“Esa ley es anticonstitucional. Sacaron una ley sin tener en cuenta la Constitución. Yo hice un trabajo para presentarlo en la Corte directamente, lo está analizando el Asesor General de Gobierno o iremos por la vía legislativa a ver qué es lo que pasa”, dijo el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi (UxP) en el streaming Uno Tres Cinco. Con él coincidieron varios de sus pares, que entendieron que sería un dolor de cabeza pensar en los esquemas electorales para los próximos años.
Según pudo conocer Buenos Aires/12, el tema ganó terreno en las conversaciones en esta etapa final del año, especialmente en los pasillos del Senado, lo que hizo estallar a la oposición.
En Unión por la Patria se suma una dificultad: el Frente Renovador que comanda Sergio Massa fue autor de la iniciativa y se plantó en contra de cualquier reforma cuando se puso en discusión la última vez. En la Cámara baja este espacio tiene diez bancas y una en la Cámara alta.
El PRO puso el grito en el cielo mientras la UCR mira con cautela
El partido de Mauricio Macri no tardó demasiado en exponer su posición. Con la conducción de Cristian Ritondo a nivel bonaerense, el sector amarillo dejó en claro su rechazo a modificar la ley.
“El PRO rechaza con firmeza el intento de Axel Kicillof de reinstalar las reelecciones indefinidas en la provincia de Buenos Aires. Esta maniobra representa un grave retroceso institucional que pone en riesgo la calidad democrática y prioriza intereses personales por encima de las necesidades de los bonaerenses”, aseveraron en un comunicado. Ante la consulta de Buenos Aires/12, desde el espacio aseguraron que no hay grietas internas en este tema: “Fue validado por toda la conducción provincial”, sentenciaron.
Para el PRO, la normativa marcó “un antes y un después en la lucha contra el clientelismo y los feudos políticos”. Tras la modificación de la norma en 2021, hubo intendentes amarillos que fueron por un tercer mandato.
El tema escaló y desde el bloque de Unión Renovación y Fe, los llamados “libertarios dialoguistas” que cuentan con un importante bloque de nueve escaños, salieron a rechazar una posible reforma, pero no evitaron disparar contra el radicalismo y el PRO, a quienes tildaron de “cómplices” del peronismo.
Desde esta bancada manifestaron “su más enérgico rechazo a la iniciativa que impulsa el oficialismo de la provincia de Buenos Aires con sus socios estratégicos del Pro y el radicalismo bonaerense, pretendiendo dejar sin efecto el límite a las reelecciones establecido por ley 14.836”.
“Es una burla para la sociedad toda que, en medio de la crisis económica y social que atraviesa el país, la dirigencia quiera enquistarse en el poder y perpetuar sus privilegios”, manifestó el bloque que preside Gustavo Cuervo.
Un punto clave de la negociación está en el radicalismo y su desorden interno. En la Cámara de Diputados, hay dos bancadas boina blanca, la oficialista que conduce Diego Garciarena y la que responde al tándem Manes-Lousteau, que dirige Claudio Frangul.
Como dio cuenta Buenos Aires/12, el flamante titular del Comité Provincia, Miguel Fernández, buscará alcanzar la unidad de los espacios, aunque parece difícil. Otra tarea compleja será la de coordinar los intereses de legisladores e intendentes, como es el caso del tema en cuestión.
“Si aprobamos esto, se la dejamos servida a Milei para que salga a disparar con todo una vez más. No la veo”, ironizó un legislador del partido centenario.
A esto se sumó el mensaje del titular de la bancada de UCR+Cambio Federal, Garciarena, quien sostuvo que "es muy difícil avanzar en el tratamiento de leyes que pretende el gobernador cuando no hay diálogo" y sentenció al señalar que "a este ritmo, va a ser casi imposible sesionar antes de febrero o marzo". Antes, junto a sus pares Agustín Forchieri y Maricel Etchecoin, pidieron vía nota formal al Gobierno bonaerense rendir cuentas de la ejecución presupuestaria y de deuda hasta el momento.
El camino de una ley que le trajo dolores de cabeza a la política
En 2016 se sancionó la ley 14.836, impulsada por el Frente Renovador y por Cambiemos. La misma se volvió una bandera de la entonces gobernadora bonaerense y actual diputada nacional por la CABA, María Eugenia Vidal.
Pero esa normativa se parió mal. Es que, al momento de la reglamentación, que estuvo a cargo del entonces ministro de Gobierno y actual senador de La Libertad Avanza, Joaquín de la Torre, se incluyó un “truco”. Como estaba redactado el texto, los jefes comunales podían pedir licencia antes de cumplir los dos años en el cargo y luego volver a presentarse.
Eso generó la “fuga” de decenas de intendentes hacia cargos en el Poder Ejecutivo nacional o provincial, como así también a las bancas de la Legislatura. Con todo, durante el debate por el Presupuesto y la Ley Fiscal de finales de 2021, ya bajo la administración de Axel Kicillof, se puso en debate la reforma de la misma y se reformó a partir de la ley 15.315.
En esa norma se estableció que intendente y concejales “durarán en sus funciones el término de cuatro años y podrán ser reelectos por un nuevo período”, en tanto que aclara que “si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período” y que “quedan comprendidos en la prohibición todos aquellos que hayan asumido su cargo por un segundo periodo sin importar que el mismo haya sido ejercido total o parcialmente”.
En ese debate de 2021, el Frente Renovador, con el Frente de Todos ya en funciones, no solo manifestó su rechazo, sino que pidió la votación nominal, para que se expresase con nombre y apellido quiénes votaron a favor o en contra. En el PRO, en tanto, se abrió una grieta: los legisladores “vidalistas” manifestaron su rechazo, los que respondían a los intendentes, acompañaron la reforma, que permitió que volvieran a presentarse en 2023.
Con todo, se trata de una discusión que tiene en vilo a más de la mitad de los intendentes de la provincia de Buenos Aires y que abrió una nueva etapa de tensiones. La reforma de las reelecciones indefinidas forma parte, además, de un gran paquete de debates que tiene que ver con la reforma electoral que impactará en la Provincia y que incluye la posible suspensión de las PASO y un eventual desdoblamiento de los comicios.
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