Gracias a sus precios y la recuperación relativa de salarios, el consumo interno de vinos mostró un repunte del 8,3% en el primer cuatrimestre del año y alcanzó los 3.088,9 millones de hectolitros.
El alza -cada hectolitro equivale a 100 litros- se explica fundamentalmente por su abaratamiento en comparación con otras bebidas y la recuperación relativa de los salarios, según un informe de la consultora ABECEB divulgado hoy.
En tanto, el repunte en el mercado interno observado en lo que va del año fue apalancado por elabaratamiento relativo de este producto con relación a otras bebidas como cervezas y gaseosas.
Si bien esto “se ha venido observando desde mediados de 2012, la tendencia se acentuó a partir del segundo semestre de 2014: entre julio del 2014 y marzo de 2015 los precios de los vinos se incrementaron un 10,7%, versus un aumento de 21,8% de las cervezas”, indicó el reporte.
También incidió en forma favorable la leve recuperación registrada en el salario real, que está dando “cierto impulso al consumo interno en general”, expresaron los economistas.
La mejor performance fue registrada por los varietales que exhibieron una mejora del 13%, mientras que las otras variedades que son las de mayor consumo interno, crecieron el 7,9%.
En cuanto a la demanda por color, el consumo de tinto creció 9,3%, por lo que alcanzó a representar el 76,7% del consumo total, mientras que el de blanco mostró un aumento del 5,3%.
Sin embargo, en el segmento de vinos varietales, la tendencia es la opuesta, ya que en esta variedad el consumo de vino blanco creció a una tasa del 28,7% contra el 10,6% del tinto.
La demanda interna revirtió así la caída de 4,1% sufrida en 2014; en aquella oportunidad, la baja estuvo explicada tanto por los vinos sin mención varietal (-4,8%), como también por los gasificados (-32%) y los varietales (-1,1%).
En buena medida, la recuperación se asocia a la baja base de comparación de 2014, “de hecho, la apreciación cambiaria y el aumento de los costos logísticos (dado que la producción se concentra lejos de los puertos de exportación) continúan afectando la competitividad de la industria”, manifestaron.
Así, a pesar del reciente repunte de las ventas externas, la rentabilidad de los exportadores seguirá comprometida y dificultará la colocación de estos productos en el exterior.
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