Según un estudio, realizado por un equipo de investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston, las bebidas energéticas comprimen los vasos sanguíneos, restringiendo así el flujo de sangre a los órganos vitales.

En la investigación se realizó el ultrasonido del endotelio –un tejido que cubre la zona interna de los vasos sanguíneos– de 44 estudiantes “sanos” y no fumadores. Este análisis se realizó antes de que los participantes tomaran una bebida energética de 0,7 litros y 90 minutos después de haberlo hecho.

Los resultados mostraron que el diámetro interno de los vasos sanguíneos, en promedio, se había reducido a casi la mitad tras la ingesta, lo que sugiere un deterioro agudo en la función vascular. Los autores de la investigación consideran que ese efecto negativo en el endotelio puede estar relacionado con la combinación de ingredientes que contiene una bebida energética, como la cafeína, la taurina y el azúcar, entre otros.

Por su parte, la nutricionista Florencia Peláez (MP 561) indicó que los energizantes son muy utilizados para los deportistas porque les viene muy bien para esa “nafta” que le puede aportar al organismo durante la práctica de alguna actividad física. Sin embargo, recomendó que es preferible hacerlas en casa de manera más sana y económica.

Según explicó, en un litro de agua, hay que colocar entre tres y cuatro cucharadas de azúcar, una pizca de sal y exprimir una fruta que puede ser limón o naranja.

“El azúcar es para incorporar los hidratos de carbono (energía), la sal es por el sodio y los electrolitos que se pierden en la práctica del deporte por la transpiración”, indicó.

“Estas bebidas hechas en casa las recomiendo al terminar de realizar actividad física. Muchos deportistas entrenan dos horas y a la hora, es ideal tomar esta bebida de rehidratación casera”.

Cuidado con las bebidas a base de soja

Respecto a los jugos realizados a base de soja, Peláez dijo que “hoy se consume bastante seguido en edades muy tempranas, el problema es que lo consumen como agua y no es la idea, si bien tiene proteínas e hidratos de carbono, no está aconsejado tomarlo porque sí o que reemplace al agua. Puede formar parte de un desayuno o merienda acompañado de una fruta o tostada pero que no sea algo de todos los días, tiene un montón de componentes que no son muy buenos que digamos. A una persona que quiere bajar de peso no le aconsejo que consuma esta bebida todos los días ni como una infusión”.

En relación a los edulcorantes, “a mis pacientes trato de inculcarles que no los consuman. No los aconsejo, ya que tienen un montón de compuestos cancerígenos y si los podemos evitar, mejor. Tampoco el consumo de azúcares refinados”.

Los edulcorantes -explicó Peláez- tienen un poder mucho más fuerte que el azúcar y nuestro umbral siempre estará más alto, por eso la necesidad de algo dulce constantemente.

“Además nos debemos acostumbrar al sabor de los alimentos y eso es fundamental. Son perjudiciales si los incorporamos en todas las comidas”.

Respecto a los edulcorantes, también hay que aprender a leer bien las etiquetas. “Hay que ser consumidores inteligentes. Por ejemplo, en aquellos que contienen sacarosa (azúcar). El edulcorante tiene que incluirse en pequeñas cantidades o no incluirlo. Por suerte, los pacientes se están acostumbrando al sabor de las infusiones”, finalizó la especialista