En Capital Federal se logra recuperar más del 50% de los desperdicios que se generan cada jornada. Los detalles que deben conocer los vecinos para contribuir con la higiene de las calles porteñas
El 22 de marzo, como cada año, se celebra el Día del Recolector de Residuos en la Ciudad de Buenos Aires, lugar en donde más de 3.200 trabajadores de este rubro recorren las calles durante las noches y vacían los contenedores en los que los porteños depositan aproximadamente 7.500 toneladas cada jornada, entre basura y reciclables.
En el marco de esta fecha, la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, Clara Muzzio, reconoció a quienes realizan estas tareas porque su función es clave para que la Capital Federal amanezca cada vez más limpia, al igual que la voluntad de los vecinos para disponer correctamente los desperdicios de sus hogares.
El equipo que comanda esta funcionaria se encarga de organizar y coordinar el plan de gestión para la limpieza de las 30.728.444 calles de la ciudad a través de un servicio que se divide por zonas y que está a cargo de las empresas Cliba, Aesa, Urbasur, AMYM, Solbayres, Nittida y el Ente de Higiene Urbana.
Con respecto al sistema de recolección, los vecinos hoy cuentan con contenedores verdes para depositar los materiales reciclables como plásticos, papel, cartón, vidrio y metal como botellas, cajas, bolsas, latas, diarios, frascos y embalajes. Cabe destacar que todos deben estar limpios y secos.
Por otro lado, la ciudad cuenta con recipientes negros, los cuales están diseñados para que las personas arrojen los residuos húmedos como restos de comida, yerba, cáscaras de huevo, y también otros desechos que estén contaminados por alimentos.
Asimismo, desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, indican que todos los desperdicios deben disponerse en los contenedores en bolsas cerradas, de domingo a viernes de 19 a 21 horas. De esta manera, se evitan los malos olores y la acumulación.
Además, quienes conducen por la Capital Federal tienen que respetar la distancia al estacionar de 20 centímetros del cordón para permitir que se higienice este espacio y de un metro de los contenedores, de modo tal que el camión recolector pueda vaciarlos y realizar la limpieza de las veredas.
Por otro lado, cuando un vecino posee residuos domiciliarios de obras pequeñas, debe contactarse para solicitar su retiro. Para gestionar este servicio gratuito, es posible hacerlo vía WhatsApp (por medio del Boti), el sitio web del Gobierno porteño o la aplicación móvil BA 147.
De hecho, el pedido puede realizarse también para la recolección de escombros y materiales áridos de hasta 500 kilogramos o restos de plantas, ramas, malezas que no superen las 15 bolsas. Además, incluye los bienes del hogar en desuso como grandes electrodomésticos y muebles, colchones, artefactos sanitarios, cerramientos, maderas, entre otros.
Una vez que se efectúa la comunicación y se confirma la solicitud de retiro, el próximo paso consiste en que los vecinos porteños saquen el desperdicio voluminoso a la vereda de sus casas para que este sea llevado dentro de las próximas 48 horas.
Desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, destacan que es muy importante realizar dicha gestión, puesto que estos residuos pueden resultar perjudiciales, al provocar graves daños a los contenedores, obstruir los sumideros y generar esquinas crónicas de suciedad.
Este servicio se enmarca en el compromiso que posee la Ciudad de Buenos Aires con la reducción de los desperdicios que se entierran en los rellenos sanitarios del CEAMCE. Actualmente, más del 80% de los desechos que se generan recibe un tratamiento y se logra recuperar más del 50%.
Estos logros son producto de un trabajo conjunto, tanto de los más de 3.200 recolectores que recorren las calles de la Capital Federal cada noche como de los vecinos, quienes colaboran al hacer una discriminación adecuada de los residuos y gestionar el retiro de material voluminoso.
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