La presidenta Cristina Kirchner dejó en blanco su agenda para esta semana. Se recluirá en Olivos, salvo algún esporádico vuelo hacia la Casa Rosada, para definir con su entorno más íntimo todas las candidaturas del Frente para la Victoria del país. Tiene la lapicera para escribir las listas y mantendrá en vilo a todos los aspirantes hasta el sábado próximo.
La única actividad oficial programada es el acto en Rosario por el Día de la Bandera, el mismo sábado al mediodía. Luego regresará a la residencia oficial para terminar de definir esa medianoche la presentación judicial de todas sus boletas.
Según pudo saber LA NACION, las más importantes figuras del FPV están "expectantes y ansiosas": el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, sufre esa incertidumbre. Todavía no pegó afiches ni organizó actos de campaña. Pese a que él mismo lo niega, teme que le pidan que renuncie a su candidatura a gobernador bonaerense; a cambio encabezaría la lista de diputados y pediría presidir la Cámara baja.
Sin embargo, Aníbal reservó color ante el FPV para competir con su lista de gobernador en las primarias del 9 de agosto. También podría bajarse de esa puja Fernando Espinoza, intendente de La Matanza. Competiría con Fernández por la presidencia de Diputados.
Un rumor fuerte en la Casa Rosada es que a Florencio Randazzo "lo bajarían" a competir por la gobernación bonaerense. Pero el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" De Pedro, les aclaró a otros dirigentes que Randazzo será precandidato a presidente, aunque le toque perder frente al gobernador Daniel Scioli.
Así, Cristina bendeciría al actual presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y De Pedro, líder de La Cámpora, podría ser su vicegobernador. El tío de "Wado", el diputado provincial bonaerense Alberto España, trabaja en la campaña de Domínguez. El kirchnerismo valora la buena sintonía de Domínguez con el papa Francisco.
El camporismo quiere rodear a Domínguez y a Scioli, que finalmente serán los candidatos de Cristina.
"Estamos expectantes y esperamos la señal de ella. Nosotros ya hicimos todo lo que había que hacer", dicen cerca de Domínguez. Todos esperan la llamada de Olivos.
La Presidenta sólo habla de política con su mesa chica: De Pedro, su hijo Máximo y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. El despacho de De Pedro es una romería de dirigentes y aspirantes a candidato. Su teléfono recibe llamadas de Máximo y de Cristina. También debe ir y venir hacia Olivos.
La Presidenta también convoca a su quinta a Axel Kicillof, pero con el ministro de Economía monitorea la economía para que el dólar no se descontrole antes de las elecciones del 25 de octubre.
Zannini presiona a fondo a los gobernadores del PJ para que acepten en sus listas diputados y senadores camporistas. Ello ocurrió en Mendoza y en Misiones. Sólo Salta y Tucumán resistieron.
De Pedro quiere presidir el Senado provincial y José Ottavis, la Cámara de Diputados bonaerense. Son dos codiciadas cajas. "La Cámpora rodeará a Domínguez y a Scioli", dicen en la Casa Rosada.
La Presidenta ordenó un "operativo clamor" por su hijo Máximo Kirchner y para medirlo en las encuestas. Wado les dio la luz verde a varios intendentes para adularlo. "Puede ser gobernador o diputado en Buenos Aires o Santa Cruz", dijo a LA NACION una fuente kirchnerista. Randazzo y Scioli, que también compiten por quedar bien con Cristina, también lo elogiaron como si fuera un estadista.
Aníbal Fernández y Máximo podrían encabezar la lista de diputados en Buenos Aires. Le seguirían Graciela Gianettasio, José María Díaz Bancalari, Jorge Landau, Mayra Mendoza, Mario Oporto, Eric Calcagno, Adela Segarra y Jorge Rivas, entre otros.
Scioli es el menos inquieto: confía en ganar las primarias del FPV y aceptaría al vicepresidente que proponga Cristina. Todavía no hablaron, pero podría ser un gobernador K como Sergio Urribarri, de Entre Ríos. "Ella define el criterio de las listas y los candidatos. Máximo estará", dijo uno de sus allegados.
"Todo se sabrá el sábado", tranquilizan en el sciolismo. Incluso Scioli también aceptaría que Cristina sea candidata a diputada por el Mercosur, como comenzó a trascender de la Casa Rosada. Compartirían los dos primeros tramos de la boleta en todo el país como manera de traccionar votos en conjunto..
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