Reclaman por la desfinanciación de la educación especial, por la mala calidad de las viandas y por otras cuestiones.
El reciente anuncio oficial de la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas, supuestamente con el fin de velar por el correcto aprendizaje de lxs alumnxs fue la gota que rebalsó el vaso. Bajo el lema “Más educación. Menos marketing. La educación es de todes”, estudiantes de todos los niveles realizaron una movilización educativa el último miércoles, cuando, saliendo desde Córdoba y Ayacucho llegaron hasta la Legislatura porteña.
“Realizamos una conferencia de prensa este martes 28, conformada por todos los sectores de la comunidad educativa, docentes, estudiantes de nivel secundario y terciario, familias de la escuela pública y cooperadoras. La conferencia tenía el fin de contar cuáles eran los reclamos y las luchas que llevamos hacia la movilización del día siguiente”, contó Caterina Mariorana, estudiante y miembro del centro de estudiantes de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, ubicada en Barracas (Comuna 4) y referente de la agrupación estudiantil Lobo Suelto (perteneciente al Frente Patria Grande de Capital), en diálogo con Noticias Urbanas.
“La movilización es una medida que veníamos organizando desde la comunidad de estudiantes, con el apoyo de docentes y familias, de cara a las medidas que toma el Gobierno de la Ciudad históricamente. Por un lado ‘con hambre y con frío no se puede estudiar’, que tiene de fondo el hecho de que empezó el invierno y acá en Barracas estamos sin estufas”, contó la estudiante de último año.
Maiorana completó señalando que “hay colegios que no tienen ningún tipo de calefacción y el Gobierno de la Ciudad dice que no hay presión de gas, pero tampoco manda una cuadrilla para que esto se solucione”.
La estudiante habló de “reclamos históricos” ya que hay “luchas históricas que nunca se resolvieron” con el GCBA hasta el día de hoy, “porque con ellos no se puede hablar, no hay instancias de diálogo. Deciden por nosotros y en contra de nosotros. No tienen idea de lo que les pasa a los pibes en las aulas. Por todo esto nos encontramos en unidad con todos los sectores de las comunidades educativas en las calles, luchando y reclamando por la educación y escuela que todes queremos”.
Lenguaje intrusivo
Recientemente, la ministra de Educación Soledad Acuña anunció junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la prohibición del lenguaje inclusivo, un lenguaje que es entendido como intrusivo en la educación.
Ante esto, los centros de estudiantes, tanto de nivel terciario como de secundario, denunciaron que el Gobierno de la Ciudad viene imponiendo políticas inconsultas y autoritarias sobre las instituciones educativas, mientras no da ningún tipo de respuesta a las problemáticas urgentes, como los derechos laborales, la calefacción en las aulas y las viandas, que aún llegan en mal estado y son insuficientes, entre otras.
Al respecto, Maiorana explicó que la prohibición del lenguaje inclusivo generó un repudio colectivo en el campo educativo, ya que existen falencias longevas que complejizan el buen proceso de aprendizaje de lxs estudiantes, transformadas en “reclamos históricos” que aún no fueron atendidos.
“Repudiamos la declaración y la medida de la ministra Soledad Acuña, de prohibir el lenguaje inclusivo en las aulas y haciendo una suerte de persecución a les docentes que quieran hacer inclusión de todes sus alumnes. Para ella y el GCBA el problema es que los pibes no aprenden bien por esto y no porque tienen hambre, porque no llegan las viandas; no porque tienen frío porque no llega la calefacción o porque se caen los techos, sino porque hablan en lenguaje inclusivo”.
Sobre esta situación, Federico Lavagnino, estudiante de 5to año y presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Educación Artística en Música Juan Pedro Esnaola, comentó que “este Gobierno desfinancia el presupuesto educativo desde que asumió su mandato. Desde la asunción de Mauricio Macri en la Ciudad -y luego con Larreta- el presupuesto baja 1 punto por año, dejándonos actualmente en un 17%. Esto tiene consecuencias directas en nuestras escuelas, en las aulas que nosotres pisamos todos los días y Acuña ni conoce. Le contamos que los problemas edilicios son costumbre. Hace un mes, en la Escuela 8, del Distrito Escolar N° 10, se cayó una pared en pleno patio”.
“Ahora que llegó el frío les estudiantes nos encontramos con aulas sin calefacción, donde pasamos ocho horas diarias y por eso le exigimos al Ministerio de Educación que presente de manera urgente un relevamiento del estado de los colegios, junto con un plan de obras. Por otro lado, recibimos viandas podridas cuando probablemente sea nuestra única comida diaria, frente a lo cual estamos proponiendo reorganizar los comedores con productos sanos y agroecológicos, coordinando con cooperativas de productores y con las cooperadoras de los colegios”, prosiguió.
“Les estudiantes secundaries sufrimos estas medidas hace 15 años y ahora Larreta y Acuña nos están imponiendo también pasantías obligatorias, que nos hacen perder horas de clase en 5º año para laburar gratis en empresas que no tienen nada que ver con lo que estudiamos. Queremos vincularnos con el mundo laboral, pero desde una perspectiva integral que realmente nos incluya. No somos mano de obra barata”, completó.
Por su parte, Mag Azcárate, estudiante del Instituto Secundario “El Taller” y referente de la agrupación estudiantil Lobo Suelto, sumó: “Como persona que utiliza pronombres neutros para identificarse, esta medida me indigna y me llena de impotencia. En ‘los chicos y las chicas’ no entramos les chiques. Lo que no se nombra no existe, parece que ahora es campaña política apelar a la invisibilización. No hay forma de justificar que la prioridad del macrismo sea la educación, cuando nunca hicieron algo para mejorarla”.
Luego, Azcárete expresó que “quieren correr la discusión pública a nuestro lenguaje, que reconoce identidades, cuando la problemática son sus políticas, que no hacen más que desfinanciar y destruir la educación pública que nosotres habitamos y defendemos todos los días. La Educación Sexual Integral la garantizamos y construimos nosotres con herramientas autogestivas. Mientras tanto, la única política de Acuña pareciera ser prohibir una forma de hablar. Pero no van a recortar nuestra libertad, en los colegios estamos haciendo asambleas masivas y este miércoles vamos a llenar las calles para discutir lo realmente importante”.
Finalmente, por su parte, Marina Rodríguez de Diago, estudiante y Coordinadora del Centro de Estudiantes del Profesorado de Primaria del Normal N° 7 apuntó que “la ministra repite un mismo accionar desde hace años: nos responsabiliza a les docentes de los problemas educativos, mientras que no se hace cargo de que su gobierno gestiona la educación de CABA hace 15 años”.
“¿Por qué no habla de la falta de titularizaciones en nuestros profesorados o de las reformas curriculares, que pueden dejar docentes sin trabajo? ¿O de la ausencia de becas y acompañamientos para asegurar el egreso de nuestres compañeres? Quiere distraer la atención de la sociedad, en vez de mejorar verdaderamente el sistema educativo. Las dificultades en el aprendizaje en los distintos niveles no se deben al lenguaje inclusivo”, cuestionó.
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