Cada vez que diluvia, la Región sufre las consecuencias. Las inclemencias climáticas dejan su huella, y es cada vez más notorio cómo los fenómenos afectan a la Ciudad y los alrededores. En este caso, con ayuda del viento y las precipitaciones, parte de la basura que flota en el Arroyo El Gato fue arrastrada hasta el Club Regatas. En efecto, el Río de la Plata y el Santiago son contaminados con estos desechos.
Tal como se puede apreciar en la imagen que remitieron a EL DIA, la zona de amarre de las lanchas y barcazas en Ensenada lució, ayer, con cientos de residuos. Tras el avance del canal que surca la Región de suroeste a noreste, por la desembocadura de El Zanjón, la basura llegó a la zona lindante con la Isla Santiago.
Sin embargo, en el medio del recorrido mencionado, cerca de calle 1 y 514, se ubican barreras flotantes que pueden detener el avance de los residuos que contaminan las reservas de agua dulce. Esto es de vital importancia ya que desde el Río de la Plata se extrae parte del agua potable que se suministra en la Región y, la presencia de estos desechos, alarma a los vecinos.
A pesar de ello, botellas, bolsas, papeles, ramas, todo tipo de plásticos y demás residuos “alfombraron” el agua en el Club Regatas, desde donde algunos frentistas fotografiaron y filmaron el estado de situación.
UN FUERTE RECLAMO
El abogado ambientalista Fernando Monticelli, que frecuenta la zona, alertó, en diálogo con este medio, que, con el arrastre del agua, “las cloacas y el bebedero están a mil metros de distancia de la toma de agua de ABSA”. Con esto, intentó llamar la atención sobre la gravedad de la situación, que considera un “caos ambiental”.
Según él, las barreras de 1 y 514 no funcionaron para detener la basura. Al mismo tiempo, recordó el fallo del Juzgado en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo Federal de La Plata N° 4, a cargo del Juez Alberto Recondo, que exigió la colocación de “barreras mecanizadas” para obstaculizar el avance los fluidos del Arroyo El Gato.
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