Los casos de corrupción se multiplican día a día dentro del espectro kirchnerista, y en esta oportunidad quien volvió a ubicarse en el foco de la polémica es el ministro de Infraestructura, Julio de Vido.
y al subsecretario legal de Planificación, Rafael Llorens, son otros de los involucrados en las presuntas irregularidades.
La causa tuvo sus inicios a partir de las indagaciones realizadas por el fiscal federal Carlos Stornelli, quien denunció irregularidades en uno de los contratos por más de 110 millones de pesos en el edificio que mantiene emplazada la cara de Evita.
Según trascendió de fuentes judiciales, la investigación también se extiende a los miembros de la comisión evaluadora del proceso de licitación que recomendó a la empresa Teximco para que se haga cargo de la obra, mientras que en la primera licitación la firma Bricons-Lanusse había ofertado de 87 millones de pesos por la realización de los mismos trabajos. En ese marco, el delito que podría recaer sobre los funcionarios kirchneristas es el de administración fraudulenta con fondos públicos.
Por su parte, Comparatore pidió al juez federal Sergio Torres una pericia sobre los dos murales emplazados del rostro de evita a expertos del Museo Nacional de Bellas Artes, para que se de cuenta de un valor de tasación de las obras en cuestión. Asimismo, exigió que se realicen varios pedidos de informe a la Auditoría General de la Nación, principalmente en lo que hace a condiciones de contratación y el precio de la misma.
Por último, el fiscal requirió que se le pida a la Inspección General de Justicia la composición de las diferentes empresas que intervinieron en el proceso licitatorio, especialmente de la firma Teximco.
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