Gracias a distintas técnicas de reciclaje, los bloques de EasyBrick se encastran entre sí para construir muros de peso reducido y gran capacidad de aislación térmica.
Por Marcelo López Masía de Carbono News.
Los EasyBricks funcionan con un estilo similar al de los viejos juegos Rasti, Mis Ladrillos o, los más actuales, Lego porque la vinculación entre las piezas se realiza a través de un encastre a presión, sin adhesivos ni mezclas. Utilizan como materia prima exclusivamente polipropileno reciclado. En buena medida, estos materiales provienen, por ejemplo, de las 12 millones de tapitas de botellas que cada día los argentinos tiran a la basura y se transforman a través del reciclaje.
Con esa cantidad de tapitas, EasyBrick podría fabricar unos 36.000 ladrillos, lo necesario para construir unas 15 viviendas cada jornada.
La intendencia de Tigre financia de manera directa a varias cooperativas locales de recicladores quienes tienen como objetivo abastecer a las empresas "verdes" del Norte del conurbano. La fabricación de ladrillos se realiza por medio de un tipo de inyección que da como resultado del proceso un producto estable y sólido.
El bajo peso de cada bloque (un kilo por unidad) lo transforma en un elemento ideal para las obras rápidas que buscan ahorrar en grandes fletes y costosos traslados de materiales pesados.
Se trabaja con grandes módulos para formar las futuras viviendas y así para optimizar el proceso. Esto genera una amplia reducción de costos y tiempos. Cada pieza mide 30 centímetros de largo por 15 centímetros de ancho y 15 centímetros de alto. Se requieren unos 22 ladrillos para cubrir cada metro cuadrado.
En muchos casos, el usuario opta por la autoconstrucción debido a que no resulta complicado el armado de las estructuras. Los refuerzos verticales se materializan con barras de acero colocadas en los agujeros de los ladrillos y luego se rellena todo con hormigón.
Los bloques generados con los plásticos reciclados son impermeables y eso garantiza la ausencia de humedad en los cimientos y además en la parte interior de las viviendas. Asimismo, el polipropileno tiene baja conductividad térmica; es un material aislante.
La pared se puede revestir como terminación exterior con un revoque que también se hace en base a plásticos reutilizables. En el interior, se emplean placas de yeso o cerámicas.
Consultados por Carbono.news, integrantes del departamento de la empresa radicada en Tigre, provincia de Buenos Aires, respondieron: "No se utilizan materiales que sean vírgenes. Siempre usamos plásticos reciclados, de segunda o tercera generación. Las obras son hasta seis veces más rápidas que se mueven con materiales tradicionales. Los hogares se vuelven mejores desde el punto de vista térmico y también más sustentables porque existe un elevado ahorro energético gracias a la aislación alcanzada".
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