Por: Agustín Vissio.

¿Qué pasa con los residuos que se generan en Santa Fe? AIRE pudo acceder de manera exclusiva a la información oficial que indica que durante 2023 el reciclaje de residuos en la ciudad fue de 1.100 toneladas, lo que significa un 0,69% de todo lo que ingresó al relleno sanitario.

A su vez, el secretario de Gestión Urbana y Ambiente de la Municipalidad de Santa Fe, Guillermo Ferraro, detalló que “lo que se logró recuperar de residuos domiciliarios fue el 1,42%”.

Los elementos que explican el bajo número de recuperación son varios. Debería ser un llamado de atención para toda la sociedad santafesina, ya que cuánto menos se recupera, más crece el relleno sanitario y más rápidamente disminuye su vida útil.

La ciudad de Santa Fe cuenta con Ecopuntos donde pueden acercarse residuos secos para su posterior reciclaje.

En el municipio santafesino creen que para aumentar el porcentaje de residuos recuperados es fundamental que aumente la cantidad de santafesinos y santafesinas que separen entre seco y húmedo.

¿Una mayor recuperación es posible?

El especialista en la materia y coordinador del área de Basura Cero del Taller Ecologista, Mirko Moskat, asegura que reducir la cantidad de residuos que se entierran en el relleno sanitario es posible.

Según el rosarino, “en general un 50% de los residuos son orgánicos compostables y un 30% son materiales reciclables. Por lo que, si uno separara correctamente los residuos en origen para que luego se recolecten de manera diferenciada, se clasifiquen y se traten adecuadamente, se podría estar reduciendo sustancialmente el enterramiento en torno al 80% de los residuos”.

“Los residuos orgánicos son cerca del 50%, por eso todas las acciones que tengan que ver con el compostaje, la biodigestión hace que el problema se pueda reducir prácticamente a la mitad”, agrega Ignacio Schneider, quien está a cargo de la Dirección de Sostenibilidad y Gestión Ambiental de la UNL.

Todas las acciones que tengan que ver con el compostaje ayudan a reducir la basura en el relleno sanitario.

A su vez, el investigador en temas vinculados a la gestión de residuos indica que “son estrategias preventivas. El compostaje no deja de ser un reciclaje, pero en origen. Hacemos que esos residuos no se mezclen con otros y no los contaminen, que no arruinen los secos”.

La importancia de separar los residuos

“Es clave que todos podamos separar, por más que haya vecinos que no lo cumplan es clave el aporte individual. Tenemos que levantar ese porcentaje para que la asociación Dignidad y Vida Sana pueda recuperar”, dice Guillermo Ferraro. A su vez, otro de los puntos es el de la recolección de los residuos que “versa en un triángulo que tiene que ser virtuoso” conformado por la municipalidad, la ciudadanía y las empresas ligadas a la recolección.

La Cooperativa Dignidad y Vida Sana tiene su planta de recuperación dentro del relleno sanitario y allí alrededor de 70 familias trabajan con los residuos secos que se recolectan en la ciudad.

Maricel Ortega, una de sus integrantes, dialogó con AIRE y contó que “lo que hacemos es sacar todo el material reciclable. Después de separar se clasifica y luego se enfarda. Cuando tenemos al menos 70 fardos, los vendemos”.

La Cooperativa Dignidad y Vida Sana tiene su planta de recuperación dentro del relleno sanitario.

La integrante de la cooperativa relató que “para hacer un fardo necesitamos de nueve a diez bolsones y las ventas las hacemos cada 15 o 20 días. Pero si la gente hiciera lo que tiene que hacer, nosotros haríamos eso cada una semana”.

A su vez, Maricel asegura que “la separación no se cumple” y que “la gente cree que si ellos hacen el trabajo no tiene sentido porque el resto no lo hace y no es así, porque nosotros trabajamos igual con los camiones, los hagan o no”.

El incumplimiento social genera que se tengan que volcar más residuos al relleno y que también el trabajo para la cooperativa sea mucho más complicado. “Al trabajar con basura mojada, nos deteriora toda la planta recicladora porque está preparada para trabajar con seco”, dice Maricel.

“Nos encontramos con yerba, cáscaras de banana, toallitas, preservativos, caca de perro, de humanos, papel higiénico... Cuando hace calor, todo eso se calienta y al momento de romper la bolsa sale todo como un vapor y a eso lo respiras. A veces está lleno de gusanos”.

Microbasurales

Según le dijo el secretario de Ambiente a AIRE, el municipio recolecta residuos cotidianamente entre 150 y 200 microbasurales en toda la ciudad.

“Para poder juntar menos microbasurales necesitamos mejorar el sistema de residuos y la recolección domiciliaria. Para eso necesitamos promoción ambiental, vincular a los vecinos, que en los lugares donde hay familias que viven de los residuos y terminan siendo una pequeña planta de separación, poder formalizarlos para poder ordenar en cada barrio el tema de la basura”, dijo Ferraro.

El municipio recolecta residuos cotidianamente entre 150 y 200 microbasurales en toda la ciudad.

El funcionario aseguró que ya están trabajando en el tema y creen que lo mejor será “buscar una estrategia focalizada barrio por barrio”. “Tenemos que pensar con la gente de las vecinales, los clubes, los propios vecinos. Buscar una estrategia que no ronde más de 30 o 40 manzanas, tal vez sea una posibilidad poner containers en algunos lugares o puntos”, detalló el titular de Ambiente.

Respecto al desempeño de Cliba y Urbafe, Ferraro le explicó a este medio que la municipalidad comenzó a implementar un nuevo sistema de control: “Empezamos a tener mejores resultados y duplicamos la cantidad de reclamos que le estamos haciendo hoy desde la municipalidad a las empresas”.

“Lamentablemente, hemos encontrado muchas infracciones en cuanto al barrido, la recolección y al levantamiento de montones”, agregó Ferraro. Otro de los inconvenientes que detectan es que en gran parte de la ciudad no hay cestos en altura y eso dificulta el levantamiento de las bolsas.