El reciclaje de residuos frenó su crecimiento en Vigo tras el covid

El reciclaje de residuos frenó su crecimiento en Vigo tras el covid

La ciudad recupera el 11 por ciento de todos los residuos que genera al año, todavía lejos de las expectativas

 

Vigo recicló el pasado año 12.479 toneladas de residuos urbanos para darles una segunda vida y, de esta forma, convertirlos en nuevos productos. No es poco: equivale al 11 por ciento de todo lo que “produce” la ciudad al año, unas 114.600 toneladas de basura de todo tipo, pero lo cierto es que supone algo menos que el año anterior, todavía con la pandemia, que resultó un “tirón” para asumir el reciclaje. De esta cantidad, 102.217 toneladas se fueron en tren en la “bolsa negra” desde Guixar hasta  la planta ambiental de la empresa pública Sogama en Cerceda para su transformación en energía eléctrica. Vigo es el primer cliente de la compañía gallega ambiental y continuará siéndolo durante mucho tiempo. La progresión del reciclaje se ha cortado, es un hecho.

Con seguridad, a partir del próximo año, la fracción de la basura convencional (o bolsa negra) se reducirá todavía más con la implantación de la denominada “bolsa marrón”, reservada para la materia orgánica (restos de alimentos y vegetales) que se destina a la elaboración de compost, un abono natural con excelentes propiedades fertilizantes para el suelo. Ya hay contenedores de color marrón en Coia y en otras calles, aunque todavía de forma experimental.  

Las “islas” de reciclaje, con  recipientes de colores, dejaron el pasado año, según fuentes municipales, 12.479 toneladas para el reciclaje y recuperación de los distintos “materiales”. El de mayor éxito, el papel y cartón recogido a través de los contenedores azules, con 5.038 toneladas. A continuación, los envases de vidrio, con 3.846 toneladas. Y, finalmente, las 3.595 toneladas de envases ligeros depositadas en el contenedor amarillo, donde van envases de plásticos, bricks y latas, que se separan por tipologías en la Planta de Clasificación de Sogama, desde donde son remitidos a los centros recicladores para ser convertidos en nuevos productos y reincorporados al circuito comercial con una nueva vida. Una operativa que trae consigo un notable ahorro de energía y materias primas vírgenes.  De forma testimonial, también se recogieron 25 toneladas de pilas usadas.

Las cifras señalan que Vigo todavía no ha conseguido el aprobado que marca la UE, pero se acerca. Con todo, lo preocupante es la caída del reciclaje, que se da en todos los apartados a medida que la pandemia ha ido reduciendo su impacto. En 2020 hubo 400 toneladas más recuperadas y 8.000 toneladas menos de basura convencional. En 2022, a tenor de los datos acumulados del primer trimestre, la tendencia es la misma: crece la bolsa negra, pero bajan las toneladas de papel/cartón, vidrio y envases ligeros que se depositan en los distintos contenedores.

La comida, a partir de ahora al contenedor marrón

El contenedor marrón tendría que estar plenamente implantado el 31 de diciembre de 2023, según las previsiones de la Xunta. No obstante la ley estatal de residuos, ya en vigor, adelantó el plazo al 30 de junio próximo, aunque la Xunta advirtió que a día de hoy sería imposible de cumplir para la totalidad de ayuntamientos gallegos. En Vigo ya está en marcha de forma experimental en la avenida Castelao en Coia desde hace meses, de momento con resultados modestos. La previsión municipal es que el nuevo concurso de la limpieza, adjudicado a FCC por más de 400 millones de euros, ya implique la extensión de dicho depósito a todo el término local para su inclusión dentro de las “islas” multicolores de reciclaje. 

Como es conocido, se trata de un depósito específico para el material orgánico. O como explicaron durante la presentación de los primeros recipientes, en 2020, en su interior se puede echar todo lo que estuvo vivo, desde una servilleta, porque pertenece a un árbol, a lo que será más habitual, restos de comida, cocinada o sin cocinar o de jardín. Como excepción, los excrementos de animales, por la posible transmisión de enfermedades.

Objetivo UE: 55 por ciento de reciclado en 2025, 60 en 2030 

La Unión Europea ha definido exigentes objetivos en materia de reciclaje para los próximos años. Y no son sencillos: plantea un 55 por ciento de reciclado en 2025, un 60 por ciento en para 2030 y un 65 por ciento en para 2035.  Según los últimos datos de Eurostat (la Oficina Estadística de la Unión Europea), y que corresponden a 2019, la media de reciclaje en la UE se sitúa en el 30,85 por ciento. Por su parte, el compostaje suma un 17,65 por ciento, la valorización energética de la fracción no reciclable un 27 por ciento y, el vertido, un 24 por ciento. 

Por países, y atendiendo al caso concreto de España, estábamos en un 18 por ciento de reciclaje, un 11,29 de valorización energética, y un 16,72 de compostaje, subiendo el uso del vertedero, la peor opción en la gestión jerarquizada de residuos que defiende Europa, hasta un 54 por ciento. No  obstante, con diferencias sustanciales entre aquellas comunidades que disponen de plantas de valorización energética, como es el caso de Galicia, donde la tasa de vertido es mucho menor.

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