La empresa Terramaq SRL se creó en 2010 a partir de una iniciativa familiar. Al frente están Alejandra García Dávila, apoderada y socia gerente, y David García Dávila, socio. Está ubicada en Las Lajitas y se dedica a la fabricación de postes, varillas, trabillas y tutores para el campo a partir de envases reciclables. La firma trabaja con distintas instituciones del sector público, privado y organizaciones intermedias del campo.

“Decidimos poner manos a la obra luego de observar que existían en plaza diversas firmas abocadas a trabajar con el plástico urbano. Apuntábamos a prensar el material y enviarlo posteriormente a Buenos Aires, pero en esos momentos no había empresas dedicadas al tratamiento del plástico rural. En el sector productivo se emplean mucha cantidad de ese material con un destino incierto. Se trata, además, de un material que posee sustancias contaminantes y era un desafío darle al tema la trazabilidad que se requería para que el plástico fuera tratado de manera diferente”.

Cabe señalar que desde el Gobierno de la Provincia se trabaja, a través del Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable, en un proyecto piloto que tiene por objetivo principal dar una solución al tratamiento de la gran cantidad de envases de agroquímicos que se generan en Salta mediante un proceso de descontaminación y disposición final, en beneficio del medio ambiente.

Es por ello que mediante la resolución 331/13 la Secretaría de Ambiente de la Provincia habilitó a Terramaq a hacerse cargo operativamente del proyecto, siendo requisito fundamental que los envases que funcionen como materia prima sean tratados previamente con la técnica del triple lavado de acuerdo a la Norma IRAM 12.069.

“Somos oriundos de Jujuy y presentamos el proyecto allá, pero fue en Salta donde encontramos apoyo gubernamental e interés. La Provincia tiene en cuenta la necesidad de poner en marcha un proyecto basado en la sustentabilidad y nos mostró apertura, lucidez y una mirada vanguardista”, expresó Alejandra García Davila.

Cabe señalar que en Salta se realizó una convocatoria para la presentación de proyectos destinados al tratamiento de envases de productos agroquímicos y se presentó una gran cantidad de interesados en llevar adelante la iniciativa. Fue Terramaq la empresa más adecuada de acuerdo a las exigencias que implicaba el proyecto en sus distintos aspectos.

Entre tales exigencias sobresalen la concientización a los productores para que desde el sector productivo se entreguen los envases con el triple lavado y punzado realizado, ya que el resto del producto que queda en ese envase debe ir a la fumigadora para luego ir al campo donde se lo utiliza. Así, la empresa recibe los envases con un menor grado de contaminación. Actualmente se los retira de los campos de los productores, pero a futuro se prevé la instalación de ocho centros de acopio que estarán distribuidos estratégicamente en el territorio salteño, de acuerdo a lo estipulado en la legislación provincial una vez que esté puesto en marcha de modo definitivo el proyecto. Por el momento se agrupa a los pequeños productores para organizar el retiro de los envases con el objetivo de que el flete sea rentable. Los plásticos se depositan en la planta que la empresa posee en Las Lajitas, en la exruta provincial 5, km 103.

Alejandra García Dávila explicó: “La planta está emplazada de modo estratégico en ese municipio debido a la gran cantidad de campos existentes en la zona. Se da inicio al proceso en el que los bidones son lavados y chipeados en unos molinos para que los operarios no corran riesgo de entrar en contacto con los envases. Luego pasan a unas bateas donde se les realiza una cuarta y quinta etapa de enjuague con productos especiales para liberar a los bidones de cualquier tipo de restos contaminantes que pudieran tener y el agua empleada, luego de ser utilizada 2 o 3 veces, es derivada a unos piletones a cielo abierto aconsejados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para que se evapore en una semana. Así los efluentes no son usados nuevamente en ninguna etapa del proceso contribuyendo al cuidado del medio ambiente”.

Posteriormente a las tareas de lavado y chipeado, los envases pasan a otra línea de procesos en unas máquinas centrífugas donde son secados, van a unas agrumadoras donde se las da agua y temperatura de nuevo para que el plástico vuelva a tomar peso y densidad. Finalmente son dirigidas a unas máquinas inyectoras especiales para fabricar postes y trabillas, con la intención más delante de poder fabricar además adoquines plásticos. La empresa se encuentra gestionando la tecnología necesaria para el desarrollo de ese emprendimiento.

“Actualmente fabricamos postes con una muy buena aceptación en el mercado, ya que el costo es menor que el de la competencia, además de estar hechos con un material que no se pudre ni se rompe. Colaboramos con la protección ambiental y evitamos la deforestación mediante un proceso sustentable para la naturaleza y los habitantes de la ciudad. Otro beneficio que poseen es que los postes se pueden pintar con pintura ignífuga, lo cual representa una gran ventaja durante una sequía, ya en días con alta temperatura y viento, resisten el fuego”, dijo.

“Cuando conformamos la empresa y teníamos en mente el desarrollo del proyecto no imaginamos que existiría una demanda tan importante de productos y, a medida que fue transcurriendo el tiempo, fuimos invirtiendo más. Lo hicimos a pulmón con el objetivo de modernizar nuestro emprendimiento adecuándolo a las exigencias del mercado y al proyecto que se lleva adelante desde el Estado para el tratamiento de los envases de productos agroquímicos usados en el campo salteño”, señaló.

Desde la empresa se continúa trabajando en esta iniciativa con la convicción de que se trata de un proyecto a largo plazo, pero sumamente exitoso y benévolo con el medio ambiente, la salud de los seres humanos y de la naturaleza.

“Hay mucho por hacer con el plástico urbano”

Consultada sobre las posibilidades que ofrece el mercado para que otras empresas se dediquen al reciclado de plásticos en el Noa, Alejandra señaló: “La cantidad de envases plásticos de agroquímicos no es tanta para que se desempeñen más operadores en la región. Pero sí se puede pensar en el plástico urbano, fundamentalmente porque hay mucho trabajo que hacer con las botellas y es un proyecto muy interesante para desarrollar”.

En este sentido, el destino final del plástico de botellas reciclado no sería solamente prensarlo y enviarlo a Buenos Aires. “Para poner en marcha ese proyecto se requiere de una gran inversión, pero es maravilloso el solo hecho de pensar que se podrían prensar las botellas en Salta y fabricar en la provincia escobillones y palos para escobas, entre otras posibilidades, lo que sería algo muy importante para la región”.