Existen riesgos asociados a la reutilización indebida de envases; el sector productivo se plantea qué hacer con estos recipientes.
Como consecuencia del proceso de intensificación y tecnificación de la agricultura en los últimos 25 años, se ha producido un aumento en el uso de insumos y entre ellos los productos fitosanitarios. Se estima que alrededor de 20 millones de envases vacíos (casi 17.000 toneladas de plástico) se generan por año. Gran cantidad de estos envases no recibe el tratamiento apropiado, permaneciendo dispersos en el campo o vendidos ilegalmente, lo que representa un riesgo de contaminación directa e indirecta al ambiente y a la salud. Lo informa la Subsecretaria de Agricultura de la Nación en el capítulo “Envases”. Efectivamente, tal como se señala en nuestro suplemento Rural de ayer, la problemática de los envases vacíos de fitosanitarios afecta a gran parte de la sociedad. Existen riesgos muy grandes asociados, principalmente, con la reutilización indebida de estos envases y todo el sector productivo nacional experimenta la problemática de qué hacer con los envases de agroquímicos.
Precisamente la Ley 27.279 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Envases Vacíos de Fitosanitarios, tiene por objeto la regulación de la gestión de los envases vacíos y tras un arduo trabajo mancomunado de los diferentes sectores involucrados en el uso de agroquímicos se logró formar la fundación CampoLimpio, en busca de una solución definitiva a esta problemática que causa daño al ambiente. Se trata de una asociación civil, cuya misión es diseñar e implementar un sistema de gestión ambiental para recuperar los envases vacíos de fitosanitarios del campo argentino. Está presente en Tucumán, Salta, Jujuy y Catamarca. El año pasado, en la región recuperó más de 400.000 kilos de plástico de envases vacíos de fitosanitarios.
En todo este territorio se encuentran operativos 10 Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT): cinco en Salta (El Carril, Embarcación, Las Lajitas, Metán, Rosario de Lerma); tres en Tucumán (Alberdi, Famaillá y La Virginia), y dos en Jujuy (Chalicán y Perico). Además, en Catamarca realizan jornadas de recepción de envases vacíos y de concientización para que los productores acerquen los envases. Hay 80 CAT en el país operativos para recibir los envases vacíos. Los productores pueden llevar los recipientes a los CAT o a las jornadas de recepción. Se reciben los envases lavados mediante el triple lavado o lavado a presión, según la norma IRAM 12.069. Aparte de recibir los envases, se debe asegurar que los estos vayan a destinos permitidos y asegurar el correcto uso de plástico a reciclar o mandar a disposición final a aquellos que no se pueden reciclar por su naturaleza. Las provincias son las autoridades competentes de la ley y son los que nos aprueban el plan para cada provincia. Una vez por año, los productores deben devolver los envases vacíos en los CAT, con el correspondiente triple lavado y el perforado de aquellos. “Los distribuidores deben concientizar, difundir e informar a los productores cómo deben implementar y cumplir con la ley”, se advirtió. En la reciente jornada de Expoagro se describió cómo se va ampliando lentamente el conocimiento y la aplicación de esta norma. Se advirtió que existe una recepción de envases que tienen un camino informal. Una estimación informal de lo que se recuperó en la región (400 ton) sobre la cantidad de envases que se usa en el país (17.000 ton) indica que por ahora apenas (en el NOA) se ha reciclado aproximadamente el 2,3% del total del país. “En estos destinos no se sabe qué pasa con ese plástico. Es algo preocupante. Se debe trabajar para que el productor entregue los envases a donde corresponde y según lo que manda la ley”, se recalcó, y por otra parte, ya se ve que cada vez más productores y aplicadores se unen a este proceso de economía circular.
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