Analistas advierten que la situación podría complicar los objetivos del Gobierno para cumplir con sus temas fiscales.
Por Solange Rial
Con un fuerte recorte del gasto, en medio de una licuación de salarios y jubilaciones producto de la alta inflación y el atraso en la actualización de los ingresos, el Gobierno de Javier Milei logró dos meses consecutivos de superávit gemelos (comercial y financiero) pero, como contracara, se profundizó la caída de la actividad económica. Una de las consecuencias se pudo evidenciar con el fuerte retroceso en términos reales de la recaudación tributaria, lo que eventualmente podría poner en un apriete a la administración nacional.
Así, los números de marzo arrojaron un ingreso total de $7,7 billones pero con una merma de un 16% real respecto a marzo de 2023, según precisó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), aclarando que al excluir la recaudación por tributos vinculados al comercio exterior, la caída se acrecentaría al 24%. De hecho, si se considera la recaudación tributaria nacional total del primer trimestre de los últimos 9 años, el trimestre de 2024 se ubica en el último lugar de toda la serie.
"Yo creo que esto se explica en gran parte por el fogonazo inflacionario que tuvo un impacto en el consumo y el nivel de actividad. Esta caída, por cómo está planteado el esquema económico, fue algo mayor a lo esperado. Y entiendo que el Gobierno aceleró el recorte fuerte de subsidios económicos (vía ajuste de tarifas de gas y electricidad) para compensar la merma de ingresos", le dijo a este medio el economista Amilcar Collante. Y advirtió: "El esquema de transición actual empieza a encontrar límites en su ancla fiscal".
Cae la recaudación: ¿habrá un mayor recorte del gasto?
Cabe resaltar que la Argentina viene de sobre cumplir con las metas fiscales pactadas en enero pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el primer trimestre del año. A tal punto llegó la motosierra que el propio FMI le pidió al Gobierno que preserve las jubilaciones y aumente la ayuda social. Pero este mega recorte en gastos públicos dio sus frutos: Luis Caputo logró por segundo mes consecutivo superávit gemelos (comercial y financiero).
Sin embargo, este esquema económico supuso la entrada a un nuevo periodo recesivo con el fuerte correlato de la caída del consumo minorista, de la construcción y, de la recaudación tributaria. Y en este último punto es en el que el Gobierno entra en una disyuntiva: a mayor recesión, menor recaudación y con este escenario ¿mayor recorte del gasto?
En charla con este medio, Juan Telechea, director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación German Abdala (ITE) opinó: "La magnitud de la merma fue sumamente grande cuando uno se fija en el contexto histórico que, sacando la pandemia, es una de la más grandes de la última década. Entonces me parece que es muy difícil que se haya previsto una caída de esa magnitud y dado que creo que el Gobierno va a tratar de seguir mostrando un equilibrio financiero, mi opinión es que va a llevar a que el ajuste sea mayor de lo que hubiese proyectado".
Por su parte, para el economista Jorge Neyro, hay dos temas importantes a detallar sobre el recorte del gasto público: por un lado, el aumento previsto por la movilidad jubilatoria que ahora pasará a ser mensual (durante enero y febrero no tuvo cambios) y, por el otro, el resto del gasto que ahora "tiene que hacer el trabajo de compensar esas subas". "La caída real en la recaudación yo creo que en parte está contemplada y, en parte, el Gobierno va haciendo ajustes para mantener la disciplina fiscal. De todas maneras es posible que el superávit de marzo tenga menor holgura que en el primer bimestre", señaló el analista.
Marzo y abril: qué esperar de las cuentas fiscales
Salvador Vitelli, head of research de Romano Group, anticipó, en charla con este medio, qué podría suceder en los meses venideros con las metas fiscales. "Me parece que aún así, con esta caída de ingresos tributarios y también aduaneros, la parte fiscal va a estar blindada en marzo pero con resultados magros. Recordemos que todavía queda un poco latente la cuestión de la licuadora (jubilaciones) y también de la motosierra (provincias), dijo. Y amplió: "Abril, en cambio, va a ser un mes un poco más complicado por el tema de la jubilaciones ya que empieza a contabilizarse el aumento".
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