El miércoles a las 12 los diputados volverán a sesionar después del fracaso de la ley ómnibus. La UCR, nuevamente, exhibe sus diferencias.
Por
CARLA PELLIZA
Quince minutos antes de iniciar una reunión de bloque de la UCR, el Comité Nacional y la Convención radical lanzaron el lunes un comunicado orientado a avalar el rechazo del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2020, defender la educación pública y promover una fórmula jubilatoria que recomponga ingresos. El texto no pudo causar más que discusiones internas a horas de una sesión en Diputados y de otra, clave por el futuro del DNU, en el Senado.
El texto, que promueve la división de Poderes y el respeto de la Constitución, expuso los dos sectores del radicalismo. Uno más cercano a las ideas de Mauricio Macri y otro más alejado. En el primero, los exponentes son el diputado Rodrigo de Loredo y los gobernadores Gustavo Valdés y Alfredo Cornejo. En el segundo, el senador y titular de la UCR Martín Lousteau y los hermanos Facundo y Gastón Manes, diputado y titular de la Convención Nacional de la UCR, respectivamente.
Durante una reunión de partido, alrededor de 15 dirigentes decidieron elevar un pedido anti Grupo Malbec –cercano a Macri-, pero no lo hicieron por escrito sino a viva voz en pleno mitin y los directivos de los dos órganos máximos del partido avanzaron con su publicación.
Las posiciones se hicieron evidentes durante el tratamiento de la ley ómnibus fallida y ahora claramente empezaron el camino al choque de posiciones ideológicas. Lo que no es menor teniendo en cuenta tres cuestiones: que se puede tratar, en forma inminente, el DNU; que comienza el debate de un nuevo paquete de leyes y que la porción más distanciada de las ideas de derecha tiene la intención de construir un espacio de centro.
Pese a ese mapa conflictivo de fondo, el radicalismo resolvió, en reunión de bloque, pedirle al oficialismo la conformación de la comisión de Previsión Social para avanzar con el debate de jubilaciones sin que los proyectos puedan correr la suerte del naufragio al no contar con los dos tercios de los votos para lograr su tratamiento. Hacemos Coalición Federal solicitó una sesión para este miércoles al mediodía con el fin de avanzar en ese sentido.
En HCF confían con tener el quórum pero no cuentan, entre los potenciales aliados para habilitar la sesión, ni con el oficialismo, el PRO y la UCR más cercana o abierta a acompañar iniciativas de Javier Milei. En la reunión de bloque boina blanca, de alta tensión, no se definió si bajarán o no pero se estimaba que la mayoría estaría dispuesta a colaborar con la habilitación de la sesion. El miércoles a las 12, de conseguir la apertura del tratamiento, pedirán el emplazamiento del proyecto para empezar a abordar la fórmula jubilatoria en comisiones.
Para el bloque comandado por Miguel Ángel Pichetto, el cálculo por el cual se hacen las actualizaciones de los haberes es una cuestión urgente. Con la necesidad de encontrar una solución frente a la pulverización de los ingresos de los jubilados, quieren garantizar una fórmula que recomponga los ingresos pero que también, en su reforma, se reintegre el poder adquisitivo perdido estos meses.
Frente a la posición del Gobierno de dilatar el debate y su falta de interés por la recomposición de los ingresos, decidieron apurar el tratamiento de este apartado, independientemente de lo que envíe el Ejecutivo, con demora y sin cierto recupero de lo extraviado durante el verano.
Sin embargo, debido a que nadie posee los dos tercios de los votos para poder avanzar con la aprobación de un proyecto sobre tablas, lo que se solicitará es el emplazamiento del tema en las comisiones correspondientes. O sea, conformar los cuerpos necesarios para discutir los proyectos junto a especialistas y funcionarios para, luego, llevarlo al recinto.
Este tema también será enviado por el Gobierno cuando avancen con el nuevo mega paquete de leyes, del que todavía no se tiene demasiado conocimiento. Todos los bloques están a la espera para conocer la letra chica y poder empezar a delinear una posición que dependerá, en gran medida, del aprendizaje o no que haya hecho el gobierno.
Otra oportunidad
“Aprendieron”, dijo un diputado boina blanca. ¿Qué quiere decir eso? Que el oficialismo estará más abierto que en enero para negociar e introducir modificaciones. La ley ómnibus bis no tendría la misma letra que la que fracasó en febrero y, esperan en el parlamento, introduciría varias modificaciones hechas durante el tratamiento original para no volver al punto de partida.
Se descuenta que las privatizaciones y el retoque de fondos fiduciarios que afectan a las provincias no serán los mismos que los presentados en el último debate. Pero lo cierto es que no se pueden tomar decisiones claras hasta no se conozcan los detalles. El PRO es el más predispuesto a volver a acompañar. Cristian Ritondo ya conocía los lineamientos generales de la nueva oleada legislativa, se los presentó Javier Milei a fines de febrero, cuando el jefe del bloque amarillo almorzó con él en Casa Rosada.
El macrismo está dispuesto a debatir el proyecto cuando el oficialismo lo mande y convoque a su tratamiento pero, en principio, la intención es acompañar como ya lo hicieron en el naufragio de la ley bases. La gran pregunta es cómo acomodarán esta decisión a la posición de los gobernadores que, en tres casos, son del PRO.
Desde la Patagonia se gestó la resistencia a las medidas del Gobierno y se avanzó en la posibilidad de administrar los recursos como región. Pero los gobernadores, además, fueron víctimas de los agravios, insultos y amenazas del gobierno, sin contar la intransigencia de sólo proponerles financiamiento a costa de los ingresos de los trabajadores mediante la restitución del impuesto a las Ganancias, sin quórum. Los mandatarios prefieren coparticipar el impuesto al cheque.
La intención del PRO es concertar una reunión entre el bloque y los tres gobernadores para analizar los detalles pero primero tiene que presentarse el proyecto que, indefectiblemente, estará atado a las negociaciones con los mandatarios provinciales. Una relación inestable. Hebe Casado, vice de Mendoza, dijo en Radio 10 que después de la reunión del viernes, amena, quedaron pendientes de que “no saliera Javier Milei con un tuit y que rompiera todo".
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