Hay mucha bronca por el acuerdo que se firmó hace unos días y que cerró el 2021 con un sueldo básico de 90.000 pesos. Para muchos comercios será complicado abonar esa cifra. Harán gestiones a máximo nivel.
En el comercio local, tomó por sorpresa y causó inquietud el último acuerdo salarial pautado a nivel nacional para los trabajadores del sector mercantil días atrás. El 54 por ciento con que se dio reciente cierre a la paritaria de 2021, y las perspectivas que se abren para 2022, con motivo del inicio dentro de poco una nueva paritaria, han causado honda preocupación, ya que hay establecimientos que no pueden pagar los sueldos pautados, a menos que se atrasen en otras obligaciones y compromisos.
El fuerte impacto de los números acordados ha derivado en que, desde la conducción de la Cámara de Industria y Comercio (CIC), se decidiera participar mañana, a las 13.30, en una reunión virtual de la Confederación Federal Pyme Argentina, que no participó de la paritaria, para fijar postura y dar a conocer los perjuicios que se pueden provocar a los comerciantes.
Quien participará del encuentro vía tecnología digital será José Luis Bunter, referente de la CIC y miembro de la directiva de la Confederación Federal. Este organismo no participó de las negociaciones con la parte laboral representada por la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Afines. Sí lo hicieron, en cambio, las organizaciones patronales de la Cámara Argentina de Comercio, Confederación Argentina de la Mediana Empresa y la Unión de Entidades Comerciales.
Bunter no negó que los haberes acordados, que incluyen elevar a 90.000 pesos el sueldo básico, incluido el presentismo, conforman un sueldo "digno" para los trabajadores, pero fue categórico en que hacerlo efectivo traerá grandes dificultades para las pymes mercantiles.
Anticipó que lo más probable es que los comerciantes "no puedan cumplir con sus otras obligaciones", en materia impositiva principalmente, con lo que se irá generando una situación de inestabilidad que, a la larga o a la corta, pueden llevar al cierre de numerosos locales.
Aseguró que el incremento "no fue consultado" con las bases y en su discusión quedó afuera la Confederación Federal. Sostuvo que, como mínimo, se tendrían que haber fijado, en forma paralela, medidas gubernamentales de respaldo a las pymes, comerciales y de otro tipo, porque el momento económico de enero y el inicio de febrero está resultando "muy difícil" para todos los rubros, salvo los vinculados al turismo y a la gastronomía.
Por ejemplo, indicó que se deberían haber introducido medidas para aliviar las cargas patronales, para reducir el peso de los impuestos y tributos y para mejorar y facilitar el acceso al financiamiento. "No se avanza en la reactivación y la situación de los comercios se puede agravar y complicar mucho", enfatizó.
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