El presidente Francois Hollande no quería que se tomaran el receso habitual para dar ejemplo ante la crisis laboral y económica que enfrenta Francia.
“La cata”, como los franceses llaman a la catástrofe, fue la inmediata consecuencia. Un fuerte lobby familiar ministerial se puso inmediatamente en marcha para conseguir un derecho legítimo, en un país donde todos tienen 8 semanas de vacaciones anuales. Hasta el muy germánico primer ministro Jean Marc Ayrault defendió la idea de que sus ministros deben descansar desde el próximo viernes, refrescarse con ideas nuevas, reencontrarse con sus hijos en sus vacaciones escolares y tener una vida familiar normal por unos días. Aunque él abandone sus inolvidables vacaciones en una caravana y haya optado por unas tranquilo descanso familiar con sus nietos, en su casa de Morbihan, en Bretaña.
‘Tenemos que revitalizarnos. Los franceses entienden esto”, contemporizo Ayrault cuando en el mes de agosto en París solo quedan los turistas y la mayoría de los restaurantes y negocios cierran por vacaciones estivales.
“Nosotros estamos destruidos", se quejo un ministro.”Quiero ver a mi mujer y a mi hijo. Llego a casa a medianoche y como pasta recalentada en el microondas todo el año. ¿Y ahora me dicen que no puedo tener vacaciones?”, se quejo otro ante la prensa extraoficialmente.
La ministra de ecología Cecile Duflot fue terminante:”Mis hijos y mi familia no son negociables”.Otros no están dispuestos a escuchar las recomendaciones y se irán a sus residencias en islas en el Atlántico o en España.
Finalmente Hollando transo. Su compañera, la “first girfriend" francesa Valerie Trierweiler, había partido sola a Grecia de vacaciones con sus dos hijos y sus fotos aparecieron en los diarios franceses. Una consecuencia de su experiencia de vacaciones presidenciales en el Fuerte de Bregancon el año pasado. Un soberano aburrimiento, acosados por los paparazzi que fotografiaron a la pareja presidencial en trajes de baño. Una vez más, Valerie termino en los tribunales defendiendo su derecho a no ser mostrada en bikini, sin su consentimiento.
Hollande considero al fuerte presidencial sobre el Mediterráneo una suerte de prisión dorada y no esta dispuesto a repetir la experiencia. Prefiere quedarse en La Lanterne, un Manoir que en realidad pertenece al primer ministro en Versalles pero que Sarkozy lo apropio para uso presidencial en su luna de miel con Carla Bruni y se mantiene la costumbre. Tiene espacio, un amplio parque donde puede andar en bicicleta, cancha de tenis, una pileta de natación, y todas las comunicaciones y el personal que un presidente francés necesita para tener vacaciones que no son tales, por su nivel de “enchufe” con lo que pasa todos los días en su país.
Su experiencia de vacaciones fue traumática y la culpa no la tuvieron los fotógrafos. Desde que apareció en shorts frente a una población agobiada por la crisis, comenzó un proceso bautizado “Hollande Bashing”, con criticas feroces que no ceden desde entonces. Las reales vacaciones mentales para Hollande serán cuando la opinión publica le de un respiro y comiencen a no criticarlo tanto.
Es más: cuando vivía con Segolene Royal y sus cuatro hijos pasaban los veranos en su residencia con pileta de natación en Mougins, en la Provence. Una casa que quedo en sus manos después de la separación y división de bienes. Como es un animal político, Hollande invitaba entonces s sus camaradas a su casa a discutir o se iba a visitar a Julián “Juju” Dray, gran amigo de la familia y padrino de uno de sus hijos, para seguir analizando la interna del partido.
En este caluroso, lluvioso y atípico verano parisino, Hollande cedió ante una masiva revolución ministerial y concedió las vacaciones. Pero le encargo a cada uno de ellos una pila de deberes de estado. El 19 de agosto todos deben llegar con el trabajo hecho para un seminario sobre “Francia en 1923”.Algunos se adelantaron: El ministro de educación Vincent Peillon evito tal trabaja durante su descanso pidiendo a sus funcionarios que desarrollen un plan para los próximos 10 anos en su sector. El canciller Laurent Fabius no piensa discutir su derecho a descanso: dio dos veces la vuelta al mundo en viajes desde que asumió.
La ministra de justicia, Christiana Taubira, que peleo en la asamblea nacional ferozmente por el matrimonio igualitario y es de Guyana, suena con unas vacaciones en su tierra sudamericana, en la playa, con los suyos, lo desafío públicamente al presidente.’Hollande no se da cuenta” dijo, cuando se refirió que el jefe de estado le “comía las vacaciones” tan esperadas.
El diario The Times de Londres hasta dedico un editorial a la rebelión ministerial. Lo titulo “Austeridad es una cosa pero quedarse en casa en Agosto es otra”.Natural en un país que no solo se toma 8 semanas de vacaciones anuales sino que comer en el escritorio en una oficina es considerado un crimen contra una tradición y educación culinaria ,de la que Francia se enorgullece. Hoy por hoy no hay nada más francés que las 35 horas de trabajo semanal y sus vacaciones anuales.
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