El resultado de las legislativas pone en duda la conducción de Fernanda Raverta en el Frente de Todos. De cara al 2023 algunos dirigentes comienzan a pedir pista para confluir en una gran PASO.
La derrota abultada del 14 de noviembre ante Juntos, por casi 20 puntos, expuso como nunca antes a la conducción de Fernanda Raverta en el Frente de Todos marplatense.
Incluso más luego de su discurso ante la militancia aglutinada en el búnker ubicado en el Centro Asturiano, una vez conocidos los resultados. Con palabras que cayeron como un balde de agua fría destacó que los “10.000 votos” (NdR: con el 98 por ciento de las mesas escrutadas fueron, en realidad, 8.075) de más que logró la alianza respecto a las primarias “quieren decir que, además de que el amor vence al odio, la organización vence al tiempo”. Y resaltó: “Fue un tiempo muy difícil, tuvimos que hablar con vecinos que estaban tristes y enojados y, sin embargo, volvimos a demostrar que el amor es nuestro”.
Las reflexiones con aires triunfalistas de Raverta generaron enojo en el sector más duro del peronismo local, que reclama una revisión crítica. No sólo por el discurso, sino por la defensa sin fisuras de la exdiputada nacional a las políticas restrictivas nacionales y provinciales durante la pandemia, la estrategia electoral de bloquear las competencias internas en las PASO y una gestión al frente de ANSES que no se traduce en una mejora de las condiciones de vida de los jubilados en una ciudad donde el 25,8 por ciento de la población tiene más de 60 años (3,3 por ciento más que el promedio nacional); elementos que se tradujeron en el marcado retroceso electoral del FdT.
En efecto, los números se activaron como una señal de alarma para el peronismo vernáculo, que ve cómo entre las generales de 2019 y las legislativas de 2021 se perdieron nada menos que 59.049 sufragios, luego de haber estado a solo 9.712 voluntades de arrebatarle la intendencia a Guillermo Montenegro; con lo cual la posibilidad de romper el maleficio de 66 años sin un peronista al frente del gobierno municipal luce hoy cada vez más difícil.
“Si abrimos el juego y reagrupamos a todo el peronismo, en 2023 tenemos chances de pelear; si no, olvidate”, confiesan, con conceptos similares, dos importantes dirigentes del frente, tanto desde el kirchnerismo como desde aquellos más alineados al tradicionalismo justicialista. Esa perspectiva se suma al inicial balance autocrítico de los principales referentes de Nación y Provincia respecto al mal uso de la herramienta de las PASO: un recurso, paradójicamente, creado por el kirchnerismo pero capitalizado por la oposición de Juntos.
Esto se vio reflejado en 2019, cuando no se le dio lugar a la presentación de listas alternativas: fueron rechazados los pedidos del exintendente Gustavo Pulti y Horacio Tettamanti para ir a internas. Y algo similar sucedió este año, cuando se dio de baja, por “avales insuficientes”, al armado que encabezaba Rodolfo Manino Iriart, director del Correo Argentino y exdiputado provincial, que contaba también con el apoyo del PJ local.
En este marco, mientras se sale del proceso electoral 2021, varios ya apuntan a un 2023 en el que las listas dejen de estar digitadas desde el Instituto Patria y sean las urnas las que blanqueen la correlación de fuerzas. “El que gana conduce y el que pierde acompaña, pero acompaña en serio”, advierte un avezado visitante del primer piso del palacio municipal, donde tiene su base el bloque del Frente de Todos.
Por caso, Iriart presume de contar con el respaldo del ala “albertista” del Gobierno nacional, a partir del apoyo de Santiago Cafiero, quien, si bien abandonó la Jefatura de Gabinete, es uno de los hombres de mayor confianza del Presidente. El dirigente hizo alarde de su posición en el cierre de la campaña, cuando mantuvo una nutrida agenda con Victoria Tolosa Paz, quien estuvo alejada del ala K más cercana a Raverta. Es uno de los que apuestan a una apertura que les permita ser parte de la disputa en una virtual PASO 2023.
También se especula con un regreso a las fuentes del todavía senador Lucas Fiorini, quien en los papeles integra el bloque de Juntos hasta el 10 de diciembre pero ya dio señales de un realineamiento. Tras la ruptura con Montenegro en mayo, su agrupación Crear se constituyó en bloque en el Concejo Deliberante, con Alejandro Carrancio, al que luego se sumó otro disidente, Nicolás Lauría. Ambos asumieron un perfil ultraopositor y semana a semana exponen en el recinto al gobierno con sus proyectos.
En estas elecciones hizo su debut como agrupación vecinal y obtuvo el 4,7 por ciento de los votos, una cifra que lo pone en juego al haber afrontado la campaña con boleta corta, sin una estructura nacional y con una preparación de pocos meses. Los más osados sueñan con una interna en donde participe incluso Pulti, que arañó el 8 por ciento y, en los últimos meses, se convirtió en un aliado clave de Guillermo Montenegro en el Concejo Deliberante, donde el jefe comunal de General Pueyrredon no cuenta con mayoría.
La adversidad en la Quinta sección
La derrota del peronismo por casi 20 puntos en la ciudad y los años de sequía sin un intendente justicialista también tienen su correlato en la Quinta sección electoral. Para las legislativas de este año, Raverta colocó a su pareja, Pablo Obeid, como cabeza de lista para el Senado provincial. Y la ecuación se repitió. El armado del jefe regional de la ANSES perdió también por 20 puntos -de todos modos contará con dos bancas en la Legislatura- y sumó una nueva derrota en un territorio que también se ha transformado en hostil para el peronismo. De las últimas siete elecciones generales pudo imponerse solo en 2011.
Y la sangría se profundiza si se observa cómo fue la performance en los 27 distritos que integran la Quinta: el FdT salió victorioso en apenas seis localidades, contra las veinte de Juntos, mientras que Necochea fue la excepción a la grieta y se alzó con el triunfo el armado del intendente Arturo Rojas.
Concejo Deliberante
La disputa entre “halcones” y “palomas” por la presidencia
En la discusión por la presidencia del bloque del Frente de Todos en el Concejo Deliberante empieza a perfilarse una disputa entre “halcones” y “palomas”, que también marcará el perfil político que se asumirá desde el principal espacio opositor hacia el último tramo del mandato de Montenegro.
Los primeros apoyan a la concejala camporista Marina Santoro, que se muestra más “radicalizada” y con mayor vehemencia al momento de defender las posturas del kirchnerismo en el HCD. Los segundos apuntan a la excandidata Virginia Sívori, muy respetada en el oficialismo por su trabajo técnico como economista y de perfil “dialoguista”.
Con los dos bandos definidos habrá que esperar cuáles son los pasos a seguir de un tercer actor: Ariel Ciano. El legislador massista acaba de renovar banca y hasta el 10 de diciembre encabeza el unibloque del Frente Renovador, pero no podrá continuarlo por encontrarse en soledad. En ese marco, hoy es un misterio si se sumará formalmente al bloque del Frente de Todos. Desde su entorno se encargaron de resaltar el buen trabajo en conjunto con Sívori durante la campaña, aunque no se animan a dar mayores precisiones sobre su futuro. Con experiencia legislativa en anteriores gobiernos, Ciano le podría brindar mayor “volumen político” al FdT, erigiéndose como una figura mediadora entre los dos perfiles que compiten por encabezar el espacio. Sin definiciones aún, las negociaciones irán creciendo de cara a la renovación del 10 de diciembre.
¿Nace un bloque peronista no kirchnerista?
Comienza a tomar forma la constitución de un segundo bloque peronista con aquellos sectores no alineados al kirchnerismo. Allí podrían recaer Ciano, Miguel Guglielmotti (CGT) y Tata Gandolfi (Movimiento Evita). Algunos hasta sueñan con sumar a Crear Juntos, el bloque que responde a Lucas Fiorini tras la ruptura con Juntos.
La disputa por la conducción del PJ marplatense
Con la fecha definida para el 27 de marzo, la interna en el PJ de General Pueyrredon promete dejar mucha tela para cortar. El actual presidente es Juan Manuel Rapacioli, quien se ha mostrado crítico por la falta de apertura del Frente de Todos y buscará la reelección.
Del otro lado, si bien no confirmó su participación, crecen las chanches del concejal Daniel Rodríguez, que dejará su banca el 10 de diciembre y contaría con el apoyo de Raverta. De todos modos, según supo La Tecla, no se descarta la participación de un tercer armado para pelear por la conducción del justicialismo.
El misterioso pase de facturas
En la mañana del lunes 15 las calles marplatenses amanecieron con unos polémicos carteles teledirigidos contra la titular de ANSES, Fernada Raverta. “El remedio para los errores es RECONOCERLOS. #AhoraEsConTodxs”, le reprocharon, sin nombrarla, en los afiches, firmados con el nombre de “Agrupación Ni Sectarios Ni Excluyentes” y con el escudo del Partido Justicialista, los que además fueron pegados sobre cartelería del Frente de Todos, tanto de Tolosa Paz como de Virginia Sívori.
“Nunca el Partido Justicialista ha usado estos mecanismos agresivos para hacer política en la ciudad. Quienes sí lo hicieron, que se identifiquen con claridad”, planteó el titular del PJ, Juan Manuel Rapacioli, enfrentado a Raverta. Nadie se hizo cargo de la autoría.
La derrota en la universidad
Las elecciones para definir al nuevo rector en la Universidad Nacional de Mar del Plata significaron también otro paso atrás para el Frente de Todos local. Raverta impulsó a Daniel Antenucci, quien cayó derrotado por Alfredo Lazzeretti, el actual rector que revalidó su cargo por otros cuatro años y contó con los apoyos del radicalismo y el socialismo.
Lo curioso es que Antenucci ni siquiera pudo imponerse en la Facultad de Ciencias de la Salud, el pago chico de Raverta, donde se recibió de trabajadora social. La casa de estudios no acompañó al candidato, que sacó apenas tres de los doce asambleístas en disputa. Además el kirchnerismo no logró presentar lista en Derecho: la Junta Electoral la rechazó por falta de avales.
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