La construcción de la sede del Centro de Veteranos de Guerra estuvo más de 5 años detenida por falta de recursos propios, pero apareció ayuda externa.
Después de más de 5 años frenada, la construcción de la sede del Centro de Veteranos de Guerra de Bahía Blanca se reactivó en la última semana, justamente en el marco de las conmemoraciones por el 41 aniversario de la lamentable contienda de Islas Malvinas.
Guillermo De la Fuente, fundador y presidente de la agrupación que reúne actualmente a 110 ex combatientes, señaló que ya recibió recursos propios para continuar con esa anhelada obra, donde funcionarán el Centro de Veteranos y la Unión de Suboficiales.
“La verdad que la noticia de la reactivación fue una gran alegría, que realmente estábamos esperando con muchas ansias. Ver movimiento otra vez en ese sector, después de 5 años, nos llenó nuevamente de ilusión. Queremos tener nuestro propio espacio, pero no por un capricho, sino porque lo necesitamos para brindar más beneficios a los veteranos de guerra”.
Precisamente, en la vigilia tradicional que se realiza previo al 2 de abril hubo una imagen impactante: los veteranos, con sus familias, sentados en el terreno de la sede.
“Al ver eso sentí una ocupación emocional del espacio, que no es un tema menor para nosotros. Ocupamos el lugar que nos merecemos. Más allá de las trabas que nos obligaron a frenar la obra, nunca dejó de ser nuestro ese lugar”, dijo De La Fuente.
Inmediatamente armaron una muestra de fotos en uno de los containers que instalaron, pusieron música y tiraron unos chorizos a la parrilla.
“Nos sentimos en nuestra propia casa, como hace mucho que no pasaba. Recibimos visitas de todo tipo. Fue un muy lindo momento”, reconoció.
Y añadió: “La nuestra es una lucha que cierra grietas. Nadie se opone a esta obra. Sobrepasa los colores políticos. E incluso, ya hay apoyos públicos y privados”.
Pese a la alegría de observar nuevamente movimiento en la obra, De la Fuente no se olvidó de compañeros que ya partieron.
“Lamentablemente, en estos 5 años que pasaron con la obra parada, se nos fue gente que hizo mucho por tener la sede propia y no pudieron ver la obra terminada. Pero en honor a ellos es que pusimos el tema en discusión, para poder reactivarlo”.
En ese sentido, De la Fuente agradeció el apoyo del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y de distintos sectores de la ciudad.
“Susbielles se puso rápidamente a la cabeza de este pedido. Y también Marcelo (Feliú) se sumó. A su vez, varias empresas privadas aportaron materiales. Es muy grato ver que el sector público y privado se unen para cuestiones de este tipo”.
Actualmente, se encaran los trabajos necesarios para la instalación eléctrica y la obra sanitaria.
“También proyectamos realizar el contrapiso y comenzar con el arco ubicado en la entrada a la sede. La intención es terminar esta etapa en un mes. El segundo tramo será el de las aberturas”.
Junto a los arquitectos Guillermo Allerborn, Andrés Moroni, Claudio Pirillo y Diego Promenzio y personal del municipio se analiza la posibilidad de vincular directamente a la sede con la plazoleta ubicada en Cuyo y Florida, donde están ubicados el monumento a los caídos y las referencias históricas de quienes murieron en Malvinas.
“Se puede hacer merced a un puente y pintar la calle con algún color particular para que queden unidos ambos lugares emblemáticos. El objetivo también es facilitar el acceso al monumento, teniendo en cuenta que los ex combatientes ya tenemos más de 60 años y algunos están con problemas motrices”.
Según señaló De la Fuente, la obra tomaría un ritmo tal que desembocaría en su inauguración para el 2 de abril de 2024
“Nos ilusionamos con tener la sede lista para el próximo 2 de abril. Mi sueño es que antes del acto oficial por el 42 aniversario, podamos servir un café en nuestra propia sede y después cruzar a la plazoleta”.
“Lo que está construido, que es bastante, fue hecho a pulmón por nosotros, con recursos propios, poniendo plata de nuestro propio bolsillo, cuando el resto de las sedes de ex combatientes de la provincia fueron edificadas por los distintos municipios en forma de homenaje y agradecimiento. Por eso digo que este es un acto de justicia”.
Cabe recordar que actualmente la sede actual está ubicada en Falcón 791.
“Hoy seguimos pagando alquiler para tener nuestra sede. Y lo podemos pagar porque es la casa de un compañero y el costo es mínimo”.
La nueva edificación va a servir como punto de encuentro de los veteranos de guerra, independientemente de que pertenezcan o no a alguna institución.
“Allí se van a resolver cuestiones administrativas y funcionarán algunos consultorios externos para el cuidado de la salud. El Centro es muy útil, ya que funciona como una especie de Hospital de Día. Los lunes viene un médico clínico, el martes un traumatólogo, contamos con un psicólogo y cada 15 días tenemos la atención de un psiquiatra. Con lo poco que tenemos ofrecemos muchos servicios”.
También está previsto construir un SUM, donde los ex combatientes puedan brindar charlas a instituciones educativas, organizar muestras y generar distintos eventos.
“Simultáneamente estamos trabajando para resolver el tema de la titularidad del terreno. Mantenemos charlas con Vialidad Nacional, a través de Gustavo Trankels. Y paralelamente, Susbielles se comprometió a gestionar ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado para que el espacio sea nuestro”.
Algunos detalles
“El proyecto del Centro Ex Combatientes de la Guerra de Malvinas responde tanto a la necesidad de generar espacios de uso, como a ser portador de una fuerte carga simbólica, a partir de quienes lo van a habitar”, señalaron los arquitectos Guillermo Allerborn, Andrés Moroni, Claudio Pirillo y Diego Promenzio en la memoria descriptiva del proyecto que ya está en marcha.
La pieza de arquitectura se relaciona estrechamente, a partir de sus formas, espacios y relaciones visuales, con el monumento a los Caídos en la Guerra de Malvinas, situado a unos 60 metros.
“Para los visitantes del parque, esta relación visual–perceptual entre monumento y edificio se inicia en el recorrido desde el monumento hacia el patio del edificio. La secuencia espacial de acceso se completa a partir de recorrer una rampa, y arribar al patio”.
El patio, transición entre el espacio público de la ciudad y el Centro de Excombatientes, así como el SUM, giran levemente respecto del resto del edificio, para orientarse hacia el monumento existente. “Los visitantes casuales del edificio experimentan con el uso y la información condensada en la escultura al soldado y otros elementos utilizados en la misma guerra de Malvinas, una renovada concepción de los hechos”, manifestaron los profesionales.
Las actividades que se realizan en el edificio serán variadas: el salón de usos múltiples es el espacio protagonista, abierto totalmente a patio de acceso/mirador y al patio interior con espejo de agua. Complementan las actividades un sector de administración, dos consultorios con sala de espera y sanitarios.
Plaza Malvinera
En el acto del 2 de abril pasado trascendió también la posibilidad de generar un espacio verde en el sector del Centro Cultural Islas Malvinas, ubicado en Zelarrayán y Cuyo.
El proyecto contemplaría equipamiento y arbolado, para que la gente pueda disfrutar del espacio.
Más allá de que nació de un proyecto iniciado en 1992, el Centro Cultural fue habilitado recién el 2 de abril de 2011. La plazoleta ya era parte de aquella iniciativa, aunque nunca se llevó a cabo.
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