Ni en el oficialismo ni en la oposición tienen una postura definida y unánime sobre las primarias de este año. Varios gobernadores se lo volvieron a pedir al presidente y el tema se tratará en sesiones extraordinarias.
La posibilidad se había lanzado a fin del año pasado para saber cómo se recibía. No existió el consenso necesario para avanzar, según el Gobierno, por lo que el tema se congeló. Pero por poco tiempo: la semana pasada, varios gobernadores volvieron a insistirle a Alberto Fernández para que se suspendan las primarias este año. Finalmente, el tema lo tratará el Congreso en sesiones extraordinarias
Los argumentos que se habían esbozado eran dos. El primero era el riesgo epidemiológico por las posibles aglomeraciones de gente en medio de la pandemia. El segundo era económico: se pretendía reducir el gasto de las elecciones en medio de la crisis. Sin embargo, si hubiera una real preocupación por reducir el gasto de los comicios se hubieran explorado otras alternativas, como la implementación de la boleta única.
Lo cierto es que detrás hay otros intereses. Se sabe que las primarias suelen favorecer más a quienes están en la oposición que a los oficialismos, ya que son útiles para ordenar la oferta y dirimir las candidaturas.
Por eso es que la intención por suspenderlas se expandió rápidamente entre los gobernadores. La semana pasada, los representantes de nueve provincias se lo pidieron al presidente. Incluidos los radicales Gustavo Valdés y Gerardo Morales. El otro gobernador de la UCR, Rodolfo Suárez, contempla la posición de su mentor Alfredo Cornejo, presidente del partido y uno de los más activos opositores a Alberto Fernández.
Es que a nivel nacional Juntos por el Cambio tiene una clara visión en contra del tema. Hoy, luego de la reunión de la mesa nacional del espacio, emitieron un comunicado en el que ratifican la postura y sostienen que "las reglas de juego del sistema electoral no pueden ser modificadas en el mismo año de la realización de las elecciones". Además, califican a la decisión de "arbitraria" y que "pone en peligro la transparencia del proceso electoral".
Pero en el Frente de Todos tampoco es tan claro el rechazo a las PASO. Por un lado, saben que puede ser útil para ordenar la propia interna. Además, el propio Fernández no tuvo una opinión clara en contra de las primarias, sino que trasladó la cuestión al Congreso, el ámbito de discusión. Resta conocer la postura de la propia Cristina Kirchner: las PASO son un diseño electoral único de la Argentina y se crearon durante su presidencia.
Se había mencionado, de hecho, la conveniencia para un sector del Frente de Todos de las primarias: la Cámpora, especialmente en los municipios del conurbano bonaerense. Este sector, que responde a la vicepresidenta, aspira a aumentar su presencia en las intendencias de esa región. Sin embargo, no es fácil destronar a quienes detentan los cargos, muchos de ellos también peronistas.
Por eso es que las PASO podían ser el vehículo para destronar a viejos líderes locales. Ese fue el ocaso de uno de los históricos barones, Raúl Othacehé, quien fue destronado en Merlo en las primarias por Gustavo Menéndez en 2015. Sin embargo, el propio Máximo Kirchner prepara el terreno para asumir la presidencia del PJ bonaerense, por lo que podría tener otro peso la Cámpora a partir de esa conducción.
De cualquier modo, hoy se confirmó en el Boletín Oficial que el tema se tratará en sesiones extraordinarias, ya que el Ejecutivo lo incluyó en el temario. Durante este período legislativo solo pueden tratarse cuestiones que se envíen desde la presidencia, como en este caso. Todavía no está confirmado en qué fecha lo tratará el Congreso.
Más allá de la cuestión nacional, lo cierto es que 13 distritos tienen también elecciones provinciales, y la potestad de fijar la fecha es de los poderes propios. Dos eligen gobernador, Corrientes y Santiago del Estero, y el resto legisladores provinciales.
Es decir, puede darse el caso de que las PASO se eliminen a nivel nacional, pero luego habrá que replicar la discusión en cada uno de los distritos. En el gobierno porteño, por ejemplo, no ven con buenos ojos cambiar las reglas de juego en el año de las elecciones, tal como expresó la cúpula de Juntos por el Cambio en la que se encuentra el propio Horacio Rodríguez Larreta.
Más allá de primarias sí o primarias no, los gobernadores conservan una carta más: el desdoblamiento. Es decir, la posibilidad de fijar la fecha de las elecciones locales, que podrían realizarse o no en simultáneo con las nacionales.
El salteño Gustavo Sáenz ya llamó a elecciones para el 4 de julio. Al hacerse de forma separada y en pleno invierno caen rápidamente los argumentos económicos y sanitarios. El resto todavía no confirma la fecha y mantiene esa carta de negociación.
En años de elecciones legislativas su uso no es tan frecuente. En 2017, de hecho, solo desdoblaron Chaco, Corrientes y La Rioja. Hace dos años, en cambio, casi todas lo hicieron. Las únicas que votaron de forma coordinada con el calendario electoral fueron ciudad y provincia de Buenos Aires, Catamarca y La Rioja. Santa Cruz hizo las generales provinciales en el día de las primarias nacionales, por lo que también se votó el mismo día.
Comentá la nota