El acuerdo en el FdT confirmó a los ministros de Economía y Desarrollo Productivo. Se reafirma la política de crecimiento y se abre un espacio para debatir la prioridad del gasto social.
Por: Raúl Dellatorre.
La conformación del nuevo gabinete anunciada mantuvo en sus cargos a las dos personas clave del equipo económico. Los ministros Martín Guzman y Matías Kulfas fueron confirmados por el presidente Alberto Fernández, lo cual marca una continuidad en la gestión que será recibida con más satisfacción en los ámbitos económicos que en algunos cenáculos políticos, que en la última semana se expresaron principalmente desde el entorno de la vicepresidenta de la Nación. Sin embargo, la nueva composición del gabinete refleja un acuerdo político para encauzar el debate sobre esta cuestión. Cristina Kirchner, por otra parte, había tomado contacto personal con Guzmán en la semana para expresarle que no había reclamado su desplazamiento. Y que las diferencias que sostenía con respecto al proyecto de Presupuesto de Recursos y Gastos para el año 2022, las podrían tratar en un encuentro a realizarse en los próximos días.
La única deserción del elenco del área económica es la de Luis Basterra, quien deja el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Cargo que será ocupado por Julián Domínguez, quien ya lo ejerciera durante el gobierno de Cristina Kirchner, justamente cuando el área pasó a ser Ministerio. Actualmente, Domìnguez venía desempeñándose como referente de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA) y articulador con las cámaras empresarias industriales en la elaboración de un plan de crecimiento y desarrollo para los próximos diez años.
Martín Guzmán permaneció la mayor parte de la jornada en su despacho. Allí recibió a Juan Zavaleta, ministro de Desarrollo Social, con quien conversó sobre las urgencias sociales de los sectores económicamente más castigados. Avanzaron, según trascendió, en la elaboración de un conjunto de medidas, que a última hora de la tarde se aseguraba que serían anunciadas el lunes próximo tras la jura del nuevo gabinete.
Estas medidas reemplazarían las que se suponía iban a ser anunciadas el jueves pasado, referidas a actualizaciones en los valores de beneficios para sectores de bajos ingresos. Según informó en la tarde del viernes la emisora AM 750, fuentes oficiales adelantaron que "lo que está en evaluación es una hoja de ruta diferente, con anuncios de mayor impacto" en cuanto al refuerzo de la capacidad de consumo de los sectores de menores ingresos. El borrador de este documento circuló entre el Palacio de Hacienda, Casa Rosada y la Quinta de Olivos, buscando un diseño que contemple de la manera más amplia posible las necesidades de la franja de la población con ingresos por debajo de la línea de pobreza.
Este, por otra parte, fue el eje principal del cuestionamiento que formuló Cristina Kirchner en su carta del día jueves, argumentando que en el presupuesto de 2021 se planteaba un déficit del 4,5%, pero el resultado ejecutado hasta agosto mostraba un déficit del 2,1%. Esa diferencia era plata que se debería haber gastado, sostenía la vicepresidenta, y de haber sido así el resultado electoral no hubiera sido el mismo. El acuerdo alcanzado ayer entre los distintos sectores del Frente de Todos habilitará un espacio para la discusión de este tema en próximos encuentros, incluso a través del contacto directo entre Guzmán y Cristina.
Un economista y un industrial
"Hay un problema serio de ingresos reales en una parte importante de la población, no sólo en el 20% de ingresos más bajos (el quintil 1, en las encuestas de hogares), que reciben algún tipo de ayuda directa del Estado, sino también en otro 40% que le sigue en ingresos (quintiles 2 y 3), que pueden ser familias de trabajadores de bajos salarios o informales, menos atendidos por las políticas públicas", advirtió Ricardo Arodskind, investigador docente de la Universidad de General Sarmiento, en relación al actual cuadro socioeconómico. "Hay una idea falsa de que la reactivación por sí sola le resuelve el problema a este sector, y se corre el riesgo de creer que un crecimiento del 8% es en sí mismo la respuesta a las necesidades", dijo el economista a este diario.
En coincidencia con el planteo de Arodskind, el dirigente empresario Marco Meloni (vicepresidente de Industriales Pymes Argentina, IPA), dijo a Página 12 que "el relevamiento que hace IPA sobre 23 sectores industriales muestra que en 19 de ellos la reactivación está en marcha, la rueda ya se está moviendo. Pero yo entiendo cuando dicen que la reactivación no está llegando a todos. Todo lo que es desarrollo industrial y neoindustria, necesita un proceso de mediano y largo plazo para alcanzar un ritmo pleno de actividad. Seguramente hay diez millones de personas que están quedando afuera de esta recuperación. Porque el proceso de recuperación industrial, que ya empezó, seguro va a generar más trabajo, más desarrollo, más divisas incluso vía exportaciones. Pero no en seis meses", subrayó.
En la visión de Arodskind, en la carta que hizo pública Cristina Kirchner el jueves pasado "hay un señalamiento de que se debería haber gastado más en ayudas sociales y el resultado electoral no hubiera sido el mismo". "En ese señalamiento, Cristina actúa con mirada política", agregó, "mientras que en algún sector del gobierno prima una mirada más independiente del humor popular, y para un gobierno como el actual, enamorarse de los equilibrios es un problema".
Meloni, en tanto, señaló que las tensiones actuales en el seno del gobierno "no van a afectar la reactivación si no se demora la resolución". "Esperemos que lo más pronto posible se defina y comunique el nuevo gabinete (lo dijo apenas cuatro horas antes que se informara), y que durante la semana haya definiciones que ratifiquen el rumbo, en cuanto al respaldo a la producción nacional y más administración estatal del comercio". Manifestó, además, su respaldo a la gestión de Desarrollo Productivo (Matías Kulfas) e Industria (Ariel Schale). "No hay por qué tocar lo que anda bien", concluyó.
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