Investigan si se montó un servicio de inteligencia paralelo, como dijo el agente
La Justicia ordenó reabrir una causa contra el ex jefe del Ejército César Milani, por montar un servicio de inteligencia paralelo para espiar a opositores políticos y periodistas. También ordenó citar a declarar al ex espía Antonio Stiuso, quien en una entrevista con LA NACION dijo que el kirchnerismo tenía montado este mecanismo de inteligencia ilegal.
La decisión de reabrir esta causa fue de los jueces de la Sala II de la Cámara Federal Martín Irurzun y Eduardo Farah, tras la apelación del fiscal Carlos Stornelli, sostenida por su superior Germán Moldes.
Carlos Tórtora publicó en El Informador Público una nota en 2014, en la que señalaba que Milani y ex autoridades del Ministerio de Defensa habían diseñado en 2008 el Proyecto de Ciberdefensa, destinado a actividades de inteligencia interna prohibidas por la ley, en perjuicio de políticos y periodistas.
Según la denuncia, para realizar esas maniobras fue necesario incrementar indebidamente las partidas presupuestarias, se designó personal irregularmente y se adquirieron materiales tácticos y electrónicos.
Se mencionó que se habían adquirido camionetas Toyota Hilux, pintadas de color negro para pasar inadvertidas, aparatos de interceptación telefónica y otros elementos de inteligencia. Decía la nota que Milani manejaba un presupuesto de $ 15.000 millones sin control.
Con esta denuncia surgida de la nota, se abrió una causa en el juzgado de Claudio Bonadio. Tórtora declaró que no podía revelar la fuente de su información y, con esta respuesta, el juez archivó el caso. Pero Stornelli apeló y el fiscal Moldes argumentó que era necesario reabrir el caso. Cuestionó el carácter de periodista de Tórtora como para ampararse en el secreto de las fuentes, y aportó otros caminos para investigar.
Los camaristas recogieron los argumentos de Moldes, para quien las causas sobre irregularidades con la inteligencia militar habilitan las sospechas y la existencia de periodistas que denunciaron espionaje ilegal deben ser tenidas en cuenta.
Con esos datos reabrieron la denuncia que había cerrado el juez Bonadio y lo instaron a "conseguir documentos/datos/constancias sobre las partidas, personal y elementos asignados a la inteligencia del Ejército".
También se encomendó citar a eventuales víctimas, que el denunciante -con las reservas del caso sobre identidades- haga saber sus fuentes, de corresponder y que se convoque al ex agente de inteligencia Stiuso, quien en una entrevista con LA NACION se refirió a la existencia de esta SIDE paralela.
Además de Milani, en la causa estaban acusados los ex ministros de Defensa Nilda Garré, Arturo Puricelli y Agustín Rossi, entre otros.
"Hay medidas que, pese a sus posibilidades de aportar mayor conocimiento, se encuentran todavía pendientes de producción", sostuvo la Cámara Federal.
"La resolución del juez debe ser revocada. Quedará en cabeza de los encargados de la instrucción la misión de profundizarla en todos los aspectos necesarios para corroborar o descartar la hipótesis del acusador", dijo la Cámara Federal.
Entre los testigos que la Cámara propuso escuchar se cuentan el periodista Daniel Santoro de Clarín, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y Clara Waite, la cuñada de Milani, quienes denunciaron que podrían haber sido objeto de espionaje ilegal o conocer sobre estas actividades.
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