El flamante vicepresidente de la UCR de San Martín dialogó con LaNoticiaWeb sobre los desafíos y expectativas de la nueva conducción. Además, opinó sobre la gestión del intendente Katopodis. Y cargó duro contra la posible re-reelección presidencial.
¿Cuáles son sus sensaciones a poco de asumir como vicepresidente de la UCR local?
Todos los que integramos el radicalismo de San Martín hicimos un esfuerzo como para lograr una lista de unidad, más allá de las pequeñas diferencias ideológicas que pudiera haber dentro del sector del partido. Entendimos que la única forma de lograr que el partido crezca es estando todos juntos. Hemos hecho todos un esfuerzo y algunos han relegado pretensiones justas y merecidas para lograr una lista de unidad. Creemos que con la conducción de Ricardo Magnano y el plenario conformado podemos posicionar al radicalismo en San Martín.
A poco de comenzar un año electoral, ¿qué expectativas tiene el radicalismo de San Martín?
Los que estamos en política siempre tenemos expectativa. Pensamos que el que viene será un muy buen año, en el que le vamos a presentar a la sociedad de San Martín los mejores candidatos y vamos a pedir que nos acompañe con su voto. Esto va a ser también en 2015, ya que no se agota sólo en 2013. Nosotros creemos que el radicalismo puede pelear la Intendencia en 2015.
¿Se pueden pensar en acercamientos con otros espacios?
Yo creo que la política es diálogo y consenso. Cuando la voluntad es que se le pueda dar una mejora a la gente que habita en el distrito o se puede hacerles notar a los gobernantes que se están equivocando o resaltar las cosas que hacen bien, el diálogo siempre tiene que existir. Dialogar es una obligación de todos los que conformamos la oposición.
¿A partir de qué aspectos o críticas se le puede presentar una propuesta a la ciudadanía de San Martín?
Por más buenos que sean, uno siempre tiene que aspirar a que los gobiernos sean mejores. La democracia como estilo de vida y el gobierno perfecto no existen, pero sí la búsqueda de perfección. Entendemos que con las elecciones del año pasado se puso fin a un ciclo y una administración que no fue buena para San Martín. El intendente se ha encontrado con algunas dificultades y algunas cosas las está haciendo bien, mientras que otras no. De pronto, al intendente también hay que darle un tiempo para que pueda llevar a cabo sus políticas. Nosotros vamos a marcar las cosas donde se equivoque y, las cosas que haga bien, intentaremos mejorarlas. Siempre se puede mejorar y trabajar para darle una mejor calidad de vida a la gente.
En momentos en los que se discute acerca de si el radicalismo debiera correrse hacia el FAP o hacia el PRO, ¿en el interior del partido cómo se ve la posibilidad de cerrar estos consensos?
Desde el espacio pensamos que nuestro partido está abierto al diálogo y tiene que buscar la mejor propuesta para llevarle a la gente. En este momento estamos atravesando una gravedad institucional inusitada, con un grupo del Gobierno que pretende la re-reelección. A nosotros nos parece gravísimo pretender vulnerar la Constitución y ofrecerle a Cristina un tercer mandato. Creemos que las reglas de juego están para cumplirse y son éstas: dos mandatos y a esperar en casa un turno. Pensamos que todo lo que estén haciendo los políticos del arco opositor como para unirse y ponerle un freno a esta aventura reeleccionista es positivo.
¿Hay consenso en la sociedad para una re-reelección?
Más allá de que haya o no, que sería secundario, acá hay un tema de cumplimiento de la Constitución. Por más consenso que se tenga, la Constitución está para cumplirse. Es la Carta Magna y de eso nos regimos. Si la violamos sistemáticamente, ya no tenemos parámetro para regirnos. Más allá de la voluntad popular que la pueda acompañar o no, pensamos que la re-reelección no puede pasar. Si ellos tienen tan buen equipo de gobierno, seguramente tendrán alguna otra persona que forme parte para que continúe la obra.
¿Se puede pensar en una alternativa que agrupe a toda la oposición o siempre habrá sectores reticentes?
Nosotros pensamos que la oposición se tiene que reunir. Ya hubo un antecedente histórico con Ricardo Balbín en 1973, cuando intentó juntar a toda la oposición para salvar un gobierno constitucional, avizorando lo que se venía con la dictadura. Entonces, todo intento para preservar las instituciones es válido. Desde nuestro espacio estamos dispuestos a resignar cualquier tipo de pretensión y hacer todo el sacrificio necesario para pararnos de frente al Gobierno y no permitir el avasallamiento de las instituciones.
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