Durante los primeros 6 meses y medio de la pandemia de Coronavirus, el Municipio de Rauch estuvo ajeno al Covid-19, ya que en ese lapso no se registraron casos positivos en el distrito. El Partido, que cuenta con unos 15.000 habitantes, era al 9 de octubre el único de la Quinta Sección libre del virus.

Todo empezó a cambiar al día siguiente, cuando se confirmó el primer caso de Coronavirus: un policía de 40 años que prestaba servicios en Tandil, localidad con la que linda y que ha registrado un aumento exponencial de contagios (tiene 1.139 personas en tratamiento por Covid), sólo superado en la Región por los 3.481 de Mar del Plata.

Desde entonces, Rauch se detectaron 50 casos positivos de Coronavirus, de los cuales 23 se recuperaron y 27 permanecen activos, todos evolucionando favorablemente según las autoridades sanitares locales: 26 pacientes se encuentran en domicilio, mientras que sólo uno está internado. Además, hay 36 casos sospechosos en estudio y 257 personas se encuentran aisladas.

En este contexto de propagación del Coronavirus, se dio un hecho que alteró la habitual tranquilidad de Rauch, que actualmente transita la fase 4 del aislamiento social: el pasado viernes 23 de octubre se denunció la realización de una fiesta clandestina, que contaba entre sus participantes con la hija del intendente de Rauch, Maximiliano Suescun.

"Todos saben que mi hija participó en este evento, que no debió haber ocurrido y que estuvo muy mal. Se mandó una macana igual que todos. Quiero decirles, como dice la canción, a mí me pasa lo mismo que a usted. Yo tengo 4 hijos y mis hijos se pueden equivocar igual que todos. En todo caso, la culpa más grande que tienen es de tener el papá intendente, pero no lo eligieron", dijo el jefe comunal en declaraciones reproducidas por el portal La Nueva Verdad de Rauch.

Según relató Suescun, al tomar conocimiento de que se estaba desarrollando la fiesta de graduación de una joven, violando las restricciones que impone el aislamiento por el Coronavirus (no están permitidas las reuniones sociales de más de 10 personas), decidió enviar a la Policía y dar intervención al Juzgado de Faltas.

"Envié a la Policía para que tome intervención, y pedí que tomara cartas en el asunto, también una inspección y, por primera vez, al Juzgado de Faltas. No nos hemos movido ni un milímetro de lo que veníamos planteando, es decir si tomamos conocimiento de este tipo de situaciones, de manera inmediata procedemos con el envío de la policía y labraremos actas. Es lo que hicimos el viernes”, señaló el intendente de origen radical.

El jefe comunal añadió que "la ley es una y no se puede aplicar de manera distinta para los que más tienen de los que menos tienen, ante un mismo caso se procede de la misma manera" e indicó que "esto que ocurrió está muy mal y tenemos que aprender".

A raíz de esta controvertida situación, que no fue la única que se dio en el distrito, el Concejo Deliberante de Rauch sancionó ayer un proyecto de ordenanza a fin de multar a quienes incumplan las medidas adoptadas para prevenir la propagación del Coronavirus, ya que –argumentaron-  “se puede advertir la organización de continuas reuniones sociales, muchas en modalidades que no tienen correlato con la normativa vigente aplicable, en cuanto a la cantidad de personas que suelen concurrir a las mismas, en número que exceden al de 10 asistentes que si permite la disposición del Gobierno Nacional”.

El Juzgado de Faltas Municipal de Rauch será el encargado de fijar las sanciones pertinentes. Al momento de dictar la sentencia, el Juez de Faltas deberá considerar los antecedentes del infractor, las circunstancias en que se produjo el incumplimiento a la norma y el peligro que pudo representar para terceros el incumplimiento que motivara la infracción. En caso de que el infractor carezca de antecedentes, el magistrado podrá aplicar un apercibimiento.