El escrito contenía temas técnicos y financieros referidos al avance de las obras, cómo se estaban dando los cobros y otros aspectos. La nota se hizo de común acuerdo entre el Consorcio Pavimentador y Obras Públicas; también se fundamentaban los motivos y cuál era la demora de obra, como así también las prórrogas de la misma. Se trataba de 71 cuadras de cordón cuneta que tenían que hacerse en un año y como ya se había cumplido ese término, era necesario explicar los motivos de la demora.

El ex integrante del Consorcio Pavimentador relató que "tal como está escrito en el diario de ayer (por el domingo), en el informe se habían quitado renglones". En este sentido, ratificó que el texto que tenía en sus manos el intendente Sánchez era diferente al original, que se refería -entre otros puntos- a incumplimientos del municipio en la obra citada y las causas del retraso.

Recordó que "hubo alguna discusión referida al contrato que se había firmado en ese momento. Entonces pedimos que informen de un lado y del otro, porque nos dábamos cuenta de que uno decía una cosa y otro decía otra". En una de las reuniones del directorio, tanto Fernández como Ravella pudieron hacerse de la nota original que constaba en el Consorcio.

En su relato, el ex representante de la Municipalidad dijo que "como está en el diario de ayer, en conjunto con Obras Públicas escriben un informe en el que detallan por qué se habían demorado las obras y al intendente le llega por otro lado, otro informe diferente. Yo lo cotejo con Sánchez, vemos que tenemos una información distinta, entonces el intendente habla con (Roberto) Aranegui -por ese entonces secretario de Obras Públicas- y ahí blanquearon que el acta real era la que tenía el Consorcio. Está clarito en el detalle que tuvieron ustedes el domingo que escribieron tal cual como fue".

Diversas fuentes consultadas por este diario coincidieron en manifestar que Sánchez le pidió explicaciones a Aranegui, a quien se lo consideró responsable -directa o indirectamente- por lo sucedido.

Decisión política

El año pasado, en el momento en que finalizaba el mandato de Fernández y Ravella en el Consorcio, tuvo lugar la asamblea en la Municipalidad. Según las fuentes, para Sánchez se dio "entre gallos y medianoche", pero la entidad mostró que los integrantes por el municipio habían participado.

Fernández puntualizó que en el Consorcio "no se trató bien el tema de renovación de autoridades, que quedó a medias tintas", entonces fue cuando Sánchez se enojó y dijo que "no quería saber más nada y que no les iba a mandar más representantes, no nos autorizaba para un nuevo mandato, no quería enviar más representantes, la orden era que no fuéramos más".

Puntualizó que "como quedó bien explicado en el diario, el distanciamiento viene de la Municipalidad. El Consorcio mientras estuvimos nosotros siempre tuvo intenciones de seguir trabajando, incluso a pérdida. Como en ese contrato en el que hubo 900 mil pesos de pérdida para el Consorcio y así y todo se intentaba continuar trabajando. Había cuestiones internas de las que no participábamos con Ravella, íbamos a las reuniones del Consorcio, de ahí a la Municipalidad e informábamos lo que se trataba en cada reunión".

Calificó la actividad del Consorcio como muy buena, afirmando que siempre hicieron obras a la Municipalidad a un costo muy bajo, cumpliendo con las exigencias municipales y en cuanto a cargas sociales de empleados, facturación en blanco, seguros, todo como debe ser en regla y en cuanto a calidad. Opinó que basta con observar que las empresas privadas continúan comprando el hormigón al Consorcio. Citó algunos ejemplos como los hormigones de las obras de la avenida del Trabajador, que soporta el tránsito pesado y sin embargo "está intacto", los cordones cunetas que están derechos, nivelados, no se parten, con la calidad y el trabajo muy bueno. "El cambio de buscar otro proveedor pasa por una decisión política", finalizó Fernández.