En mayo, el ex ministro anunció que “vuelve”. Emilio Pérsico ordenó la salida de su organización del bloque del FpV en Diputados. Se reunieron este lunes. Señal para CFK, que queda al margen.
El ex ministro del Interior Florencio Randazzo, que apuesta a reagrupar al peronismo y ser su figura estelar en los comicios legislativos de 2017, y los líderes del Movimiento Evita, la agrupación que desertó recientemente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, dieron las primeras puntadas al armado del poskirchnerismo: se reunieron este lunes y analizaron las alternativas de la principal fuerza opositora de cara al test electoral del año que viene.
El encuentro, que reunió al frustrado candidato presidencial y a los integrantes de la mesa nacional de la organización social que nació de la crisis de 2001,Emilio Pérsico, Jorge Taiana, Fernando “Chino” Navarro, Leonardo Grosso yAdela Segarra, se produjo el lunes último por la noche en un restaurante del barrio porteño de San Telmo, y se encuadra en la crisis de conducción que fragmenta al Frente para la Victoria desde la salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner.
La cumbre se produjo, asimismo, casi en simultáneo con el regreso desde el sur de la ex mandataria, que llegó a Buenos Aires el sábado por la noche. La cena es una señal para Cristina, a quien el peronismo no K descarta como conductora para la etapa que se inicia: fue, acaso, la primera cena del poskirchnerismo.
Fuentes cercanas al ex ministro relativizaron, no obstante, la trascendencia del encuentro. Aseguraron que “Florencio fue invitado a esa cena y aceptó participar”. En esa línea, pusieron en palabras el misterio al que juega Randazzo. “No tiene decidido si será candidato el año que viene”, señalaron, y colocaron al dirigente de Chivilcoy, que el año pasado debió resignar su postulación a la presidencia y no aceptó el premio consuelo de ser candidato a gobernador bonaerense, en el rol de la figurita difícil: “Lo llaman todos”, dijeron.
Este jueves, en un pasillo de la Legislatura bonaerense, Navarro, que es diputado provincial, también jugó al misterio en un dialogo informal con un ex compañero de bloque: “Mañana comprá el diario y vas a ver para dónde vamos”, le avisó, y lo invitó a “ser parte” de ese armado. El interlocutor sigue en el bloque original del Frente para la Victoria.
POST K. A fines del mes de mayo, después de seis meses de silencio –solamente se lo había escuchado una vez, en un acto que compartió con el presidente Mauricio Macri en Quilmes-, Randazzo hizo circular un flyer digital con una única leyenda: #RandazzoVuelve. No obstante, desde antes venía manteniendo reuniones con intendentes y legisladores. El ex ministro es, a los ojos de buena parte del peronismo, el dirigente con mayores chances de ponerse al frente de una versión superadora del kirchnerimo, golpeado por la avanzada judicial contra sus principales figuras, incluida Cristina, en un proceso que hizo eclosión con el escándalo de las valijas del ex secretario de Obras Públicas José López.
El pasado 23 de junio, el Movimiento Evita rompió con el bloque del FpV en la Cámara baja nacional y creó, con sus seis legisladores, la bancada Peronismo para la Victoria. Antes, se había escindido en la Legislatura provincial, en una jugada que encabezó el propio Chino Navarro.
Según trascendió, antes de quebrar la bancada nacional, Pérsico y Navarro viajaron a Santa Cruz y se reunieron con CFK: le pidieron que se pusiera a la cabeza y condujera al peronismo, pero a “todo el peronismo”. Los dos referentes del Evita habrían decidido, en ese encuentro, en el que Cristina les habría comunicado su negativa a liderar a los sectores del PJ que “votaron a favor de los fondos buitre”, que era tiempo de avanzar en la búsqueda de nuevos líderes.
El domingo 26 del mes pasado, en una entrevista radial, Pérsico empezó a blanquear su divorcio con la ex jefa del Estado y a dar señales de los nuevos vientos que soplaban en el Evita. "Cristina no está conduciendo; está a tres mil y pico de kilómetros", dijo.
La nueva incursión de Cristina en Buenos Aires, a donde llegó para notificarse del procesamiento que le dictó el juez federal Caudio Bonadio en la causa por la venta de dólares a futuro, no alteró los planes. El lunes, la plana mayor del Movimiento Evita invitó a cenar a Randazzo, a quien CFK le guarda un profundo rencor.
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