Etapa complicada. Ayer, el público mostró su peor cara, en un accidente que pudo ser trágico. En el medio, el de Citroën mantuvo la punta. Hoy se define.
Córdoba tiene años de experiencia. Años que llevaron a nuestra provincia a ufanarse por su sapiencia a la hora de vivir un rally. Y sin embargo, ayer volvió la imprudencia del público en un accidente que pudo haberle costado la vida a varios espectadores. El neozelandés Hayden Paddon perdió el control de su Hyundai, a pocos kilómetros de la largada en Capilla del Monte, y fue a dar contra la multitud, en una zona demarcada con cintas rojas. ¡Cintas rojas!
El accidente dejó seis heridos, de diferente gravedad (ver página 4) y la sensación de que nunca se termina de aprender a la hora de una carrera tan complicada y peligrosa. ¿Por qué había gente ahí? ¿Qué pasó con las fuerzas de seguridad, que no sacaron al público de esa boca de lobo? Preguntas que merecen una respuesta, aunque sea para aplicarlas el año que viene en una nueva edición.
El hecho obligó a detener la prueba por varios minutos y le permitió al británico Kris Meeke relajarse y tomar aire. El puntero de la carrera venía sintiendo la presión de los Volskwagen y parecía que flaqueaba ante la chance de ganar su primera carrera mundial.
Es que Andreas Mikkelsen, que el viernes debió abandonar, se reenganchó ayer y salió a quemar el resto. Puso el Polo a máxima velocidad y propuso un juego de todo nada. Ganó tres de los cuatro especiales (dos pasadas que se repitieron) y, aunque sólo le sirvió para la estadística, pudo mostrar todo su potencial.
Mientras los pilotos de VW corrían contra su orgullo, bien “calladito” el noruego Mads Ostberg lleva el otro Citroën siempre por el medio, tratando de no equivocarse para darle un 1-2 a la marca francesa. Es la idea del equipo galo.
Por eso, parece posible que hoy, en la última etapa, tanto Meeke como Ostberg lleven a buen puerto la ilusión de los franceses. Sólo son dos pasadas (ojo: El Cóndor está muy dañado) y deberían equivocarse feo para no festejar la victoria. Sería el regreso a la gloria de Citroën que en Argentina reinó cuando Sébastien Loeb era dueño y señor.
Público, siempre
El accidente de Paddon dejó un sabor agridulce en el Rally. Porque pudo haber sido una tragedia, es cierto. Pero también, volvió a mostrar que el público siempre responde. Ayer, sólo en el tramo que unía Capilla con San Marcos Sierras, Mundo D calculó más de 70 mil personas a la vera del camino.
El Rally, un evento que ha sufrido las disputas políticas entre el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el mandamás de la carrera, el empresario David Eli, parece estar por encima de las diferencias. Y más allá de la injerencia del Gobierno de la Nación, que en 2014 llegó a aportar dinero porque, dijo, si no lo hacía no se corría.
Como sea, este domingo, mientras los heridos se recuperan, habrá una etapa final que recorrerá las Altas Cumbres, el clásico del Rally. Estará en manos de Meeke, el ingeniero mecánico y discípulo de Colin McRae, ponerle el broche de oro. ¿Podrá?
Clasificación general:
1. Kris Meeke 3h14m51s
2. M. Ostberg a 38s6/10
3. J-Matti Latvala a 1m03s7/10
4. E. Evans a 2m24s6/10
5. T. Neuville a 4m51s
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