La formación del gobierno en España. Para el actual presidente español, ése acuerdo es el más adecuado y con mayoría de bancas. El socialismo no lo votará.
Mariano Rajoy anunció ayer que será el candidato del Partido Popular (PP) si se convocan elecciones anticipadas. Además, reiteró que su nombre no será negociable en los posibles pactos con otras fuerzas políticas. No lo acepta, y no lo va a hacer el PP ante ningún otro candidato alternativo.
Estas decisiones dan una dimensión del alto grado de control que mantiene el presidente del Gobierno en funciones sobre el PP, el aparato político más extendido de España y la lista más votada en los comicios del domingo 20 de diciembre.
También revelan que Rajoy tiene muy en cuenta la probabilidad de que el Rey tenga que convocar nuevos comicios si fracasa la sesión de investidura y ninguna fuerza política pueda acceder al poder.
No es el único. Aunque faltan semanas para que finalice este proceso, el fracaso hasta ahora de pactos a la derecha (PSOE–PP) y a la izquierda (PSOE–Podemos) hace avanzar la pesadilla de nuevas elecciones.
En su última conferencia de prensa de este año crucial, Rajoy renovó su propósito de formar gobierno pese a que solo tiene 122 diputados, muy lejos de los 176 de la mayoría absoluta. El líder popular ofreció formar un gobierno de amplio espectro, con una mayoría estable para toda la Legislatura. Los convidados eran, obviamente, el PSOE y Ciudadanos, pero el presidente no los nombró. “La oferta más razonables, la más sensata”, ha dicho.
Hasta ahora el PSOE, el único partido capaz de franquearle el poder con sus 90 legisladores, ha insistido en su rechazo a votar su investidura y a abstenerse para facilitar su designación. Ante una pregunta, Rajoy señaló que no tuvo tiempo de hacer ninguna propuesta cuando se entrevistó con el candidato socialista, Pedro Sánchez, quien le anunció de sopetón que el rechazo del PSOE sería frontal.
El Comité Federal socialista, que finalizó el lunes sus deliberaciones, ratificó con total contundencia que no habrá apoyo a Rajoy ni al PP para formar nuevo gobierno.
Ciudadanos de Albert Rivera ya se comprometió a abstenerse para facilitar la investidura de Rajoy y ha pedido a los socialistas que se adhieran a esta posición, lo que fue de inmediato rechazado. Rivera, sin embargo, no aceptó la propuesta de Rajoy de votar a su favor en la investidura y sumarse a un gobierno del PP “ya que cuatro años en minoría conformaría un gobierno muy débil”, confirmó Rajoy poco después de finalizar los comicios del 20 de diciembre.
“La posición que más se acerca a lo que los españoles han dicho en las urnas es la de un ejecutivo con amplio apoyo parlamentario, capaz de gobernar y generar confianza dentro y fuera de España y que dé estabilidad y certidumbre”, precisó. El mandatario destacó que lo principal del cometido es “mantener sólidos y amplios consensos para sustentar los valores que necesita España y preservar los valores constitucionales”.
Estos objetivos tienen que ver con la integridad de España y la igualdad de todos sus ciudadanos, como lo establece la Constitución. Existe un total acuerdo sobre semejantes principios con los socialistas y Ciudadanos.
Por eso, el enfrentamiento es categórico con Pablo Iglesias y Podemos que plantean como demanda irrevocable la realización de un referéndum soberanista en Cataluña en el que participen solo los catalanes. Semejante proyecto pone en riesgo la unidad de España, innegociable, para Rajoy, el PSOE y Ciudadanos.
La Carta Magna determina que un plesbicito soberanista solo puede ser protagonizado por todos los españoles. La demanda de Iglesias y Podemos traspasa las “líneas rojas” de las fuerzas políticas en las que piensa Rajoy para un pacto que le permita acceder a la presidencia del nuevo gobierno.
“Si logramos constituir un gobierno de amplia mayoría, podemos tener una etapa de cuatro años de estabilidad”. Un ejecutivo formado por partidos de izquierda, dijo en alusión al PSOE, “no generaría confianza, ni aquí ni fuera de aquí, ni respondería a los intereses generales de los españoles”.
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