El presidente del gobierno español aceptaría negociar una modificación con el PSOE y Ciudadanos.
El presidente del gobierno español en funciones, el conservador Mariano Rajoy, se mostró dispuesto a reformar la Constitución en su intento por obtener el respaldo de los socialistas y el partido liberal Ciudadanos. De todas maneras, el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez le respondió que su "no es definitivo" y que se "deje de hablar de gran coalición" y se "olvide de ensoñaciones".
"El Partido Popular (PP) ganó las elecciones y de ninguna manera renunciaría a formar gobierno", insistió Rajoy en entrevista con la radio Cope, aclarando que "no se cierra a nada" ni tiene "ninguna línea roja" en busca de un pacto a tres, indispensable para mantenerse en el poder.
"Creo que un gobierno apoyado por más de 200 diputados serviría para hacer las reformas necesarias con un gran apoyo", aseguró, haciendo referencia a un hipotético respaldo de los diputados electos de su PP, el Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos.
Al ser consultado por la posibilidad de modificar la Carta Magna, algo a lo que se mostró siempre muy reticente, Rajoy dijo que un gobierno con amplio respaldo parlamentario serviría tanto para "una reforma constitucional" como para "hacer reformas institucionales que dejen solventados muchos problemas para bastantes años".
La reforma de la Constitución está en la agenda de los tres partidos que disputaron el poder a la derecha conservadora.
El PSOE propone una reforma en clave federal para canalizar el conflicto separatista de Cataluña, Ciudadanos también apuesta por ese camino aunque con un proyecto diferente, y Podemos habla de un proceso constituyente.
Tras los comicios del 20 de diciembre, Sánchez sostuvo que buscará liderar una alternativa, aunque para ello necesitaría contar con el apoyo del partido de izquierda Podemos, que pone como condición la celebración de un referéndum en Cataluña, algo que el PSOE rechaza. En ese sentido, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sostuvo que el referéndum pactado no era un invento de su partido sino que el PSOE lo defendió en 2012, de ahí que tendió la mano a los sectores "sensatos" de ese partido para llegar a un acuerdo.
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