El Partido Popular reivindicó su legitimidad para gobernar España "en defensa de la estabilidad" a pesar de no tener la mayoría palamentaria, y criticó a su rival más cercano, el PSOE, por negarse a constituir una alianza.
El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy reivindicó su legitimidad para gobernar en defensa de la estabilidad de España pese a no contar con mayoría para hacerlo, y denunció que un pacto alternativo entre las fuerzas de izquierda "sería un fraude electoral" ya que fue el PP el que sacó la mayor cantidad de votos, aunque no le alcanzó para constituir gobierno.
A lo que su principal rival, el titular del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), afirmó que "si (Rajoy) falla, el partido Socialista tenderá la mano tanto a izquierda como a derecha, a todas las fuerzas progresistas del país para liderar el cambio que necesita España", dijo Pedro Sánchez durante una conferencia de prensa en Lisboa, Portugal.
A menos de una semana de que se constituya el nuevo parlamento surgido de los recientes comicios del 20 de diciembre, los conservadores persisten en su intención de alcanzar un acuerdo con los socialistas del PSOE y liberales de Ciudadanos que les permita mantenerse en el poder.
"Vamos a seguir manteniendo contactos para ver si alcanzamos un acuerdo estable", dijo ayer el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, quien insistió en que existen "puntos de coincidencia básicos" entre el PP, PSOE y Ciudadanos -principalmente respecto a la defensa que hacen de la unidad de España, el mercado y las libertades-, por lo que pidió especialmente al líder socialista que reflexione su posición contraria a facilitar la reelección de Rajoy.
"Sería inteligente que Sánchez rectificara y buscara el diálogo", sostuvo Hernando.
Sánchez, en cambio, acusó al PP, que ha gobernado a España los últimos cuatro años, de desmantelar los servicios sociales y agudizar la desigualdad. Dijo que una coalición liderada por el PSOE lucharía para un crecimiento económico y empleo, aumentar las pensiones y el salario mínimo, e introducir impuestos más justos.
El PSOE quedó en segundo lugar en los comicios del mes pasado pero tienen la posibilidad de seguir el ejemplo del líder socialista de Portugal, Antonio Costa, quien recibió a Sánchez en la capital portuguesa. El partido de Costa también quedó segundo en las elecciones a finales del año pasado, pero construyó una alianza con el Partido Comunista, la llamada "coalición de perdedores". Desde noviembre, la administración de Costa ha dado marcha atrás en las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno anterior de centroderecha.
Pese a las reticencias internas en el PSOE a un acuerdo con Podemos, y si bien Sánchez sostuvo que no aceptará la condición de admitir el referéndum calalán, algo que fue apoyado en la campaña del partido antiausteridad liderado por Pablo Iglesias, el líder del PSOE no cerró la puerta a una negociación.
La costumbre española es que el monarca invite al ganador de la elección a formar un gobierno, pero el rey Felipe VI también puede nominar a la coalición de otros partidos que reunieron menos votos si pueden ofrecer una opción más estable. El líder del partido nominado debe ganar el voto de confianza en el Parlamento para ocupar el puesto.
Si no se resuelve en dos meses, se convoca a una nueva elección.
Comentá la nota