La edil kirchnerista criticó lo que consideró “un discurso lleno de buenas intenciones docentes pero pocas realidades concretas” y resaltó que “la actual gestión municipal sigue sin presentarle a los vecinos un proyecto claro de ciudad que nos permita insertar a General Pico en la región, superando los déficits económicos y financieros que nos han dejado los últimos siete años de gestión vernista”.

Según Paola Assone en el discurso de Juan José Rainone “hubo pocos anuncios concretos, por no decir ninguno, se la pasó excusándose por los proyectos que se presentaron años atrás y nunca se concretaron, como la construcción de una nueva canilera o la toma de medidas más firmes para solucionar el enorme problema del tránsito en la ciudad, reconociendo tácitamente que tenemos un municipio que a duras penas puede prestar los servicios esenciales y que no encuentra el rumbo productivo para sacar a la ciudad de su atraso”.

Por su parte, el presidente provincial de Nuevo Encuentro y excandidato a intendente de General Pico, Martín Balsa, señaló que el Ejecutivo municipal “sigue hablando de que General Pico es una ciudad olvidada, al tiempo que reconocen que las únicas obras importantes que hicieron en 2014 fueron hechas con fondos del Gobierno nacional y con el apoyo del Gobierno provincial. Sostienen, a su vez, que han disminuido el déficit y que han aumentado la tasa de cobrabilidad, pero no explican cuáles son los números reales ni responden a los numerosos pedidos de informes que les hemos hecho desde nuestro bloque”.

A su vez, la concejal Assone cuestionó “que se quiera mostrar como un logro el plan de recolección y reciclaje de residuos urbanos cuando se lo que se percibe en realidad es que los ciudadanos ni lo comprenden ni lo acompañan porque el municipio no ha hecho los esfuerzos necesarios para implementarlo como debería. Lo que el intendente debería explicar es por qué razón hay barrios de la ciudad en los que ni siquiera pueden garantizar la recolección diaria de los residuos”.

“Lo que ha hecho hoy el señor intendente -concluyó Martín Balsa- es elaborar un decálogo de buenas intenciones, sugiriéndoles a los ciudadanos que sean más racionales y educados, sin dar una solo pista de cuál será el rumbo del último año de su gestión, algo que no nos asombra de un gobierno municipal que nunca se ha preocupado por proponerle a los píquense un proyecto concreto de ciudad que nos permita aprovechar mejor nuestras potencialidades y nuestra ubicación estratégica en el territorio”.