Los anuncios de los últimos días hablan de importantes obras viales en el sur provincial, que siempre son bienvenidas pero, a la vez, significan un desafío para el departamento.
Es que si los corredores bioceánicos se canalizan por la 40 y la 188, nuestra ciudad perdería la característica de ser el eje caminero del sur, punto de confluencia desde donde se derivan hacia los distintos destinos, quedando a un lado.
Nuestro diario ha sido motor de propuestas y de debates en ese sentido. Como se vio hace pocos días a través de los dichos del ingeniero Prieto y de Enrique Barrera, ambos conocedores del tema, que planteaban problemas y soluciones a la temática de infraestructura vial.
Las tareas en marcha en la 40 incluyen las obras que van desde Anchoris hasta el empalme con la RN 181, en Malargüe. Los trabajos conjuntos que el Estado Nacional y Provincial llevan adelante sobre la RN 40 cubren una longitud total de 280,7 kilómetros, que se realizan por tramos desde Luján hasta Malargüe. El segmento que une Pareditas (RN143), en San Carlos, con El Sosneado (RN144), en San Rafael, se divide en dos tramos de obra y suman 139,7 kilómetros de asfalto.
La sección uno, que abarca desde el km 0 hasta el 71,9 tiene una inversión de $1.214 millones, con un avance cercano al 30%. La segunda sección comprende un tramo de 67,8 km, que empalma con el anterior y llega hasta el km139,7, en el distrito Pareditas y tiene más del 60% de desarrollo.
La 188 tiene una ejecución más lenta, con solo 21 km en ejecución, y todavía no hay certezas sobre su ejecución.
El problema para nuestro departamento es que con esas obras el tránsito que venga del norte irá desde Pareditas a los cruces por la 40, sin tocar San Rafael, mientras que el que venga de la Pampa Húmeda, Buenos Aires, Entre Ríos y demás, seguiría directo por la 188 y cruzaría a los puertos del vecino país. En esta hipótesis, nuestro departamento es apenas tierra de paso, una situación que preocupa a muchos.
Un vasto conocedor de las rutas y caminos de la región señaló que "San Rafael debería trabajar en conjunto con San Luis, Córdoba y Santa Fe para ser parte del corredor bioceánico. Hay mucho por hacer, y es necesario trabajar para potenciar las vías que nos incluyen, porque si no, nuestro departamento se va a debilitar". Ejemplificó con la situación que se da en la provincia de Córdoba, donde la ruta que lleva de Villa María a Río Cuarto, que serviría luego para conectar con San Luis y San Rafael, atraviesa por el centro 13 poblados, con una tremenda pérdida de tiempo, mientras la que lleva de Rosario a Córdoba capital es una rapidísima autopista de cuatro carriles.
Está claro que el asunto vial deberá ser abordado rápidamente. Perder la calidad de ser el centro neurálgico del tránsito del sur sería una notable pérdida de peso e importancia. Evitarlo es una tarea ardua, pero que se traduce en el legado que le dejaremos a nuestros hijos.
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