Los nombres claves para comprender lo que sucede en las calles y lo que se viene antes de las elecciones del 14 de noviembre
Las calles y avenidas porteñas, la Plaza de Mayo, el Obelisco, el histórico edificio dónde funciona el Ministerio de Desarrollo Social, se transformaron en los últimos meses en epicentros de protestas contra el gobierno de Alberto Fernández; o en apoyo a su administración. Como no ocurría desde la administración de Mauricio Macri, piqueteros y movimientos sociales volvieron a sus orígenes para hacerse escuchar y lo van a seguir haciendo. Los primeros ya analizan un acampe de diez mil personas sobre la Avenida 9 de Julio el próximo jueves; los segundos, o parte de ellos, una marcha en conmemoración por el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner el próximo 27 de octubre, hace 21 años. ¿Pero quién es quién en este entramado que involucra a 1.273.000 de desocupados, una pobreza del 40,6%, una indigencia del 10,7% y la administración de millones de planes sociales?
Entre esos planes sobresalen el Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar, ambos administrados desde Desarrollo Social; y la Asignación Universal por Hijo (AUH), que se otorga desde la ANSES.
La última medida del gobierno, que podría emparentarse con el “plan platita” denunciado por la oposición, es que por decisión presidencial el dinero de la Tarjeta Alimentar se cobrará en la misma cuenta que la AUH a partir de noviembre. Una decisión que intenta consolidar su llegada al estrato social que la recibe, al permitir que ahora podrán elegir como utilizar el dinero del plan Alimentar, cuando antes estaba anclado sobre una cantidad determinada de productos. Este punto, y la actual campaña del gobierno nacional para intentar dar vuelta el magro resultado electoral de las PASO, genera controversia entre los dirigentes sociales.
Dirigentes sociales a favor y en contra del gobierno que marcha o cortan calles para reclamar o apoyar al gobierno del Frente de Todos
Los alineados en el Frente de Todos
Entre los movimientos populares que responden a la Casa Rosada está la inmensa mayoría que respaldan a Alberto Fernández y, un grupo más pequeño pero no por eso silencioso, que dentro del mismo espacio político tienen su ascendente en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y suelen “jugar” alineados con La Cámpora.
Los más numerosos y que apoyan desde el comienzo de su gestión al Presidente son los movimientos Evita y Somos Barrio de Pie.
Fueron los impulsores de marchar ayer 18 de octubre junto a la CGT para dar muestra de unidad y apoyo al jefe de Estado.
Los dos principales referentes del Evita son Emilio Pérsico, secretario de Economía Social, una dependencia del Ministerio de Desarrollo Social que primero fue comandada por Daniel Arroyo y ahora por Juan Zabaleta.
El segundo es Fernando “Chino” Navarro. También es funcionario nacional. Se desempeña como secretario de Relaciones Políticas y Parlamentarias, un área del organigrama de la jefatura de Gabinete, que primero estuvo a cargo de Santiago Cafiero y ahora de Juan Luis Manzur.
El principal referente de Somos Barrios de Pie es Daniel Menéndez. Es el actual subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local. También es referente nacional del partido SOMOS, que lidera la titular del INADI, Victoria Donda. Es candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
El Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) es otra de las organizaciones alineadas al Frente de Todos pero que no es “albertista” como las anteriores. Su referente principal es Juan Grabois. Este abogado y dirigente social es el hombre fuerte del espacio político Frente Patria Grande, que suele estar alineado con La Cámpora. Grabois tiene una relación personal con Cristina Fernández. Uno de los diputados del Frente Patria Grande es Itai Hagman, uno de los legisladores a los que la ex mandataria suele citar y replicar sus mensajes en la red social Twitter.
El Movimiento Popular La Dignidad, comandado por su secretario general, Rafael Klejzer, un militante también vinculado al kirchnerismo es el director de la Secretaría de Economía Social. También es el secretario de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Capital. El principal referente de ese espacio es Juan Grabois.
Su figura llegó a las primeras planas cuando en septiembre del año 2019, junto a un grupo de militantes, protagonizó la toma de varios shoppings porteños para reclamar la emergencia alimentaria. Un hecho al que finalmente el gobierno de Macri accedió.
El combativo Frente Popular Darío Santillán terminó escindido en al menos tres fracciones. Una de ella abreva en el Frente de Todos. Su vertiente es más “cristinista” que “albertista”.
Dentro de los movimientos sociales alineados al gobierno están los "cristinistas" y los "albertistas"
Su principal referente es Dina Sánchez. A diferencia de los otros dirigentes, la militante feminista convocó tanto a la marcha del domingo 17 de octubre, la impulsada por La Cámpora, y en la que hubo expresiones de crítica al gobierno de Fernández; como a la posterior, la que convocó la principal central obrera del país.
En diálogo con Infobae, Sánchez calificó la convocatoria de ayer como “multitudinaria” y la de 24 horas como “una marcha con características distintas”.
La referente social entiende que tanto en una como en otra “expresó con contundencia que hay un importante sector de la sociedad que no quiere volver a las políticas de flexibilización y de endeudamiento del macrismo y que “el trabajo, la producción y el desarrollo son parte de la agenda de la economía popular.
Dina Sánchez es la Secretaria Adjunta UTEP. La Unión Trabajadores de la Economía Popular engloba a todos estos movimientos populares, entre otros. Su secretario general es Esteban “Gringo” Castro. El dirigente proviene del Movimiento Evita, pero tiene agenda propia. Fundó el Movimiento Misioneros de Francisco, una agrupación religiosa laica. Asentado en Luján, fue quien recibió a Alberto Fernández y le presento a varios vecinos que le realizaron reclamos, como la proliferación de los punteros de las drogas en los barrios.
La aspiración mayor de Castro es que la UTEP sea reconocida como el sindicato de los trabajadores informales y forme parte de la CGT, negociaciones que están avanzadas.
Castro y Dina Sánchez, pero también Grabois, entienden que la UTEP no debe formar parte de los alineamientos políticos. Por esa razón Castro no suele asistir a las movilizaciones que el Evita y Somos Barrios de Pie realizan en apoyo a Fernández. Sin embargo, ayer impulsó la marcha por el Día de la Lealtad Peronista y tanto él como la UTEP se encolumnaron con pancartas y consignas como “Tierra, Techo y Trabajo”, detrás de una CGT que intentó mostrase unida y activa.
Otro referente de la UTEP es Gildo Onorato, el secretario gremial. También proviene del Evita, como Mariel Fernández, la intendenta de Moreno, y pareja de Castro.
Tanto el Evita como Barrios de Pie trabajan a destajo en los barrios más populares del conurbano bonaerense para estimular a los que no fueron a votar a que lo hagan el 14 de noviembre. Están convencidos que ese es uno de los caminos para revertir la mala elección del Frente de Todos, al menos en la provincia de Buenos Aires.
Sobre la campaña del oficialismo son críticos, aunque no en público. “El problema no es la campaña electoral sino el rumbo económico del gobierno. Los anuncios de cada día pueden traer alivio al bolsillo temporariamente, pero sigue sin haber claridad de hacia dónde vamos. Argentina tiene 40 por ciento de pobreza. El problema no es un anuncio o un programa, sino que haya cambios de fondo”, analizan desde la UTEP.
En cuanto al cambio de forma de utilizar el importe de la Tarjeta Alimentar, los cuestionamientos no difieren demasiado entre las “orgas” alineadas al gobierno.
Entienden que en el fondo no va a cambiar nada. Creen que “es otra medida insustancial”, y que los beneficiarios van a seguir comprando alimentos “porque no tienen para llegar al final del día”, tal como lo venían haciendo hasta el momento, y descartan que la mayoría deje de comprar leche, fruta o carne, para adquirir otro tipo de mercadería, aunque ahora puedan hacerlo.
El Frente Transversal Nacional y Popular, una de las organizaciones más leales al kirchnerismo también está alineada al Frente de Todos, pero recostada sobre la figura de la vicepresidenta.
Su referente es Edgardo Depetri. También es funcionario del gobierno. Está a cargo de la subsecretaría de Obras Públicas de la Nación. El ministro del área es el ex intendente de San Martín Gustavo Katopodis.
Mocase Vía Campesina, es una organización que también forma parte del Movimiento Evita y de la UTEP. Está alineado a Alberto Fernández y su referente es Miguel Gómez, el principal referente del Frente Agrario Evita. Gómez es un activo militante social casi desconocido para el gran público y fue designado titular de la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF) de la Nación, que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
La Corriente Clasista y Combativa (CCC), la más díscola de todas las anteriores, está referenciada en el diputado nacional maoísta por la provincia de Buenos Aires Juan Carlos Alderete. El brazo político es el Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP) que nació cuando el Partido Comunista Revolucionario (PCR) fue proscripto en la última dictadura cívico-militar.
Alderete forma parte de la bancada del Frene de Todos, pero no siempre vota lo que acuerda Máximo Kirchner. Muy crítico de Cristina de Kirchner, toma distancia de Fernández por sus negociaciones con el FMI y las concesiones de la hidrovía. Alderete impulsa la ley por “Tierra, Techo y Trabajo” y sostiene que en las barriadas más humildes la paciencia se está acabando. Su agrupación suele salir a las calles para apoyar a trabajadores despedidos y amenaza con volver a los piquetes si la pobreza se sigue profundizando.
La Unidad Piquetera
A diferencia de los movimientos sociales que están alineados al gobierno y que manejan desde el ministerio de Desarrollo Social las altas y bajas de los planes sociales a través de la secretaría de Pérsico; hay más de cincuenta agrupaciones que se denominan “Frente de Lucha Piquetera” que en una segunda instancia también están contenidas en la “Unidad Piquetera”, que son los más duros y que hoy están en las calles, como antes lo estaban reclamándole al gobierno de Cambiemos.
El motor de las masivas movilizaciones, concentraciones y acampes es el Polo Obrero (PO) que tiene en Eduardo Belliboni a su principal dirigente.
El brazo político del PO es el Partido Obrero que integra el Frente de Izquierda y cuenta con dirigentes como Romina del Plá, Nicolás del Caño, Mirian Bregman, Gabriel Solano, entre otros.
Belliboni y el PO no están solos. En las masivas movilizaciones hacia el ministerio de Desarrollo Social o las concentraciones en el Obelisco porteño, los acompañan organizaciones como MTR Votamos Luchar, CUBA MTR, MIDO, MAR, M29 – Bloque Piquetero Nacional, Agrupación Armando Conciencia, MTR 12 de Abril, Organización 17 de Noviembre, MDL Mujeres en Lucha, MTL Rebelde, Frente de la Resistencia, La William Cooke, entre otras.
Junto al Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), tienen a la izquierda como su vertiente principal y fueron protagonistas de la mega toma de Guernica, en el partido bonaerense de Presidente Perón.
Junto al Polo Obrero y el Frente de Lucha Piquetera, suele marchar, al menos lo vienen haciendo los últimos años Barrios de Pie que tiene a Silvia Saravia como su coordinadora nacional.
Barrios de Pie se escindió en dos fracciones cuando el sector conducido por Daniel Menéndez y Victoria Donda propuso acompañar la propuesta electoral en la que confluían el kirchnerismo y el peronismo y terminaron sumándose al Frente de Todos.
La parte de la agrupación que no quiso seguir ese camino designó a Saravia como coordinadora. Ese espacio tenía un concepto claro. Ni Macri ni Cristina y aún hoy lo continúa.
“Nosotros, a diferencia de los movimientos sociales vinculados al gobierno, estamos en las calles porque creemos que ante una situación de ajuste como la que venimos padeciendo hay que mostrar lo que le sucede a la mayoría de la población”, le dice Saravia a Infobae.
La dirigente social que llegó a la Argentina asegura que: " Desde muchos sectores se horrorizan sobre los datos del INDEC, de los números de pobreza, de los problemas de malnutrición, pero no hacen nada más que armar discursos y relatos. Después ese discurso no tiene correlato en las medidas que se desarrollan. Mientras esto siga ocurriendo, nosotros vamos a seguir movilizando para intentar poder tener una sociedad más justa”, asevera.
Barrios de Pie, el Polo Obrero y otras organizaciones piqueteras duras ya preparan un acampe de más de diez mil personas frente al ministerio de Zabaleta si en los próximos días no los recibe y les da una respuesta al plan que presentaron para crear un millón de puestos de trabajo a través de la reactivación de la obra pública y la construcción de viviendas sociales.
“Hay muchas contradicciones dentro de los movimientos sociales oficialistas, porque integran un Gobierno que asumió planteando una Mesa contra el Hambre, y que transcurrido casi 2 años aumenta la pobreza y la indigencia. Muchas veces por un cargo se termina entregando esa representatividad social que se fue construyendo”
La coordinadora de Barrios de Pie recuerda que en la actualidad los movimientos sociales que ganaron la calle para protestar contra el oficialismo “estamos fundamentalmente con dos reclamos fuertes: que se cumplan los compromisos que se tomaron respecto al Potenciar Trabajo” y recuerda que: “El Gobierno había asumido el compromiso de que se pudieran incorporar una cantidad de personas que están esperando desde el mes de septiembre. Por otro lado, que se mejore el abastecimiento de comedores y merenderos. Ya sea con mejores alimentos y otros programas” y, como Belliboni asegura que “este jueves habrá un acampe frente al ministerio de Desarrollo Social para visibilizar estos reclamos”.
Para el dirigente del Polo Obrero, el anuncio del cobro de la Tarjeta Alimentar a través de la cuenta de la AUH “es una medida desesperada de un gobierno que no resuelve los problemas elementales de una población hambreada, empobrecida, sin trabajo y sin educación. Con asistencialismo y sin ninguna perspectiva de desarrollo y trabajo, no hay salida”, un análisis duro pero que también se lo escucha en encumbrados dirigentes de los movimientos populares cercanos al gobierno pero que no lo suelen hacer a voz alzada.
La disputa entre unos y otros también es por el manejo de los millonarios planes que el gobierno promete trasformar en trabajo.
Los movimientos de izquierda, como el PO piden su “universalización” para que la distribución sea para todos, y no se favorezca según la cercanía al calor del poder.
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