El centro de pensamiento kirchnerista cuenta con 27 comisiones de trabajo, hay más de 500 socios y donantes anónimos; los nombres relevantes y sus funciones
El Instituto Patria acaba de reelegir a las autoridades actuales de ese espacio liderado por la vicepresidenta Cristina Kirchner donde quedó plasmado una vez más el esquema de presión ideológica que desde este centro de pensamiento del kirchnerismo puro marca el ritmo a la gestión del gobierno de Alberto Fernández.
Mediante una sesión virtual cerrada en el Instituto Patria renovaron el sábado pasado a las autoridades encabezadas por Cristina Kirchner como presidenta honoraria, el senador Oscar Parrilli como presidente y el ministro de Vivienda, Jorge Ferrarersi como vicepresidente, entre otros. Son las caras más visibles de un think thank que tiene más de 500 socios y que en los últimos meses emitió señales claras de diferenciación de algunas políticas del gobierno que obligaron a la Casa Rosada a recalcular la gestión.
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En el organigrama del Instituto Patria conviven más de 29 comisiones de trabajo, se elaboran documentos permanentes y virtualidad hizo este año que en la casona de la calle Rodríguez Peña hoy se haya reducido al máximo el nivel de actividades presenciales.
Sin embargo, el funcionamiento de cursos por Zoom, las videoconferencias, algunos viajes puntuales o el trabajo en las 14 casas del Instituto Patria distribuidas a lo largo del país no se detuvo por la pandemia.
Desde el Instituto Patria explicaron a El Cronista que el financiamiento de este centro de pensamiento del kirchnerismo puro es "transparente y directo". Se sustenta con el aporte de una cuota mensual de sus socios que es a elección en el monto: pueden optar por pagar una cuota de $850 o de $1.600. Aunque también está el aporte de donaciones y de los cursos pagos.
De todas formas, la identidad de los aportantes sigue siendo un misterio ya que en noviembre de 2020 la Corte Suprema de Justicia cerró una causa en la que la Inspección General de Justicia durante el gobierno de Mauricio Macri le exigía a la entidad que informara quienes son sus aportantes. El año pasado la actual gestión de Ricardo Nissen desistió del recurso extraordinario contra un fallo de la Cámara Civil y el máximo tribunal puso fin a ese expediente.
En los últimos tiempos el Instituto Patria le marcó la cancha a Alberto Fernández en temas tan sensibles para la gestión como ser la política exterior, el esquema de aumento de tarifas, la estrategia para la hidrovía o los mecanismos de control de precios por la inflación.
En el funcionamiento diario de actividades del Instituto Patria la vicepresidenta Cristina Kirchner casi no tiene incidencia. Participa poco y nada de las charlas virtuales, según coincidieron en expresar varios referentes del Instituto. Más bien, la vicepresidenta recibe informes de Parrilli, de Ferraresi, Teresa Sellarés y Ofelia Cedola, entre otros, que le dicen los temas abordados y si hace falta Cristina Kirchner interviene para opinar.
La última y breve aparición pública de la vicepresidenta en el Instituto Patria se dio en la charla virtual que compartieron con el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, para conmemorar un acuerdo de cooperación con el Instituto Lula para desarrollar temas de política exterior.
Según coincidieron en expresar varios referentes del Instituto Patria consultados por El Cronista, las comisiones de trabajo que mayor peso tienen son las de Política Exterior Soberana, Mujeres y Género, Economía, Administración de Justicia, Derechos Humanos y Salud, entre otras. En rigor, son los temas que más interesan hoy a la vicepresidenta.
En el armado de la estructura informal del Instituto Patria se despliegan redes de dirigentes en todos los ámbitos: en el Congreso, la Cancillería, los ministerios, la Auditoría General de la Nación y los entes autárquicos. Se trata de referentes que forman parte del Instituto Patria, ocupan cargos relevantes y bajan línea de acción en coincidencia con las directrices de Cristina Kirchner.
En esos puestos clave del gabinete de Alberto Fernández figuran, entre otros, los kirchneristas puros como Ferraresi, Eduardo de Pedro, Matías Kulfas, Agustín Rossi, Tristán Bauer, Carlos Zannini, Mercedes Marcó del Pont, Fernanda Raverta o Juan Cabandié. También hay funcionarios de segundas líneas en el gobierno y referentes en distintos entes estatales que reportan al Instituto Patria.
Pero desde la formalidad, en el armado de las comisiones de trabajo y el funcionamiento diario del Instituto Patria se puede varias líneas de acción que se traducen en documentos, cursos cerrados o videoconferencias de temas específicos.
La comisión de Política Exterior Soberana tiene una participación activa y marca muchos lineamientos de la diplomacia del gobierno. Allí figuran, entre otros, el senador Jorge Taiana, Carmen Alarcón, Eduardo Sigal o los actuales embajadores en Bolivia, Ariel Basteiro; en Rusia, Eduardo Zuaín; en la OEA, Carlos Raimundi o en China, Sabino Vaca Narvaja. Todos estos en mayor o menor medida le han marcado el paso al canciller Felipe Solá en temas sensibles como el apoyo al régimen de Venezuela, la votación por el grupo terrorista Hamas o el alineamiento automático con Beijing.
A la vez, la comisión de Política Exterior Soberana del Instituto Patria desplegó ejes de acción como la idea de estatizar los trabajos de dragado en la Hidrovía, apuntalar las negociaciones con Rusia por la vacuna Sputnik V, la renovadas embestidas contra Gran Bretaña por las Malvinas o fijar posicionamiento sobre la explotación de recursos naturales en petróleo y minería.
En la comisión de Economía hay un seguimiento muy fuerte de la política tarifaria y el esquema de control de precios. Allí trabajan asiduamente la ex embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón, Liliana Schwindt, Sergio Chouza, Juan Pablo Futten, Augusto Costa, Santiago Fraschina, Delfina Rossi, Patricia Vaca Narvaja, Andrea Manzi y Fernando Castiglione, entre otros.
Desde esta comisión de Economía se acaba de abrir un taller denominado "Todo precio es político", donde se analizó el rol del Estado en la economía, los procesos inflacionarios, sus causas y consecuencias, así como la relación entre sueldos, precios y las tarifas. De allí surgieron también las señales de alerta para el ministro de Economía, Martín Guzmán, que se enfrentó al kirchnerismo duro en la Secretaría de Energía ante un aumento de tarifas de servicios.
En la comisión de Administración de Justicia trabajan activamente Parrilli, María Laura Garrigós, Eugenio Zaffaroni, Eduardo Barcesat y varios fiscales o jueces que prefieren el anonimato. Desde este espacio se fomentó el proyecto de ley de reforma del Ministerio Público, se dictaron cursos sobre el "panorama de los poderes judiciales en las provincias" y se trabajó a fondo la idea del lawfare que tanto pregona la vicepresidenta. De hecho, entre los objetivos de esta comisión del Instituto Patria se sostiene que la idea es "elaborar mejores prácticas para un servicio de justicia democrático acorde al S. XXI".
La comisión de Salud, por razones obvias de la pandemia, se convirtió en otro de los pilares del Instituto Patria. Allí se trabaja en el análisis de las políticas sanitarias ante el Covid-19 y en los últimos tiempos hubo una activa participación en seminarios o videconferencias de los referentes sanitarios como el ministro de Salud bonaerense, Eduardo Gollan, Nicolás Kreplak, Alejandra Gaiano, Lidia Fain, Lucía Hurst y Alicia Beníte, entre otros.
En el Instituto Patria aseguran que los jóvenes de La Cámpora no tienen tanto peso en el trabajo interno como se muestra hacia afuera. Aunque la comisión de Juventudes y la palabra de Máximo Kirchner se convirtieron en los últimos tiempos en una suerte de piedra angular para reforzar el calor de la militancia.
Para que no queden dudas de esto, en los últimos días hubo un récord de suscripciones para el curso de "Formación general para la militancia" que tendrá 8 semanas de duración y que promete la presencia de destacados referentes del cristinismo puro. Lo que se dice un semillero de adoctrinamientro político que sin dudas deberá ser atendido por la Casa Rosada.
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