El radicalismo hizo una cena en La Plata para mostrar “músculo político” y unidad y contrarrestar las fotos de los líderes del PRO. El debate de la UCR por las candidaturas para 2023
El radicalismo está dispuesto a disputarle la conducción de Juntos por el Cambio al PRO y anoche dieron señales de eso: Exhibieron una foto con sus principales dirigentes nacionales, con el objetivo de mostrar “unidad y volumen político” de cara a las elecciones ejecutivas del 2023. El mitin de la UCR juntó a los presidenciables Facundo Manes, Gerardo Morales, Gustavo Valdés y Alfredo Cornejo. También estuvieron Maximiliano Abad, anfitrión, y una lista de dirigentes y legisladores nacionales como Mario Negri, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Daniel Salvador, Luis Naidenoff, Carolina Losada y Gastón Manes (hermano del neurólogo).
“El radicalismo se puso de pie y tiene un nuevo semblante en sus ideas, sus nuevas figuras y hasta en el edificio remodelado”, dicen desde la mesa nacional de la UCR. El partido centenario quedó con heridas por las legislativas del año pasado y quieren fortalecerse para liderar JxC. En ese eje, un sector “correligionario” acusa a Larreta de “meterse en la interna nuestra”. Los radicales aseguran que el jefe de Gobierno porteño, en su estrategia de trasladar a Diego Santilli a competir en provincia contra Manes, buscó debilitar a sus socios de la coalición. El alcalde de la Ciudad sabía las aspiraciones presidenciales del neurólogo y temía que una figura nueva pudiera opacar su plan para llegar a Balcarce 50 y trató de neutralizarlo con un candidato de su confianza.
Un dirigente que integra la mesa nacional de ese partido le reconoció a Infobae que el encuentro de anoche apuntaba a “contrarrestar las fotos del PRO”. En la UCR apelaron a esa imagen de unidad como contragolpe a las fotos que se conocieron la semana pasada de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal en un restaurante de la costanera porteña. “Tenemos candidatos propios y nuestra interna la resolvemos nosotros, no vamos segundos de nadie”, dispararon desde el comité nacional.
Las candidaturas de la UCR para la Casa Rosada
Lograr candidaturas propias en todas las listas y conservar la unidad son dos objetivos centrales que el radicalismo se propone para 2023. En ese sentido, las dos principales figuras con ambición presidencial son las de Morales y Manes. Ambos lo admiten. El gobernador de Jujuy lo dice públicamente, mientras que el médico elige ser más discreto ante los medios, quienes lo conocen desde antes de su incursión política saben que “Facundo hace rato que sueña con ser presidente”.
Ambos dirigentes recorren el país desde principios de este año. Desde que asumió como diputado nacional, Manes viajó a ciudades como Santa Cruz, Córdoba y Villa La Angostura, Santa Fe y Mendoza. La agenda federal se combina con visitas a ciudades bonaerenses, como Mar del Plata, Lanús o Quilmes. El equipo de Manes organiza encuentros con dirigentes locales y un acto abierto en teatros o salones grandes, donde el neurólogo da charlas masivas. Gastón Manes, su hermano y persona de íntima confianza, fue un actor central en el armado de la campaña electoral del médico el año pasado y sigue jugando un rol clave en el plan presidencial actual.
Por su parte, el jujeño viaja habitualmente a la capital del país, donde se muestra con dirigentes nacionales del radicalismo y otros partidos de la coalición, y también recorre otras provincias del país. Otro actor con aspiraciones presidenciales es el gobernador correntino. Valdés viene de ser reelecto en su provincia con cerca del 70% de los votos y entiende que eso funciona como un trampolín para el escenario federal. Alguien que también está muy activo para competir en 2023 es el mendocino Cornejo. Sin embargo, el ex gobernador ha manifestado que él estaría “dispuesto” a acompañar como segundo a otro candidato, incluso a alguna figura del PRO. En la UCR nacional reniegan de esa idea, porque apuntan a “fórmulas puras”.
Morales, Manes y Valdés tienen una relación fluida entre los tres. El año pasado, tanto el jujeño como el correntino impulsaron al neurólogo para que diera el salto a la política. El diálogo es “habitual y cordial”, dicen cerca de Valdés. Hace tres semanas, el mandatario correntino recibió a Manes en sus oficinas de Buenos Aires, donde charlaron de sus aspiraciones, de la coyuntura del partido y del país y de la actualidad de Corrientes.
En el radicalismo aseguran que en 2023 irán a las elecciones con candidatos propios, tanto en nación como en las provincias y las intendencias. Hoy cuentan con tres gobernadores, 32 intendentes bonaerenses y más de 400 en el resto de las provincias. Una incógnita es qué nombres postularán en el distrito más grande del país.
Gustavo Posse, intendente de San Isidro, ya transparentó su deseo de competir por la gobernación. Desde el otro sector no descartan que el propio Abad pueda jugar. Sin embargo, en la UCR provincia prefieren no dar nombres y admiten que habrá que esperar a marzo. “La candidatura presidencial ordenará todo”, explican.
Sin embargo, la relación entre el possismo y el resto de la UCR bonaerense es tensa. La “grieta” comenzó en 2021, en la interna para presidir el Comité provincial, que tuvo a Posse y Abad enfrentado. El sanisidrense contaba con el apoyo de Lousteau y Emiliano Yacobitti, desde la Ciudad. Mientras que Abad, que finalmente se impuso, estaba respaldado por el comité nacional y figuras de peso en la UCR como Manes y Ernesto Sanz. A su vez, en el radicalismo bonaerense acusan a Posse de haberse alineado con el PRO en las legislativas del año pasado. “Gustavo arregló con Santilli y enfrentó a la UCR”, reniega un referente boina blanca. Cerca del intendente de San Isidro se desmarcan y responden que esas acusaciones son “absurdas”.
Otro interrogante que tiene el partido centenario es qué hará el propio Lousteau. El senador fue el gran ausente de la foto que mostró anoche el radicalismo. En el radicalismo aseguran que el ex embajador en Estado Unidos no quiso ir para no estar en la foto para no “desagradar a Larreta”. El análisis que hacen en un sector de la UCR consiste en considerar que Lousteau planea competir por la jefatura de Gobierno porteña y que para lograr eso necesita del actual alcalde porteño. “Tienen un acuerdo tácito de no agresión mutua”, ironizó en diálogo con este medio un referente nacional boina blanca sobre la relación entre el senador y Larreta.
El ex ministro de Economía encabezó al sector que rompió el bloque del radicalismo en la Cámara de Diputados de la Nación, a principios de año, para conformar Evolución Radical. Ese es un tema que genera “preocupación” en el partido y aseguraron que trabajarán para reunificar el espacio en el Congreso.
La interna partidaria
Otro tema clave que delibera el partido por estos días es la elección de autoridades de la Convención Nacional, que se realizará el 27 de mayo en La Plata. El principal candidato a presidirla es Gastón Manes, que cuenta con el aval de los referentes nacionales de la UCR.
El hermano del neurólogo es convencional bonaerense y esa provincia cuenta con la mayoría de los votos en la estructura partidaria del radicalismo. Por otro lado, Loustaeu impulsa la candidatura de Hernán Rossi, jefe de Gabinete del Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad. De todos modos, fuentes del Comité Nacional aseguraron que “la candidatura de Rossi se desinfló” y anticipan que G Manes será ungido presidente.
En el radicalismo, la Convención nacional tiene un rol clave, porque es el espacio que define si el partido seguirá en la alianza de JxC, define a sus candidatos, entre otras decisiones orgánicas claves.
En las próximas semanas, los presidenciables del espacio seguirán con sus recorridas nacionales y los dirigentes provinciales harán lo propio en sus territorios. El objetivo del radicalismo es llegar unido y con candidatos propios a 2023 y la foto de anoche fue una primera señal de ese deseo.
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