La interna no terminó en el Partido y, antes del receso, sus máximos dirigentes despidieron 2011 en una reunión a la que no fue invitado el concejal Manuel Atencio, único representante legislativo de la UCR en La Matanza.
El hilo de la madeja que es hoy el radicalismo se originó allá por mediados del año último, cuando un plenario radical realizado en San Justo partió públicamente el Partido armando dos listas que se enfrentarían en las Elecciones Primarias de agosto.
Una de las nóminas, la que encabezaba José Solaro -por el ala de Silvia Caprino-
Fue denominada la lista oficial. Aunque había otra, que encabezaba el concejal Manuel Atencio, fuertemente criticada desde el seno del Partido por considerarse un desprendimiento rebelde que no se ajustaba a las reglas partidarias.
Luego de las elecciones, en las que al final la lista del peronista Fernando Asencio derrotó a las radicales y se quedó con la candidatura local de la alianza Alfonsín-De Narváez, salieron a flote los primeros pases de factura.
El punta pie para la “guerra” lo iniciaron Atencio y el dirigente de Gregorio de Laferrere Enzo Gioia, todo originado por el desplazamiento de la esposa de este último del bloque Acuerdo La Matanza.
En el mientras tanto, el edil radical tejía una posible alianza con su socio del GEN Gustavo Ferragut y con la concejala de Libres del Sur Sandra Oviedo. La idea de Manuel Atencio era incorporarse a las filas del Frente Amplio Progresista en un bloque tripartito que considerara también a la UCR en el nombre definitivo del armado legislativo.
La idea fue rechazada de plano por la cúpula del radicalismo local. El presidente del Partido, Jacinto Aluy, aprovechó un cruce radical con el edil para tirar munición gruesa: “Si quiere armar otro bloque que renuncie al partido. No puede dejar de mencionar su origen”, se quejó el veterano dirigente.
Las palabras del dirigente calaron más hondo cuando acusó al concejal Atencio de “no cumplir con los aportes partidarios”.
Y la respuesta del concejal no se hizo esperar: “Primero, la carta orgánica no hace alusiones a estos temas; y debería preguntarle a Enzo Gioia como responsable en la convención partidaria porque dice una cosa y hace otra”, dijo el edil en declaraciones al programa radical que conduce Pedro Artaza.
Claro que la postura soberbia de Manuel Atencio se daba en el marco de una negociación llevada a cabo por supuesto buen camino con sus pares del FAP. Sin embargo, la semana última esa posibilidad también pareció romperse cuando Sandra Oviedo ventiló el quiebre del bloque que todavía no se había armado.
Como una broma del Día de los Inocentes, ni bien terminó la sesión del 28 de diciembre Atencio tuvo que soportar la frase “te ganaste una enemiga” de la edil de Libres del Sur, el inicio de un final que podría terminar con tres bloques en lugar de un bloque tripartito.
Pero el día no terminó ahí para el edil; en un reconocido restaurante que se encuentra casi frente al edificio del HCD, algunos dirigentes radicales diseñaban una cena para despedir el 2011. En la lista de invitados, no estaba incluido el concejal Atencio.
La reunión transcurrió con naturalidad, no se originó un debate grupal sobre el accionar del concejal, quien sí estuvo presente en los pequeños diálogos. La semana última hasta circuló la versión de un posible intento de expulsión del Partido, algo que fue desmentido rápidamente desde la UCR.
Sin embargo, sigue latente la posibilidad de una herida más abierta, que tenga como principal protagonista al edil, figura que hoy recibe todos los golpes que provienen desde el radicalismo.
Recién cuando se reinicie el período de sesiones, en abril próximo, se dilucidará si el tan deseado bloque de tres con los ediles del FAP es una realidad para el concejal radical. Será esa decisión la que también le jugará a favor o en contra dentro de su propio Partido.
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