Si bien hubo intentos de unidad, el alfonsinismo y la agrupación Nuevos Aires irán a elecciones partidarias para definir quién presidirá el Comité. Qué busca cada sector
Si bien ninguno de los dos se encuentra habilitado para postularse, los muchachos hicieron caso omiso a los designios de la Carta Orgánica de la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires y le metieron para adelante. En su artículo 209 indica que “será incompatible el desempeño simultáneo de cargos partidarios nacionales, provinciales, seccionales y/o de distrito con representaciones electivas nacionales, provinciales y/o municipales en forma indistinta”.
“Gobbi no puede ser candidato a presidir el Comité de Buenos Aires porque es incompatible con su puesto de intendente. El otro sector sabe que no puede llevar a un candidato que es jefe comunal”, decía a La Tecla el actual presidente del Comité Provincia, Miguel Bazze, antes de que su sector, el alfonsinismo, se decidiera por la postulación de Armendáriz, que, dicho sea de paso, al igual que Gobbi, tampoco podría ser candidato. Increíble pero real.
Dejando de lado las cuestiones legales, lo importante es que el alfonsinismo y el antialfonsinismo (así está dividido el partido hoy por hoy) van de nuevo a internas para dirimir quién se queda con el -elección tras elección- cada menos trascendente Comité Provincia. Armendáriz es el hombre de Ricardo Alfonsín y Miguel Bazze, y Gobbi el de Leopoldo Moreau y Federico Storani.
Uno de los datos llamativos de esta compulsa es la disolución definitiva de lo que alguna vez fue el radicalismo K. El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, el marplatense Daniel Katz y el sanpedrino Mario Barbieri ahora juegan para el
alfonsinismo, que lleva como punta a Armendariz (MORENA); mientras que el jefe comunal de Junín, Mario Meoni, y su par de Pergamino, Héctor Cachi Gutiérrez, son integrantes e impulsores del sector Nuevos Aires, la lista opositora que lidera el mandamás chascomunense.
Tanto unos como otros se mostraron dispuestos a negociar una nómina de unidad hasta prácticamente el cierre de la presentación. Sin embargo, las condiciones impuestas por el antialfonsinismo echaron por tierra esa posibilidad. “La única opción para ocupar la presidencia es Juan Gobbi. Tiene que ser un candidato de todos, y no solamente de un sector. Tiene que convertirse en el candidato de todo el espectro radical de la Provincia”, decía a La Tecla, convencido, Héctor Gutiérrez.
De esta manera, la lista oficialista quedó integrada con Armendáriz para presidente del Comité Provincia, y el ex intendente de Tres Lomas Mario Espada como vice. Barbieri es postulado como secretario general del partido. En tanto, la nómina de candidatos a delegados al Comité Nacional es encabezada por Ricardo Alfonsín, seguido de Juan Manuel Casella y la concejala de Pinamar Mercedes Taurizano. Por otra parte, la lista de aspirantes a convencionales nacionales, con Gustavo Posse a la cabeza, incluye a los intendentes Miguel Lunghi (Tandil), Walter Santalla (Ramallo), Walter Battistella (Nueve de Julio), Osvaldo Cattáneo (Salliquelló), Carlos Oreste (Pringles) y Aníbal Rapallini (Maipú), entre otros.
En el otro rincón, la oposición va con Gobbi a la cabeza, acompañado por el diputado platense Sergio Panella como vice. La ex legisladora provincial Cecilia Moreau figura como postulante a la Secretaría General. La lista de delegados al Comité Nacional la encabezan Mario Meoni, el concejal marplatense Maximiliano Abad y la platense Lorena Tetaz. La nómina de convencionales al Comité Nacional está liderada por el intendente de Pergamino.
No es el mejor momento del radicalismo, ni cerca está de serlo, pero desde cada uno de los sectores se muestran esperanzados, y aseguran que esta interna puede llegar
a ser el primer paso del definitivo cambio. La muerte de Raúl Alfonsín dejó a la Unión Cívica Radical sin su líder natural, sin el hombre que tanto los oficialistas como los opositores consultaban. No se cansan de intentar salir del pozo, pero tampoco se cansan de pelearse y dividirse. Ahí van por otro intento, esta vez en Buenos Aires. La definición, en menos de un mes.
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