Juan Carlos Galvañ, referente del quiroguismo dentro de la UCR de Neuquén, dijo que por primera vez el partido tiene una figura con posibilidades reales de llegar a la Gobernación.
A poco de celebrarse las elecciones de la UCR en Neuquén, Galvañ habló del futuro del radicalismo neuquino y de las futuras estrategias electorales luego de la interna para trabajar en la candidatura del actual intendente capitalino.
¿Por qué la interna?
Porque evidentemente hay dos proyectos de partido bastante diferenciados. Por un lado un partido que se conforma con ser oposición o que ha logrado ser una oposición hasta insignificante y otro partido con vocación de poder que hoy tiene perspectivas de concretarse, porque el radicalismo a lo largo de su historia en la provincia del Neuquén ha tenido etapas en las cuales ha logrado conformar un gran partido. Las conducciones de Oscar Smoljan, de Víctor Pelaez fueron importantes y significaron un gran crecimiento para el radicalismo, con presencia en todos lados y con mucha militancia. Pero nos faltaba un candidato para llegar al gobierno de la provincia, con experiencia de gobierno y de gestión y con carisma. Hoy tenemos ese candidato. Horacio Quiroga ganó tres veces la Municipalidad de Neuquén, que tuvo una excelente gestión y que tiene carisma.
¿Siempre son tan duras las internas radicales?
Sí. No recuerdo una interna que sea blandita. Todas son muy duras. Los radicales somos así, demasiado apasionados. Nos aferramos a unas oposiciones y parecen que fueran irreductibles. En este caso creo que se potencia por cuestiones personales, porque se está sumergiendo el partido en una cuestión de relaciones personales. En el radicalismo siempre hemos estado aliados con todos y enemistados con todos. Y siempre se disfrazan de supuestos posicionamientos ideológicos cuestiones personales.
Siempre se decía que era posible llegar a una lista de unidad dentro de la UCR. ¿Qué pasó que no se logró?
Antes de que se convocara a elecciones internas hablé con Alejandro Vidal. Me dijo que más adelante podía ser, pero que en esta él representaba a un sector, que no lo representaba Quiroga y que si él hacía una lista de unidad con nosotros se quedaba solo. Esa misma conversación la tuvimos con otra gente. No hubo vocación de hacer un acuerdo. Pero creo que tampoco es malo llegar a una interna. Cuando las posiciones son tan distintas, lo mejor es que definan los afiliados.
¿Qué se imagina después de la interna más allá del ganador?
Si ganamos, como espero, nos imaginamos convocar a todos y que todos participen. Seguramente van a seguir existiendo cuestiones, pero la fuerza de la mayoría y la militancia convencerá o no de que estamos a tiempo de llegar al Gobierno. Para eso necesitamos sostener esta gestión municipal que está sufriendo y seguirá sufriendo embates de distintos sectores porque es evidente que es el “muñeco” al que hay que pegarle, porque es el candidato más visible y con más posibilidades para reemplazar al MPN. Por eso necesitamos un radicalismo que lo defienda, pero que además salga a hacer propuestas y se involucre en la campaña, que atraiga a técnicos, que sea capaz de convocar a jóvenes y de recuperar los radicales que se han ido. Estamos en un momento muy particular. Las circunstancias y la coyuntura nacional en la que uno ve que hay un gran avance del Gobierno sobre la Constitución, sobre los poderes del Estado, donde las instituciones están cascoteadas y quienes están saliendo en defensa en todo eso son los radicales.
¿Hay una vocación aliancista de parte de ustedes?
Nosotros sabemos que es imposible ganarle al MPN solos. Esto lo tenemos más que claro. Se intentó en otro momento alguna alianza con otros sectores, pero fracasó. Lo que pasa es que hoy el gobierno de la provincia y un sector de la dirigencia gremial se necesitan mutuamente y son funcionales unos a los otros. Nosotros necesitamos hacer una alianza con partidos que estén dispuestos a reemplazar al Gobierno. Hay sectores de la oposición que han sido siempre funcionales al Gobierno porque siempre han buscado convertirse en terceras posiciones debilitando a la verdadera oposición. Inclusive los gremios. En la última elección provincial la actitud de los gremios no favoreció al partido que supuestamente pretendían que ganara. Queremos aliarnos con aquellos que tengan vocación de poder y que tengan ganas de cambiar las cosas en la provincia.
¿La juventud interesa en el radicalismo o mira de lejos?
Por primera vez habrá elecciones en la juventud radical. Hay una lista en la cual están representados distintos sectores. Fue una lista de unidad. Es decir, los jóvenes nos han dado el ejemplo de lo que hay que hacer.
Más allá de esto tenemos un déficit. El promedio de edad en el radicalismo debe andar más cerca de los 50 años que de los 30. Es urgente convocar a los jóvenes que vean que hay un proyecto y una alternativa.
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