"El radicalismo siente que tiene que pagar costos políticos por decisiones que no tomó. Y cuando hace críticas para corregir el rumbo no es escuchado. Somos socios en las malas", dijo el presidente del bloque Cambiemos en el concejo deliberante de La Plata, el radical Juan José Cardozo, al portal Infoplatense, para graficar el malestar del partido centenario.

Lo cierto es que el radicalismo está a disgusto con el ejecutivo local. Sin embargo como partido aún no pueden saldar la interna que vive el espacio desde antes de las elecciones.

En las PASO Cambiemos presentó tres listas a intendentes. Una del PRO con el actual intendente Julio Garro como candidato y dos más de extracción radical. Una con Sergio Panella y otra con Claudio Pérez Irigoyen, que tuvo el apoyo de Ernesto Sanz.

Todos los caminos conducen a la creación de un interbloque en deliberante de la capital provincial que estaría integrado por los concejales de la UCR. Del actual Cambiemos son dos los concejales que se reconocen como PRO puros: el presidente del concejo Fernando Ponce y el edil Julio Irurueta. Los cinco restantes se dividen entre radicales y "lilitos."

El oficialismo sostiene que pese a las diferencias y luego de no poder sintentizar al partido en una sola lista en las PASO, igualmente el radicalismo fue parte de la alianza gobernante en este caso timoneada por Julio Garro.

A nivel partidario el radicalismo bonaerense irá a una interna para definir quien estará al frente del Comité hoy en manos de Ricardo Alfonsín. Esos tironeos bajan a distintos concejos deliberantes. Además de La Plata, también se vive una situación similar en Avellaneda donde directamente los radicales partieron el bloque entre sí.

Allí, la concejala por la Unión Cívica Radical, Susana Mabel Marco Romero, presentó formalmente ante el presidente del Concejo Deliberante, Hugo Barrueco, su dimisión al bloque del partido centenario y conformó el unibloque "U.C.R en Cambiemos".

De esta manera el internismo radical en el que el alfonsinismo oficia de punta de lanza empieza a resquebrajar distintos frentes de gobiernos bajo el sello Cambiemos. La jugada se da en la antesala del armado de listas para el año que viene.