Los denunciantes consideran que el ministro de Javier Milei cumple con las causales por el cargo que ocupa y su consiguiente lesión a la dignidad del partido, además de generar un riesgo a la unidad ideológica de la fuerza.
Por: Carla Pelliza.
Después de cuatro meses y medio en el cargo, más un plus temporal por la campaña abierta en el camino al balotaje, afiliados de la UCR pedirán formalmente la expulsión de Luis Petri. El ministro de Javier Milei, por la silla que ocupa y por configurar una potencial lesión para el espacio centenario, se ganó el enojo de muchos correligionarios pero, al mismo tiempo, abrió una puerta para que el presidente invite a algunos boina blanca a formar parte de una nueva coalición.
Agustín Rombolá, ex presidente de la Juventud Radical de la CABA, anticipó en Argentina Política, en El Destape, que la semana que viene hará una presentación contra Petri. Junto a otros afiliados, llevará el caso ante la Convención para que se avance en una decisión o se deje un mensaje institucional frente a la posición del ministro de Milei. “No es radical”, dijo sobre el titular de Defensa.
Petri ya había contestado a estas acusaciones durante la campaña. En ese entonces, justificó su decisión de acompañar al libertario para terminar con el kirchnerismo. Poco después, llegaría al Gabinete desde donde, sin ir más lejos, busca impulsar reformas que legalicen el gatillo fácil.
En su artículo 53º, la Carta Orgánica partidaria expone las causales de sanción para miembros de la UCR. Entre las “fallas de conducta de los afiliados y dirigentes” se incluyen la “investidura, el cargo que ocupen, las candidaturas o cargos políticos que acepten, o los hechos que protagonicen” y que “lesionen la dignidad del partido o provoquen una situación de anormalidad institucional grave que afecte o ponga en riesgo la unidad ideológica y política del partido en el orden nacional”.
En el caso de Luis Petri, la ejecución de un cargo jerárquico en el gobierno de Javier Milei ya conforma una causal de denuncia pero, además, impacta directamente en la posible unidad del partido al tomar decisiones ideológicamente opuestas al espíritu boina blanca.
La denuncia por esos hechos, según la normativa que regula a los centenarios, podrá ser presentada ante el Tribunal de Ética o ante el Comité Nacional. Ambos podrán “suspender preventivamente al afiliado en circunstancias graves” o flagrantes. La decisión final queda a cargo del Tribunal de Ética designado por el presidente de la Convención, Gastón Manes.
Rombolá tiene la intención de presentar la denuncia la semana que viene. No será la única que se radique contra el ministro de La Libertad Avanza. Ya “hay pedidos de militantes al respecto” y están en la mesa de entradas a la espera de su envío al Tribunal de Ética que se está conformando por estos días.
Los miembros anteriores renunciaron después de varios años en su cargo y la Convención está en el proceso de designación de nuevos integrantes, algo que terminará de definirse por estos días. Una vez completado el paso administrativo, se derivarán estas presentaciones. En el caso de la que impulsará Rombolá, el jefe del Comité, Martín Lousteau, está al tanto. La duda es si la tomará como propia para potenciarla o si se mantendrá al margen.
Lousteau se posicionó como uno de los referentes más visibles de la oposición, por fuera de Unión por la Patria. Votó en contra del DNU 70/2023 en el Senado y avaló el incremento de las dietas, dos medidas que para nada fueron en línea con lo deseado por Javier Milei que ya lo tomó como uno de sus adversarios.
Si bien todavía no se definió si el jefe del Comité Nacional se meterá o no en esta disputa, quienes quieren que lo hagan ven, en el pedido de expulsión de Petri, una buena oportunidad para continuar con su construcción de principal referente de la oposición, además de demostrar el ejercicio del poder y de marcarle la cancha, desde adentro, al cornejismo.
Alfredo Cornejo es el contrincante directo de Lousteau. Exponente del Grupo Malbec, fue el potencial vice de Patricia Bullrich y sus lazos con el sector más duro de la política aparecieron inocultables. Fueron sus senadores los primeros en rechazar el incremento de las dietas en la Cámara Alta, un claro guiño al gobierno nacional.
Cornejo habla, cada tanto, con Mauricio Macri. El ex presidente no tiene en alta estima al radicalismo, al menos a un sector, pero confían en que al mendocino lo respeta. Cuando Milei convocó a los boina blanca a sumarse a su construcción política, como ya lo hizo Petri, lo hizo pensando en dirigentes como el gobernador del Cuyo.
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